Ciudad de México, 8 de agosto (SinEmbargo).– Las autoridades estatales y federales no encuentran aún una solución para responder a los pueblos de Michoacán y Guerrero, en donde la inseguridad ha impulsado la creación de grupos de autodefensa, pero en Tlaxcala, un estado en donde no había noticias de frentes ciudadanos, ya nació la primera policía comunitaria.
Ayer, habitantes del municipio de Papalotla se armaron de machetes, palos y tubos para proteger a sus pobladores y hacer frente a la delincuencia y a la corrupción del gobierno.
A principios de este año, se tenían registrados grupos de autodefensa en al menos ocho estados del país. Michoacán y Guerrero son las entidades con el mayor número de comunidades de civiles armados y las que registran más enfrentamientos y hechos violentos.
Pero lejos de solucionarse, el problema –incluso legal– que representa que ciudadanos se armen y asuman puestos de vigilancia se ha extendido.
En las últimas semanas, la situación en Michoacán provocó que funcionarios a nivel federal y estatal se reunieran para analizar la crisis de inseguridad y violencia en el estado.
De acuerdo con el Gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, en la reunión se construyó “una agenda común que beneficie a los michoacanos”. Sin embargo, no había pasado ni una semana, cuando el Ejército Mexicano, policías estatales y grupos de autodefensa de Guerrero y Michoacán protagonizaron momentos de tensión, que se vieron materializados en bloqueos carreteros y en operativos militares.
El lunes, pobladores de El Pericón en Guerrero retuvieron a funcionarios estatales y federales por falta de compromisos con las autoridades, y al grupo de militares que permanecieron en esa localidad, luego de llegar a un acuerdo con el Gobernador Ángel Aguirre Rivero y la Secretaría de Gobernación.
En Aquila, Michoacán, el Ejército desmanteló a un grupo de autodefensa por retener a un militar. Después del rescate y de desarmar a los elementos comunitarios del municipio, los militares abandonaron la demarcación. En cuanto se fueron, los civiles, que se quejan de indolencia de las autoridades ante sus problemas de seguridad, retomaron sus puestos.
Michoacán se convirtió en zona de guerra en semanas recientes. En siete días, según datos oficiales, al menos 42 personas fallecieron en enfrentamientos.
Ante los hechos violentos, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que su administración hará frente a toda complicación y respaldará a las autoridades de Michoacán para recuperar territorios y “reconstruir el tejido social” en la entidad.
“El propósito es acompañar al Gobierno estatal, pero con gran respaldo y apoyo del Gobierno de la Federación, sobre todo para hacer frente a toda la complicación y complejidad que implica reconstruir el tejido social de Michoacán”, aseveró el primer mandatario.
Sin embargo, el martes pasado, el coordinador de los diputados del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso de Michoacán, Alfonso Martínez Alcázar, denunció la falta de atención del Presidente Enrique Peña Nieto a la crisis de la entidad, por no haber visitado el estado en los ocho meses que lleva en la Presidencia.
TLAXCALA Y SU PRIMER GRUPO DE AUTODEFENSA
Ayer, habitantes del municipio de Papalotla, en Tlaxcala, conformaron el primer grupo de autodefensa del estado con el fin de proteger a los pobladores, así como a los mototaxistas y usuarios de los mismos, para repeler la delincuencia y la corrupción en los operativos que realizan la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del estado (Secte).
Armados con palos y machetes, al rededor de 60 civiles conformaron la policía, que junto con pobladores se manifestaron en contra de los operativos que realiza el gobierno del estado, pues han sido agredidos durante éstos.
Prensa local indica que el conflicto tiene más de tres años y de acuerdo con la líder de los mototaxis, Mariela Pérez Rojano, han sido constantemente reprimidos por la fuerza pública, misma que presuntamente ha abusado de su autoridad.
“Por eso la policía comunitaria es para defender a todo el pueblo, a los mototaxistas y a la gente que usa los mototaxis, porque ya es mucha la violencia con la que llegan los operativos”, dijo una testigo.
Cansados por esta situación, manifestaron que se hizo necesario garantizar la protección de los usuarios y operadores de los mototaxis, a través de la policía comunitaria.
Dijeron que los gobiernos municipal y del estado han sido incapaces de generar empleos y seguridad, y esa es otra de las razones por la cual los trabajadores de los mototaxis han encontrado en esa labor un medio para obtener el sustento de varias familias.