Ciudad de México, 8 de abril (SinEmbargo).– La cercanía del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Acción Nacional (PAN) con la administración de Enrique Peña Nieto, en el marco del Pacto por México, buscan sacar “ventajas políticas” y posicionarse frente a ese gobierno, pero corren el riesgo de desdibujarse frente a sus militantes y el electorado, plantearon analistas políticos consultados por SinEmbargo.
Además, dicen, ambos partidos no han sacado provecho ante la opinión pública de los logros alcanzados en iniciativas de reforma, como la de Telecomunicaciones, pues no han sabido comunicar que esos acuerdos logrados desde la Cámara de Diputados es producto de un trabajo colectivo.
El PRD, por ejemplo, busca que el electorado lo vea ahora como un partido propositivo y no distanciado de los temas que son prioridad para el país. Sin embargo, su cercanía con el PRI está dañando la relación de la cúpula con la militancia, que critica el riesgo de deslegitimizarse y perder su verdadera raíz, dice Salvador Mora, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el caso del PAN, dice Eduardo Huchim, ex consejero del Instituto Federal Electoral, no les quedaba de otra. Pero la dirigencia está siendo incomprendida por cierto sector de la militancia, ya que los grandes núcleos de panistas no están conscientes de que lo perdieron casi todo en la elección del 2012.
Si acaso, explica, el blanquiazul debe reclamar ahora más crédito por los logros alcanzados y evitar que el gobierno federal priista se cuelgue todas las medallas.
EL PRD POR VOTOS Y ESTRATEGIA CONTRA MORENA
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) busca sacar ventajas electorales y políticas con su afinidad con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Pacto por México, dentro del Congreso de la Unión y hasta en los comicios de este año.
Especialistas consultados por SinEmbargo dicen que la cercanía del partido del Sol Azteca con su antagónico, PRI, se debe principalmente a que desea posicionarse como el interlocutor de la izquierda con el gobierno priista, ante la inminente llegada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como partido en 2014.
Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, dijo que el PRD, dirigido por Jesús Zambrano Grijalva, pretende sacar una ventaja política.
“Quiere dar la imagen de un partido que construye, propositivo y que apoya a las grandes iniciativas del país. Busca llegar muy bien posicionado ante el gobierno”, indicó.
El especialista explicó que ante la necesidad de las reformas profundas que México requiere, cualquier partido que se abstenga de participar en el Pacto por México, quedaría mal posicionado ante la opinión pública.
“En este momento los tres partidos políticos (PRI, PAN y PRD) que tienen cantidades similares en la Cámara de Diputados están sacando el Pacto, porque los tres están sacando ventajas políticas. La gente desea ver avances, castigaría a un partido que se opusiera”, dijo.
El PRD no sólo está cerca del PRI a través del apoyo de la dirigencia nacional al Pacto por México, sino que intenta aliarse con él en estados como Chihuahua para ganar espacios como fuerza política localmente.
“El partido del gobierno y el de la oposición no pueden aliarse, porque se estaría subordinando el ser una voz crítica ante las propuestas políticas y programas del poder en turno”, dijo Salvador Mora, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El politólogo detalló que este tipo de alianzas se explica por una necesidad del PRD estatal de reafirmarse como un actor dominante al interior del partido.
“En esta lógica son los éxitos electorales los que permiten su legitimidad, hay un factor de dotarse de esta legitimidad. Los partidos locales tienen una vida propia y diferente en ocasiones a la forma en que hacen política sus dirigentes nacionales”.
Pérez Juárez explicó que la alianza entre el PRD-PRI en Chihuahua responde solamente a una ecuación matemática, pero se contrapone a sus estatutos políticos.
“Se trata de una unión numérico-electoral que se calcula en base a la fuerza de cada partido en los estados. A veces son alianzas extrañas, algunas de izquierda con derecha o centro con izquierda. Lo que estamos viendo ahora con el PRI, no son alianzas que tengan mucho peso para la realización de asuntos políticos, porque los gobiernos cuando se forman no mantienen esa alianza vigente ni viva”, dijo.
De acuerdo con Pérez Juárez el PRD con su estrategia de amplias alianzas y específicamente con su pretensión de ir con el PRI, corre el riesgo de perder votos de su militancia.
“Es posible que esto suceda cuando está mal calculado el proceso, cuando está se manejan bien a los cuadros puede ser redituable”, dijo.
EL PAN NO ESTÁ COMPROMETIDO
“La dirigencia del PAN está siendo incomprendida igual que la del PRD”, dijo el analista político Eduardo Huchim.
Y añade que los grandes núcleos de panistas no están conscientes de que lo perdieron casi todo en la elección del 2012. “No se han percatado que si no participaban en una tarea colectiva y no individual desde el gobierno, entonces iban a estar más marginados de lo que ya están a causa de sus pérdidas en 2012, a causa del vaciamiento parcial cuando pierden el poder. Un vaciamiento positivo porque se fueron los neopanistas que estaban sólo por el hueso. Como ya no hay posibilidades porque los partidos cuando llegan al gobierno federal se convierten en una gran agencia de empleos, eso ya no lo garantizaba el PAN y ahora sólo le quedan sus principios”, refirió.
Respecto a los pactos que hacen los partidos, el ex consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) afirmó que está dentro de las prácticas democráticas y este tipo de acuerdos pueden ser positivos para el país; por lo que en ese sentido las dirigencias hacen lo correcto.
Sin embargo, dijo, también es cierto que este tipo de acuerdos si no son bien manejados y no es bien expuesta la participación de los partidos de oposición, puede llevar a que los partidos se desdibujen de cara al electorado.
En el caso de la importante Reforma de Telecomunicaciones el crédito se le está dando al Presidente Enrique Peña Nieto, porque los partidos de oposición, los otros firmantes aparte del PRI y el gobierno, el PAN y el PRD no han sabido comunicar que estos acuerdos logrados en principio en Cámara de Diputados es producto de un trabajo colectivo.
En la iniciativa está presente la propuesta, el interés de los partidos de oposición y esto propicia que los partidos de oposición PAN y PRD pierdan presencia en el panorama político, pero es porque no han sabido comunicar que los logros en materia legislativa son producto del trabajo colectivo en el que ellos son parte fundamental. El problema no es el acuerdo sino que los dos otros fuertes firmantes del Pacto no están en el gobierno, no han sabido comunicar al electorado que es un trabajo colectivo y que los tres participan en el trabajo de la reforma y el crédito debe repartirse entre los tres y no sólo debe ser para el Presidente.
Para Edgar Cortez, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, el tema es que en un sistema democrático de partidos el principio de que existan diferentes alternativas que propongan modos de hacer política desde diversos ámbitos y ciudadanos puede tener alternativas diferentes según sus inclinaciones.
“Los acuerdos pueden tener el efecto de que esa diferencia (entre partidos) se diluya y en los hechos a la hora de ver las propuestas parece que deja de haber alternativas; entonces parece una sola vía donde los ciudadanos carecen de opciones y sólo hay una vía única para resolver los problemas nacionales”, comenta.
Por otra parte está la necesidad de los acuerdos, “pero por lo menos como ha sido en México eso no pasa por un proceso donde los partidos puedan llevar a su militancia una consulta en qué si y en qué no puede haber acuerdos (entre partidos) y, en el caso del Pacto por México, es entre un muy reducido número de integrantes de cada uno de los partidos y lo que ahí se decide no representa la inclinación de la mayoría; un pequeño grupo es el que decide el rumbo y no pasa por un proceso participativo e influye para el desdibujamiento (de los partidos), la mayoría no decide sino un número muy reducido”, afirma.
Dentro del propio PAN pareciera factible que en el próximo proceso de renovación de la dirigencia Gustavo Madero Muñoz saldrá de la Presidencia, comenta.
“Esas decisiones (del Pacto por México) no están siendo del gusto para una parte de la militancia y van a buscar que se encauce al partido y esto obligará al PAN y al resto de los partidos definir cuál es su perfil y cómo mantener diferencias claras para que aparezcan entonces como opciones definidas”, plantea Cortez.