El presupuesto educativo del Gobierno federal no está enfocado en las necesidades del sistema educativo, porque no se destina mayoritariamente a becas, infraestructura o capacitación de los maestros, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). El 87.8 por ciento del gasto educativo se va al pago de los salarios de los maestros y sólo el 3 por ciento a la inversión. El objetivo de la Reforma Educativa –que dará frutos en una década según el Secretario Aurelio Nuño– era garantizar una enseñanza de calidad. Sin embargo, desde 2013 no modificó esta distribución de los recursos, así que "difícilmente" se cumplirá la promesa de la reforma. Los resultados de este desequilibrio han sido reflejados, una vez más, en la prueba del PISA: sólo el 1 por ciento de los estudiantes de 15 años en México alcanzan niveles de competencia de excelencia en ciencias, lectura y matemáticas.
Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).– El presupuesto educativo no está balanceado. En términos comparativos, el Gobierno federal destina a la educación sólo el 3.8 por ciento del PIB, equiparable con los ingresos por recaudación del IVA, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), una organización civil que busca transparentar el destino de los recursos públicos.
Sin embargo, el 87.8 por ciento de ese gasto se destina sólo al pago de la nómina magisterial, sobre todo de educación básica, en vez de ir a becas o infraestructura. Por esa razón el dinero invertido no tiene un impacto significativo en la calidad educativa, destacó la organización en su informe "Gasto público para una educación de calidad".
La educación representa 18.4 por ciento del gasto del gobierno federal, el mayor durante los últimos años. Pero su distribución es ineficaz. El objetivo de la Reforma Educativa es evaluar y formar a los maestros para garantizar una enseñanza de calidad, rubros para los que destina menos del 1 por ciento del presupuesto educativo.
"En México tenemos un presupuesto que no está planeado para poner en marcha un sistema educativo que asegure el acceso, la permanencia, la calidad y la participación del aprendizaje de los alumnos. No está planeado con base en las necesidades del sistema educativo nacional, por eso se destina tanto a servicios personales como son los salarios de los maestros y tan poco a materiales educativos, infraestructura, tecnologías y capacitación de los docentes", aseguró en entrevista Florentina García Miramón, investigadora del CIEP.
En 2016, el 58.4 por ciento de los recursos que reciben los estados se destina a gastos en educación. En total, el 97.2 por ciento va para educación básica y sólo el 1.3 por ciento para preparatoria y 0.9 por ciento para educación superior.
De estos recursos, el 87.8 por ciento (316 mil millones de pesos) se destina a servicios personales, en comparación con el 3 por ciento que se destina a inversión (10 mil millones de pesos), de acuerdo con el informe del CIEP.
En 2015, sólo se dio el 4 por ciento de las aportaciones para educación a becas y el 3.2 por ciento para mantenimiento y construcción de infraestructura física, expuso el centro especializado.
Además, a pesar del objetivo de la Reforma Educativa, "las últimas prioridades del gasto" son la evaluación (0.3 por ciento), la educación indígena (0.1 por ciento) y formación profesional docente (0.4 por ciento).
"Antes se creía que si se gastaba más en educación, por ende habría más calidad. Pero no es así. Para poder mejorar la calidad del sistema educativo nacional no solo es aumentar el presupuesto, sino saberlo gasta mejor; entender las necesidades y en qué se debe de invertir para tener retornos de aprendizaje", destacó la economista García Miramón.
NI CON LA REFORMA EDUCATIVA
ADEMÁS
El Secretario de Educación, Aurelio Nuño, dijo ayer que falta el "proceso de maduración más o menos de una década" de la Reforma Educativa para obtener resultados favorables. Sin embargo, esta política pública no modificó la planeación ni diseño del presupuesto educativo, por lo tanto "no está mejorando su distribución y se sigue gastando de la misma manera para atender las necesidades del sistema educativo", destacó Florentina García Miramón, del CIEP.
La principal herramienta para poner en marcha una política educativa es el presupuesto. Si no se modifica la planeación, distribución y ejecución de los recursos, "muy difícilmente se ponen en marcha políticas en favor de una educación de calidad", dijo la investigadora.
En cuanto a presupuesto, la reforma no hizo grandes cambios salvo el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa, sin embargo se enfoca en administración de los recursos.
"Beneficia en el aspecto en que el Estado puede tener una mejor gestión de los recursos y mayor transparencia y rendición de cuentas, lo que ayuda que las escuelas reciban de mejor manera el dinero, pero no tiene un impacto directo en la calidad porque no modifica la forma en que se gasta", aseguró García Miramón.
PARA PRUEBA, EL PISA...
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ayer publicó el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), informe que evalúa cada tres años hasta qué punto los estudiantes de 15 años han adquirido los conocimientos y habilidades fundamentales en ciencias, matemáticas y lectura para una participación plena en la sociedad.
El PISA detectó que en ciencias, lectura y matemáticas, menos del 1 por ciento de los estudiantes en México logran alcanzar niveles de competencia de excelencia.
De acuerdo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que desde 2013 se ha manifestado contra la reforma educativa, PISA no refleja la realidad mexicana. Hoy realizaron bloqueos en Chiapas, Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
"Nosotros no apoyamos el PISA. No corresponde a la realidad mexicana", aseguró Enrique Enríquez, líder de la Sección 9 de la Ciudad de México en conferencia de prensa.
Este informe reveló que los estudiantes mexicanos obtienen en promedio 416 puntos en ciencias frente al promedio OCDE de 493 puntos y a un nivel similar al de Colombia, Costa Rica, Georgia, Montenegro, Qatar y Tailandia. El 48 por ciento de los alumnos mexicanos de 15 años no sabe interpretar datos, ni identificar las preguntas que emergen de un simple experimento.
En el caso de la lectura, obtienen en promedio 423 puntos, por debajo del promedio de 493 puntos de la OCDE y a un nivel parecido al de Bulgaria, Colombia, Costa Rica, Moldavia, Montenegro, Trinidad y Tobago, y Turquía.
El 42 por ciento de los estudiantes mexicanos no comienza a demostrar las habilidades lectora que les permitirá participar efectivamente y productivamente en la sociedad. Solo el 0.3 por ciento es capaz de localizar información en textos que no les son familiares, demuestran una comprensión pormenorizada, e infieren qué información es relevante para la tarea. También son capaces de evaluar críticamente dichos textos y construir hipótesis acerca de ellos, utilizando conocimientos especializados y acomodando conceptos que pueden ser contrarios a lo esperado.
En matemáticas, los estudiantes de México obtienen en promedio 408 puntos en matemáticas, por debajo del promedio OCDE de 490 puntos y sitúa al país al lado del desempeño promedio de Albania y Georgia. El 57 por ciento de los alumnos mexicanos de 15 años puede de vez en cuando realizar procedimientos rutinarios, como operaciones aritméticas en situaciones donde todas las instrucciones se les son dadas, pero tienen problemas identificando cómo una simple situación del mundo real puede ser representada matemáticamente.
ASIGNACIÓN DE RECURSOS
De acuerdo con el informe PISA de la OCDE, una asignación de recursos equitativa significa que las escuelas donde asisten estudiantes con desventajas socioeconómicas estén al menos igualmente equipadas como aquellas a donde van estudiantes aventajados, pero los directores en escuelas desaventajadas, rurales y públicas en México están más
preocupados por los recursos materiales en sus escuelas que sus pares de otros países.
En México, la relación entre la escasez de materiales educacionales y el rendimiento de los estudiantes también es fuerte.
Gabriela Ramos, directora de Gabinete de la OCDE, dijo en una videoconferencia de prensa que la implementación de la Reforma Educativa promulgada en 2013 por el Gobierno mexicano no está enfocada en ofrecer resultados a corto plazo.
Explicó que la Reforma, que ha enfrentado múltiples protestas y paros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), busca integrar un "cuerpo sólido de profesores", con un reclutamiento basado en el mérito, y que al mismo tiempo las evaluaciones sirvan para apoyarlos y alinear los cursos de actualización y de preparación que se les otorga.
"Si la Reforma se implementa de manera efectiva y la sociedad mexicana la acompaña y ve los beneficios, se verán mejores resultados", añadió.
Ramos señaló que en las diferentes regiones de México hay "una disparidad muy importante en las capacidades administrativas", y que hay que invertir tanto en los maestros como en los directores de las escuelas.
Sin embargo, como el CIEP destacó, el presupuesto no se distribuye para desembocar en mayor calidad educativa.