El Cisen identificó al menos 17 grupos que operan en 14 estados del país; analistas advierten sobre el riesgo que representan para el DF.
Ciudad de México, 8 de noviembre (SinEmbargo).- El problema de grupos autodenominados anarquistas crece sin que los gobiernos federal y estatal le presten la atención adecuada, coincidieron expertos en seguridad quienes señalaron que los bombazos en el transporte público y ataques a negocios por parte de estas organizaciones son un foco rojo que todos han dejado pasar.
“Son delincuentes que deben ser castigados y eso es algo que hasta ahora no se ha hecho”, advirtió Pablo Monzalvo, experto en seguridad de la Universidad Iberoamericana (UIA).
El último ataque de estos grupos tuvo lugar el pasado 31 de octubre, cuando un grupo denominado “La Secta Pagana de la Montaña” se adjudicó la colocación de nueve objetos explosivos, de los cuales estallaron cuatro. El grupo reivindicó el hecho argumentando “su rechazo y repudio en contra del frenético avance del desarrollo moderno”.
Sin embargo, José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, señaló que los actos cometidos por estos grupos no deben permanecer impunes, principalmente si ponen en riesgo a la población, como es el caso de los que han tenido lugar el sistemas de transporte público como el Metrobús o en distintas estaciones del Metro de la Ciudad de México.
A través del sistema de transparencia, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) identificó al menos a 17 grupos de este corte que operan en 14 entidades del país, la mayoría en el Distrito Federal.
Los estados donde se tiene identificada la actividad de estos grupos son Oaxaca, Aguascalientes, Estado de México, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Veracruz, Zacatecas, Guerrero y la capital del país.
Los grupos identificados en el Distrito Federal son Okupa, Anarquistas de México, La Coordinadora Estudiantil Anarquista, Instinto Salvaje y Cruz Negra, este último, en su página de Internet se autodefine como “una red internacional de grupos anarquistas que trabajan por la libertad de los presos y presas anarquistas y para que estos no sean nunca olvidados, acercando su situación a la sociedad”.
Otros grupos identificados por el Cisen en el interior del país son Akampada Revolución, Bloque Autónomo Libertado Xalapa, Bloque Negro Aguascalientes, Miserables Libertarios, Reacción Salvaje y la Federación Anarquista de México.
JÓVENES: CARNE DE CAÑÓN
De acuerdo con los expertos, los anarquistas son células diseminadas entre la población sin liderazgo centralizado que se caracterizan por su desprecio hacia la autoridad a través de violencia arbitraria.
Ambos entrevistados observaron que en estos grupos, al menos en los que se han infiltrado en las marchas de la sociedad civil, se puede apreciar que son jóvenes con el rostro cubierto, lo cual debe ser preocupante porque es una muestra más de la falta de oportunidades que existen en el país para estudiar o encontrar un empleo.
“El problema es grave en la medida de que cometan actos delictivos, son tan graves como la delincuencia organizada, el que muchos sean jóvenes quiere decir que sí se ha descuidado a este sector, desde la formación educativa, no tenemos la educación para darles”, dijo Ortega.
Estos grupos empezaron a hacerse más visibles desde octubre de 2012, durante el conflicto de la Universidad de la Ciudad de México (UACM) contra la rectora Esther Orozco. Hace una semanas, académicos reportaron la presencia de individuos con armas.
Después, durante la toma de protesta del actual Presidente, Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre de 2012, cuando grupos de encapuchados atacaron negocios y realizaron desmanes en el primer cuadro de la ciudad.
Posteriormente se empezaron a infiltrar en marchas pacíficas organizadas por la sociedad civil. En junio de 2014 se les relacionó con la quema de un camión del sistema Metrobús cerca de Ciudad Universitaria.
También se les relaciona con distintas explosiones en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la más grave el 19 de mayo en la estación Bellas Artes de la Línea Azul, con saldo de cuatro heridos.
“Es un problema el que no tengan atención porque atacan negocios establecidos, secuestran camiones, cobran cuotas en carreteras de paga y derechos de piso, la autoridad tiene responsabilidad. Deben ser observados por las autoridades en la medida que esos grupos inviten al desorden”, señaló Ortega.
Ambos coincidieron en que estos grupos actúan amparados en la impunidad que se vive en el país.
“Me parece que en el DF han cometido ya delitos que no solamente desvirtúan a otros grupos sino que invitan a que otros grupos se hayan reproducidos”, finalizó Ortega.