Berlín, 8 sep (EFE).- El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, anunció hoy que Alemania destinará 6 mil millones de euros adicionales el año que viene a atender en distintos frentes la actual avalancha de refugiados que está llegando al país.
El titular de Finanzas avanzó esta cantidad, que agrega partidas como el refuerzo de las fuerzas de seguridad a los cursos de idioma, pasando por la atención primaria a peticionarios de asilo, en su intervención ante el Bundestag (cámara baja alemana) por la primera lectura de los presupuestos federales para 2016.
Alemania, que espera recibir en este año la cifra récord de 800 mil refugiados según las últimas estimaciones del Ejecutivo, considera una “absoluta prioridad” atender esta tarea, dijo Schäuble.
Además, subrayó el ministro de Finanzas, Alemania estará en disposición de afrontar este “reto” sin incurrir en nuevas deudas gracias al “consecuente saneamiento” del presupuesto nacional “en los últimos años”.
Se trata, en un primer lugar, de habilitar unas 100 mil nuevas plazas para alojar a nuevos peticionarios de asilo en unas condiciones razonables de cara al invierno y asistir en sus necesidades básicas a los refugiados.
Un segundo punto clave para Schäuble es la tramitación de las peticiones de asilo, para lo que se va a reforzar el número de funcionarios que trabajan en este proceso y el número de agentes de policía implicados en unos 3 mil.
Además, se va a dotar presupuestariamente tanto el proceso de devolución de aquellos cuya petición de asilo sea rechazada como a apoyar financieramente la integración de los que obtengan el permiso para residir en Alemania.
Para estos últimos, el Ministerio de Finanzas ha previsto recursos federales tanto para cursos de lengua alemana como ayudas para que los adultos puedan acceder al mercado laboral y para que los menores ingresen cuanto antes en el colegio.
“La tarea es ahora y la tenemos que financiar ahora y, si es posible, sin nuevas deudas. Para esto hay que reestructurar el presupuesto”, indicó Schäuble dando a entender que otras partidas han sido recortadas para dotar financieramente las relativas a los refugiados sin alterar el compromiso gubernamental del “déficit cero”.
La integración de miles personas con distinta cultura y religión, y con experiencias traumáticas a sus espaldas, es “un desafío que nadie debe minusvalorar”, afirmó el ministro, que consideró sin embargo que Alemania puede “aprovechar esta oportunidad” para su propia mejora.
En este mismo sentido, el presidente del Bundestag, el también cristianodemócrata Norbert Lammert, afirmó al abrir el debate presupuestario que “este gran reto humanitario, político y cultural cambiará Alemania”.