Expertos en el mercado de hidrocarburos explicaron que si Pemex quiere invertir en refinación debe argumentar con estudios que habrá utilidades para los empresarios ya que las condiciones actuales de precios bajos de gasolina y petróleo no hacen rentable la inversión en infraestructura en dicho sector.
Ciudad de México, 8 de enero (SinEmbargo).– Este año México inicia el proceso de libre importación de gasolina, lo que significa un reto para Petróleos Mexicanos (Pemex) que en los últimos años no ha procurado sus refinerías y ahora, de cara a la apertura comercial de combustible, busca inversionistas para dicho sector. Ante este escenario, analistas alertan que las empresas podrían abstenerse de participar en el rescate del “brazo” más obsoleto de la empresa productiva del Estado.
En diciembre pasado, Lourdes Melgar Palacios, subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), anunció que era tiempo de que las empresas privadas invirtieran en infraestructura y refinación, pese a la caída de los petroprecios.
“Es en estos momentos cuando hay precios bajos, que se vuelve interesante entrar a actividades de refinación, de petroquímica, de desarrollar la infraestructura; en ese sentido yo quisiera aquí dejar una nota positiva de movernos hacia esos sectores”, dijo la funcionaria.
Sin embargo, especialistas en el tema no coinciden con esto, pues son momentos delicados para la inversión en la empresa productiva del Estado.
“En primer lugar tendríamos que tener un estudio claro de costo- beneficio; el petróleo y la gasolina consecuentemente están notablemente baratos, entonces, en un momento en que la industria está deprimida, es un momento extraordinariamente delicado para pedirle a la inversión privada que se meta en un negocio de baja rentabilidad marginal como es la refinación y con un mercado muy incierto de gasolina”, comentó Miriam Grunstein, profesora investigadora de la Universidad de Nuevo León (UANL), a SinEmbargo.
Para Rodrigo Favela, socio de Energea, empresa especializada en el desarrollo de proyectos del sector energético, “a las refinerías en México no se les ha invertido lo suficiente, su desempeño es bajo por varias razones que tienen que ver con la falta de inversión y estructura de organización, entre otras cosas”.
El experto en el mercado de hidrocarburos comentó a este medio que “si alguien se pregunta si habrá inversión en refinación tendría que estudiarse muy bien para invertir o coinvertir con Pemex, pero no quita que se pueda invertir en refinerías privadas bajo esquemas de maquila o en forma directa”.
Datos de Petróleos Mexicanos detallan que Pemex Refinación tuvo una inversión de 28 mil 944 millones de pesos en 2012, 29 mil 794 mdp y de 39 mil 767 millones de pesos en 2014.
De acuerdo con el Tercer Informe Trimestral de 2015 de Pemex, “la proporción de crudo pesado en el proceso de crudo del Sistema Nacional de Refinación (SNR) aumentó 5.1 puntos porcentuales, en seguimiento a la estrategia de maximizar la utilización de equipos de alta conversión de residuales y ampliar los rendimientos de gasolinas”.
Asimismo, el documento detalla que “el margen variable de refinación aumentó 1.91 dólares por barril durante el tercer trimestre de 2015, a un margen de 3.22 dólares por barril, en comparación con el mismo periodo de 2014”.
Sin embargo, en febrero de este año, la empresa productiva del Estado dio a conocer que pospondría la ejecución de la reconfiguración de sus refinerías así como los proyectos de gasolina y diese limpios debido al ajuste presupuestario impuesto por 62 mil millones de pesos.
Datos del Plan de Negocios de Pemex y sus Organismos Subsidiarios 2014-2018 señalan que “si no existen proyectos que impulsen la eficiencia operativa y de incremento en la capacidad de producción de petrolíferos en el e Sistema Nacional de Refinación (SNR), la importación de gasolina crecerá a 739 mil barriles hacia 2020”.
Asimismo, Pemex dio a conocer que al cierre de septiembre de 2015 la demanda diaria de gasolina en México fue de 786 mil barriles, de los cuales el 47 por ciento se producen en las refinerías de la petrolera mexicana y el 53 por ciento restante se trae del extranjero.
De acuerdo con los expertos, la inversión como la restricción de recursos hacia este sector se debe a que las ganancias obtenidas por la transformación de los energéticos es menor a la que se genera por exploración o producción.
“El hecho de que Pemex dedique menos de la mitad de la producción a la refinación del crudo provoca una dependencia ineludible para satisfacer la demanda interna de las importaciones de todo tipo de petrolíferos y derivados de hidrocarburos que mantienen una tendencia creciente”, expuso Leticia Armenta Fraire, directora del centro de análisis económico del Tecnológico de Monterrey en el libro “Reforma Energética y Desarrollo Industrial”.
La académica expuso que se debe considerar que “la importación de gasolina ha crecido en promedio anualmente 17 por ciento desde 1994 hasta el 2014; en cambio la capacidad de refinación ha crecido anualmente en el mismo periodo 4.1 por ciento”.
En ese sentido la investigadora de la UANL explicó que “el costo de transformar una refinería es alto; es una actividad que casi ninguna petrolera quisiera realizar pero es como un mal necesario, son gigantes, son costosas y contaminantes”.
Opinó que en este momento a México le conviene continuar importando por el precio bajo de las gasolinas “la izquierda cree que es bueno tener refinerías, pero no es cierto, lo que necesita es tener acceso a combustibles ambientalmente a la vanguardia y precios competitivos para sus usuarios”.
Para Favela “la decisión de importar o producir depende de cada localización geográfica, porque se trata de un negocio de márgenes que depende del costo de transporte de la materia prima o de los productos, uno puede encontrar regiones donde conviene siempre importar o producir, depende de las condiciones de la región y del mercado”, sin embargo agregó que “Pemex tiene un potencial de mejora muy importante con el que se pueden generar valor”.
PROYECTOS EN PICADA
El 30 de diciembre de 2010, bajo la administración el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, el Comité de Adquisiciones, Arrendamientos, Obras y Servicios autorizó un programa que tenía como objetivo mejorar el “desempeño operativo para incrementar la confiabilidad operacional y revertir los resultados negativos del Sistema Nacional de Refinación (SNR)”, según dio a conocer la petrolera mexicana.
Asimismo, anunció la planeación de una nueva refinería que sería construida en Tula, Hidalgo, con una supuesta capacidad de procesamiento de 300 mil barriles diarios de crudo Maya y cuya inversión pudo ser de 9 mil millones de dólares, sin embargo con la llegada de la administración de Enrique Peña Nieto, se canceló el proyecto.
De acuerdo con la Secretaría de Energía, la ejecución del programa se haría por etapas: la primera corresponde a Madero y Salina Cruz, la segunda a Cadereyta y Tula, y la tercera a Minatitlán y Salamanca.
Sin embargo, actualmente, el Tercer Informe de Labores de la Sener 2014-2015, reconoce un “retraso en la conclusión de los proyectos de modernización de las plantas Catalítica 1 en Cadereyta y las plantas U100 y CCR de la Reformadora U-500 DE Minatitlán y por altas existencias de combustóleo en la refinerías de Minatitlán y Tula.
Datos de Pemex informaron en 2010 que la refinería que iba a obtener mayores recursos sería Tula ya que se esperaba que para 2018 participara con la mayor producción de gasolina con el 37 por ciento de su participación.
Al respecto, Rubén Cruz, socio líder de recursos naturales de KPMG en México, comentó a este medio que “ tenemos seis refinerías; México tiene una capacidad de procesamiento cercana a 1.7 millones de barriles diarios, pero sólo tres de ellas han recibido reconversiones (Cadereyta, Minatitlán y Ciudad Madero) profundas para poder manejar mejor los hidrocarburos pesados”.
De acuerdo con el Tercer Informe de Labores de la Sener 2014-2015 de enero a junio de este año, Pemex Refinación invirtió 22 mil 586 millones de pesos, 28 por ciento en términos reales más a lo registrado en el mismo periodo de 2014, por los mantenimientos de las seis refinerías (Cadereyta, Minatitlán, Ciudad Madero, Salina Cruz, Salamanca y Tula).
“Aquí el reto de Pemex es lo que está haciendo para procesar mejor los hidrocarburos pesados: importar ligeros, mezclarlos y darle una mejor mezcla a la infraestructura actual. El problema fue que la infraestructura se hizo para que se procesaran los hidrocarburos que genera el país y que en su mayor parte eran pesados; esta tecnología se va quedando atrás y requiere de inversiones cuantiosas que incluso están en el Programa Nacional de Infraestructura”, comentó el especialista.
Por su parte, Rodrigo Favela amplió que el bajo desempeño de las refinerías puede deberse a diversos problemas que tienen que ver más allá de la inversión, “en general los indicadores que tienen las refinerías en México están en el tercero o cuarto cuartíl, es decir en los niveles más bajos, y se les mide no sólo en la eficiencia, desempeño y producción, si no también con indicadores respecto al número de personal o producción que tienen”.
Sobre si Pemex hubiera invertido en sus refinerías en los últimos años, para que hoy no enfrentara problemas el especialista dijo que “se trata de una industria de márgenes muy estrechos donde uno tiene que estar constantemente invirtiendo para poder producir lo que requiere el mercado y ser muy eficiente en el uso de los recursos […] es una inversión constante y una operación muy vigilada”.
EL RESCATE
De acuerdo con el documento Plan de Negocios de Pemex y sus Organismos Subsidiarios 2014-2018, en 2012 Pemex Refinación puso en operación las plantas nuevas del proyecto de Reconfiguración en la Refinería de Minatitlán. Esta reconfiguración permitió incrementar los rendimientos de destilados en dicha refinería. Por su parte, Pemex Gas y Petroquímica Básica concluyó la construcción de la Planta Criogénica de Poza Rica con capacidad para procesar 200 millones.
El documento detalla que además se ha llevado a cabo la renovación de la flota mayor de PEMEX Refinación, que actualmente cuenta con 21 embarcaciones y de las cuales 10 han entrado en operación entre mayo de 2011 y mayo 2013. Adicionalmente, el suministro de petrolíferos al centro del país se vio fortalecido con el incremento de capacidad que entró en operación durante 2011 y 2012 del sistema de transporte por poliducto Tuxpan-Azcapotzalco y el ramal a Pachuca.
Por su parte, Bloomberg dio a conocer el miércoles pasado que la empresa productiva del Estado también podría buscar nuevos operadores para sus seis refinerías y ha anunciado que regresará algunos de los campos petroleros asignados por el Gobierno […] Actualmente, no tiene empresas conjuntas para producir petróleo”.
Rodolfo Campos, director interino de finanzas, dijo a Financial Times que buscarán socios para los nuevos proyectos como la reconfiguración de tres refinerías y nuevos inversionistas que compartan utilidades con Pemex, “pero no necesariamente vender la participación en las plantas actuales”.
La refinación no es una actividad rentable: Bloomberg calcula la tasa media de utilización de las seis refinerías de Pemex en 63 por ciento frente a más del 91 por ciento para las plantas de Estados Unidos este año.
En ese sentido Favela detalló que actualmente existen permisos desde el año pasado para poder hacer refinación en este país y dijo que “aquí el tema es que los privados les gustaría tener claridad de cómo vender ese producto, uno puede invertir en producir pero necesita saber si puede comercializar ese producto y cómo”.
Detalló que existen varios esquemas de inversión como el de maquila, donde el privado puede invertir directamente en su propia estructura, entre otros esquemas.
Rubén Cruz, agregó que los proyectos del Gobierno federal para impulsar el sector “sí podrían realizarse aún cuando el gobierno realizó algunos recortes presupuestales; lo que quiere decir es que esos recursos pueden financiarse a través de la Fibra E, para levantar los recursos del mercado para llevar a cabo la refinación”.