Ciudad de México, 8 de diciembre(SinEmbargo).- La tozudez de los gatos es legendaria, lo que provoca entre los humanos reacciones tan opuestas como admiración y antipatía. Sin embargo, a pesar de que los gatos domésticos conviven con el ser humano desde hace 10 mil años y de parecer tener la capacidad de comunicarse con los humanos, esto último no ha sido ampliamente examinado.
Ahora, un estudio reciente confirmó la capacidad que tienen los gatos para reconocer la voz de sus dueños y reaccionar cuando se les llama por su nombre. No obstante, la investigación también encontró que este reconocimiento no es garantía de obediencia.
La investigación realizada por Atsuko Saito y Kazutaka Shinozuka, sugieren que a diferencia de los perros, los gatos no responden haciéndole caso a sus amos debido a la historia evolutiva de ambas especies, dio a conocer diario británico Independent.
De esta manera, la forma en que los gatos fueron domesticados resultó determinante para este factor de obediente, ya que la de los felinos fue totalmente distinta a la manera en la que le ocurrió a los perros, ya que mientras los canes fueron adiestrados por los humanos, los Felis silvestris catus tuvieron que hacerlo por si mismos. Instintivamente son autosuficientes y por esto no perciben a los seres humanos que los rodean a diario como sus «dueños».
De esta manera, los investigadores estudiaron 20 gatos (19 domésticos y uno callejero) para investigar si estos podían reconocer a sus respectivos propietarios sin verlos, sólo escuchando su voz, cuando decían el nombre de las mascotas.
Con el dueño fuera de la vista, a los gatos se les puso a escuchar tres voces diferentes: las de dos extraños, seguidas por la de su amo. Después de esto, se registraron las reacciones de los felinos para las voces y las clasificaron en seis categorías de comportamiento.
Los gatos respondieron a la voz humana. Sin embargo, no lo hicieron a través de un comportamiento comunicativo como la vocalización y movimiento de la cola, de la misma manera en la que lo haría un perro, sino mediante un comportamiento de orientación marcado por el movimiento de las orejas y la cabeza. No obstante, esta tendencia no manifestó cambios en los casos en los que los felinos fueron llamados por sus dueños.
De los 20 gatos, 15 demostraron una menor respuesta a la tercera voz que a la primera. De acuerdo con los investigadores, este resultado indica que los felinos domésticos son capaces de utilizar las señales vocales para distinguir entre los diferentes seres humanos con los que conviven día a día.
De esta manera, una cosa quedó demostrada, los gatos saben que son sus dueños los que le está llamando, sin embargo, estos parecen no querer demostrarlo.
Por otra parte, la posible razón para este comportamiento que le resulta irritante a muchas personas, radica en que -a diferencia de los canes- los felinos son los que se acercaron a los seres humanos y estos aceptaron la convivencia para controlar las plagas domésticas. Un intercambio que lleva vigente más de nueve mil 500 años.
