Actualmente se transmite la segunda temporada de la producción de Netflix y Univisión que narra pasajes de Joaquín “El Chapo” Guzmán, desde 2000, cuando es trasladado al Penal de Puente Grande, en Jalisco, hasta 2009-2014, pues junta en un solo periodo distintos hechos que ocurrieron entre esos años.
Sinaloa/Ciudad de México, 8 de enero (Noroeste/SinEmbargo).- “El siguiente programa está inspirado y se trata de eventos noticiosos acerca de unos de los criminales más notorios de nuestro tiempo, el capo mexicano de las drogas, Joaquín “El Chapo” Guzmán, un personaje de mayor importancia e interés público”, reza el aviso inicial en cada episodio de la serie dramática El Chapo.
Actualmente corre la segunda temporada de la producción de Netflix y Univisión que narra pasajes desde 2000, cuando es trasladado al Penal de Puente Grande, en Jalisco, hasta 2009-2014, pues junta en un solo periodo distintos hechos que ocurrieron entre esos años.
¿Qué y cómo ocurrió en realidad? Checa aquí 5 de los verdaderos episodios de la historia reciente del narcotráfico mexicano y compara.
OJO: si aún no ves la segunda temporada, te advertimos que este texto contiene spoilers.
1. ASESINATO DE RAMÓN ARELLANO
10 de febrero de 2002
LA SERIE: Ramón Arellano fue asesinado por sicarios de El Chapo durante el Carnaval de Mazatlán.
LOS HECHOS: En efecto, Ramón Arellano fue asesinado el domingo de Carnaval el 10 de febrero de 2002, pero no a manos de sicarios de Guzmán Loera, sino de agentes de la Policía Ministerial del Estado.
El líder del grupo de gatilleros del Cártel de los Hermanos Arellano Félix arribó a Mazatlán junto con varios de sus hombres desde el 5 de febrero de 2002 con el objetivo de asesinar a Ismael “El Mayo” Zambada García.
La mañana del 10 de febrero, domingo de Carnaval, Ramón, quien viajaba en un Volkswagen sedán blanco (como en la serie), fue interceptado junto con sus gatilleros por policías ministeriales en la Zona Dorada.
Al tratar de huir hacia el interior de un hotel se registró un tiroteo, por lo que cayeron muertos sobre la banqueta el policía ministerial Antonio Arias y uno de los hombres armados, a quien se le encontró una credencial apócrifa de la Procuraduría General de la República a nombre de Jorge Pérez López, pero que en realidad era Ramón Arellano.
Otro de los gatilleros trató de retirarse hacia la Avenida Camarón Sábalo, pero se enfrentó a balazos contra policías ministeriales que llegaron de refuerzo, y gravemente herido fue llevado a un hospital particular donde momentos después murió. También se le encontró una credencial apócrifa de la PGR a nombre de Héctor Solórzano.
Minutos después en el cuarto de un hotel fueron capturados otros dos presuntos gatilleros de los Arellano Félix, quienes dijeron ser Manuel López López, de 26 años, con domicilio en Chulavista, California, integrante de la famosa pandilla del Barrio Logan, de San Diego, cuna de los sicarios al servicio del CAF.
El otro fue identificado como Marcos Assemat Hernández, ex agente de la Policía Federal de Caminos, y el elemento activo de esa misma corporación, Sergio Reyes, destacamentado en ese entonces en la base de La Cruz, Elota.
Después de realizar comparativos entre las imágenes del cadáver y otras de Ramón Arellano, además de consultar fuentes de Tijuana y Culiacán, Noroeste confirmó que el supuesto agente federal, en realidad era Ramón Arellano Félix, alias “Colores”. Lo que después haría Rafael Macedo de la Concha, entonces titular de la Procuraduría General de la República.
2. ASESINAN A RODOLFO CARRILLO FUENTES
11 de septiembre de 2004 en Culiacán
LA SERIE: Un asesino solitario mata a Rodolfo Carrillo Fuentes y esposa en el estacionamiento techado de la plaza Forum. “El Niño de Oro” sacó a esposa e hija de la sala del cine.
LOS HECHOS: La muerte de Rodolfo Carrillo Fuentes, ocurrida el 11 de septiembre de 2004, marcó la separación definitiva de los cárteles de Juárez y Sinaloa, así como el “destape” de la protección que brindaban policías de la Ministerial del Estado, dirigida también entonces por Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, “El Chuytoño”, a los miembros del crimen organizado.
Según informes de la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional, la ejecución del hermano menor de Amado Carrillo Fuentes, fue ordenada por el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
El crimen del también llamado “Niño de Oro”, fue bien planeado por los sicarios, quienes sabían que éste siempre andaba escoltado por elementos de la PME, encabezados por el entonces comandante Pedro Pérez López.
Rodolfo y su esposa Giovana Quevedo llegaron a la plaza Cinépolis a las 15:00 horas a la Plaza Cinépolis.
La pareja era escoltada por Pedro Pérez, aquel comandante que había desarticulado bandas de secuestradores, robacarros y había sobrevivido a dos atentados perpetrados por gatilleros del cártel de Tijuana, comandados por el propio Ramón Arellano Félix.
Al salir de lugar, Rodolfo Carrillo y su esposa, acompañados también de sus dos hijos pequeños, se dirigían a su automóvil, pero antes de poder abordarlo, fueron atacados por un grupo de gatilleros que les disparaban de varios frentes.
El comandante de la PME y sus compañeros repelieron la agresión. La balacera duró varios minutos y las detonaciones se escucharon en todo el sector. Al final Rodolfo y Giovana, así como el cuidador de autos Juan Durán Mayorquín, estaban muertos.
Pedro Pérez había resultado herido y pedía ayuda por su radio Matra. En pocos momentos todo el estacionamiento fue rodeado por elementos de todas las corporaciones de policía. Se inició una persecución de los sicarios.
Según los archivos periodísticos, se registraron varios tiroteados que culminaron a espaldas del Seminario, donde fueron abatidos cinco presuntos gatilleros, quienes, al parecer, fueron ejecutados cuando ya se habían entregado, y dos más fueron capturados.
Tras el crimen, la SIEDO confirmó que investigaba a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, entonces director de la PME, y a otros ocho jefes policiacos, entre ellos Reynaldo Zamora Gaxiola y Héctor Castillo Medina, director de la Policía Estatal Preventiva, por presuntamente brindar protección a los cárteles de la droga.
Aguilar Íñiguez presentó su renuncia el 16 de septiembre y dijo que estaría en su casa si las autoridades lo necesitaban, pero desapareció. Reapareció en 2011, con el entonces Gobernador Mario López Valdez quien lo reinstaló como director de la PME hasta el último día de su sexenio.
Los otros jefes policiacos también desaparecieron en esos días, pero algunos han regresado al ser absueltos de los cargos que se les imputaba, entre ellos Castillo Medina, así como los comandantes Carlos Ismael Núñez Castañeda y Reinando Zamora Gaxiola.
Los únicos que permanecen presos por asociación con el “Rodolfillo” son Pedro Pérez López y Guadalupe González Posadas, recluidos en el penal de Puente Grande, Jalisco.
3. DETIENEN EN CULIACÁN A “EL MOCHOMO”
21 de enero de 2008
LA SERIE: Alfredo “El Arriero” Bernal Leyda es detenido por elementos de la Policía Federal en una de las calles de Culiacán, acompañado de 2 sicarios. Dos patrullas de la Federal son utilizadas en el operativo realizado durante el día. “El Arriero” lleva en ese momento un bote de cerveza.
LOS HECHOS: Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, fue detenido dentro de una casa ubicada en la colonia Burócrata, de Culiacán, junto con tres personas más, por elementos del Ejército Mexicano.
Para llevar a cabo el operativo, el Gobierno mexicano utilizó 300 elementos de la Sedena y la Policía Federal.
El cateo de la casa inició a las 3:00 horas de ese 21 de enero de 2008 y concluyó hasta las 7:00 horas. Fueron decomisados una camioneta marca BMW, modelo X3, 900 mil dólares, un estuche con 11 relojes finos, un fusil AK-47 y ocho armas cortas.
4. ASESINAN A ÉDGAR GUZMÁN, HIJO DE “EL CHAPO”
8 de mayo de 2008
LA SERIE: “El Moreno”, hijo del Chapo, es asesinado junto con un amigo cuando están estacionados afuera de un comercio cerrado.
LOS HECHOS: Édgar Guzmán López y dos personas más fueron asesinadas en el estacionamiento del City Club, de Culiacán.
El centro comercial aún estaba abierto y con clientes en el interior. Decenas de vehículos fuero dañados por las balas.
Desde entonces instalaron en ese lugar un cenotafio en el que con frecuencia se aprecia que es visitado. En fechas navideñas, le instalan en los costados dos árboles artificiales con iluminación.
5. EL TOQUE DE QUEDA
9-10 de mayo
LA SERIE: Al “Moreno”, hijo de el Chapo, lo asesinan durante un toque de queda ordenado por el capo. La orden fue dada con el objetivo de “cazar” a Arturo Bernal Lyeda.
LOS HECHOS: Dicho toque de queda no existió. Lo que sucedió fue lo siguiente.
Desde el 30 de abril de 2008, la ciudad de Culiacán se vio cubierta por constantes enfrentamientos en puntos y colonias céntricos de la ciudad, con altos números de víctimas, desde sicarios hasta policías estatales y federales, además de gente inocente.
Por lo tanto, la gente de Culiacán ya estaba inmersa en un ambiente de miedo y paranoia por la proximidad de los combates.
Édgar Guzmán es asesinado el 8 de mayo. Este hecho fue como una gota que derramó el vaso de la crisis emocional de la ciudad, lo cual se vio reflejado la noche del 9 de mayo, madrugada del 10 de mayo.
Esa fecha, como en otras partes, la noche es de fiesta y de mucho movimiento por el Día de las Madres. La gente se organiza para llevar serenatas, llevan a las festejadas a restaurantes o celebran en casas.
Esa noche del 9 de mayo, madrugada y resto del 10 de mayo, sin embargo, la gente no celebró. Se quedó en sus casas por el miedo colectivo.
Las calles de Culiacán estuvieron desiertas.