Donald Trump arremetió este miércoles en contra de la cadena Nordstrom, la cual, anunció la semana pasada que dejaría de vender la línea de ropa y accesorios de su hija Ivanka. "Mi hija Ivanka fue tratada tan injustamente por @Nordstrom. Ella es una gran persona", tuiteó el Presidente de Estados Unidos. El magnate enfrenta un creciente boicot de consumidores que ya alcanzó a los grandes almacenes que venden su marca. La decisión de las empresas se enmarca en las presiones del movimiento anti-Trump llamado “Grab your wallet” (Toma Tu Cartera), que llama a boicotear las tiendas que venden productos de la familia presidencial como protesta ante sus políticas y su trato a las mujeres.
Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo).– Las acciones de Nordstrom bajaron luego que el Presidente Donald Trump tuiteó que la cadena de tienda de almacenes había tratado "tan injustamente" a su hija.
La compañía anunció la semana pasada que dejaría de vender la línea de ropa y accesorios de Ivanka Trump. Según la empresa, la decisión se basó en las ventas de la marca.
"Mi hija Ivanka fue tratada tan injustamente por @Nordstrom. Ella es una gran persona - ¡siempre me anima a hacer lo correcto! ¡Terrible!", tuiteó el Presidente.
My daughter Ivanka has been treated so unfairly by @Nordstrom. She is a great person -- always pushing me to do the right thing! Terrible!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de febrero de 2017
Las acciones de Nordstrom, con sede en Seattle, estaban en 42,70 dólares antes del tuit, y cayeron a 42,48 dólares después.
Anteriormente, los mensajes de Trump en Twitter también han afectado las acciones de otras empresas, como Boeing y Carrier.
El Presidente de Estados Unidos no sólo enfrenta una ola de protestas en su país y alrededor del mundo debido a sus políticas, también se suma un creciente boicot de consumidores que ya alcanzó a los grandes almacenes que venden su marca.
Las compañías ligadas a Trump están sintiendo la presión política como nunca antes, estrujadas por los consumidores que boicotean productos que tengan cualquier lazo con el nuevo gobierno, y por un Presidente franco al que le encanta expresarse a través de las redes sociales.
Para la mayoría de las compañías, la decisión de asumir posturas políticas solía ser tomada luego de largas y cuidadosas deliberaciones entre el líder de la empresa, un equipo de relaciones públicas, abogados y cabilderos. Ahora, en un Estados Unidos cada vez más dividido, las compañías podrían no tener opción más que actuar rápido.
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Desde octubre pasado, activistas inconformes con la conducta del entonces candidato republicano hacia las mujeres iniciaron un boicot vía redes sociales bajo el lema GrabYourWallet (Toma Tu Cartera).
La campaña era para presionar a 60 compañías que hacen negocios, venden los productos o son propiedad de la familia Trump.
Los activistas que impulsan el boicot exigen que almacenes dejen de hacer negocios con las empresas del Presidente o las de su familia.
La semana pasada, las tiendas Nordstrom y Neiman Marcus anunciaron que dejaría de vender los productos de Ivanka Trump debido a las bajas ventas.
Además de Neiman Marcus y Nordstrom, otras ocho compañías son actualmente el blanco principal de la campaña.
Se trata de Bloomingdale’s, Zappos, Dillard’s, TJ Maxx, Lord & Taylor, Macy’s, LL Bean y el portal Amazon.
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El predicamento de las compañías fue puesto en evidencia antes de la primera reunión de Trump en la Casa Blanca el pasado viernes con su foro empresarial, un grupo que incluye a la directora general de General Motors, Mary Barra; el director general de JP Morgan, Jamie Dimon; y una decena de otros directivos. Una noche antes, el ejecutivo de Uber, Travis Kalanick, anunció a sus empleados que había decidido renunciar al consejo puesto que su presencia en él estaba siendo “malinterpretada” como un respaldo al Presidente.
“Pasé mucho tiempo pensando sobre esto y vinculándolo a nuestros valores”, declaró Kalanick a sus empleados en un memorándum interno obtenido por The Associated Press.
El director general de Disney, Bob Iger, tampoco acudió a la junta; en vez de eso se presentó a una reunión de la junta directiva de la compañía en California.
Sea en las salas de juntas de las corporaciones o en los pasillos del Congreso, Trump está enfrentando intentos sin precedente de perturbar incluso la más básica de sus funciones presidenciales. Es un esfuerzo en desarrollo, mayormente de ciudadanos comunes, que apunta a seguir a Trump y a sus potenciales partidarios a dondequiera que vayan, y existen primeros indicios de que está teniendo un impacto. El objetivo, dicen los organizadores de algunas de las acciones, es la resistencia. Es una estrategia a través de protestas, campañas de acción política puerta por puerta y activismo en internet.