La inflación en agosto se elevó a 6.66 por ciento, el más alto en 16 años, ante el aumento mensual de 0.49 por ciento en los precios al consumidor impulsados por el encarecimiento en productos agrícolas, como la cebolla, que subió 54.58 por ciento.
ADEMÁS
Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo).– La inflación en México se elevó a 0.49 por ciento mensual y 6.66 por ciento anual, el mayor avance desde mayo de 2001 cuando fue de 6.95 por ciento, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A tasa anual, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se compara con un incremento de 6.44 por ciento de julio y de 2.73 por ciento marcado en agosto de 2016. El incremento del octavo mes de este año es el más elevado desde mayo de 2001, cuando marcó 6.95 por ciento interanual.
El aumento mensual que fue de 0.49 por ciento estuvo impulsado por el encarecimiento en productos agrícolas, como la papa que subió 54.58 por ciento.
La inflación es básicamente una devoradora de los salarios; los precios se disparan y hacen que el dinero rinda menos.
Los productos que más se encarecieron en agosto son la cebolla, que subió un 54. 58 por ciento, el tomate verde en 15.69 por ciento, la papa en 8.93 por ciento, el jitomate en 8.35 por ciento, y el gas LP en 2.93 por ciento, según reportó el Inegi.
"El índice de precios de la canasta básica se incrementó a tasa mensual 0.45 por ciento en el octavo mes del año en curso, obteniendo de este modo un crecimiento anual de 7.93 por ciento; en el mismo mes de 2016 las cifras correspondientes fueron de 0.45 por ciento mensual y de 1.61 por ciento anual”, señaló el Inegi.
Ayer, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México alertó que el salario se está consumiendo rápidamente por los aumentos significativos.
Mencionaron que entre los incrementos más importantes en lo que va de septiembre destaca el de la cebolla bola subió un 150 por ciento al pasar de 10 pesos el kilo a 25 pesos; la papa alpha se elevó un 87.5 por ciento al pasar de 8 a 15 pesos; el chile poblano aumentó un 66 por ciento al pasar de 18 a 20 pesos; y el limón con semilla incrementó un 42 por ciento al pasar de 14 a 20 pesos el kilo.
ADEMÁS
De acuerdo a los datos presentados hoy por el Inegi, la inflación subyacente, que mide mercancías y servicios así como refleja el efecto de la apreciación del dólar frente el peso en los precios, incrementó 5.00 por ciento en su comparación anual y se mantiene en su mayor nivel no visto desde julio de 2009, cuando se ubicó en 5.02 por ciento.
En su interior, los precios de las mercancías se encarecieron 0.47 por ciento para ubicar la tasa inflacionaria en 6.51 por ciento en agosto frente a igual mes de 2016 y los servicios lo hicieron en 3.72 por ciento interanual, según cifras desestacionalizadas.
La inflación no subyacente marcó nuevamente un fuerte incremento con una subida a 11.98 por ciento, para ubicarse en un nuevo máximo no reportado desde marzo de 2003, cuando se disparó 11.92 por ciento.
En agosto las frutas y verduras son las que presentaron la mayor alza mensual, de 4.47 por ciento, para ubicarse en una tasa inflacionaria de 25.82 por ciento.
Los precios de los energéticos subieron al mes 0.80 por ciento, por lo que su inflación anual se desaceleró para ubicarse ubicarse en 12.72 por ciento anual.
Los productos que más se encarecieron en agosto son: la cebolla, que subió un 54. 58 por ciento, el tomate verde, 15.69, la papa, 8.93 por ciento, el jitomate 8.35 por ciento, y el gas LP, 2.93 por ciento, según reporta el Inegi.
La dependencia, agrega que la reducción más significativa en éste mes fue el chayote, pues es el producto que más descendió en 26.62 por ciento, seguido por los precios en transporte aéreo en 19.36 por ciento y el chile serrano en 7.22 por ciento.
Por su parte, Ada Irma Cruz Davalillo, presidenta de la Canacope CDMX, alertó ayer que de agosto de 2016 a igual de este año, el precio de las verduras hortalizas, abarrotes y frutas se elevó un 23.74 por ciento, lo cual afecta directamente a la economía familiar y disminuye las ventas.
Las verduras hortalizas (aguacate, calabacita, cebolla, chayote, chile, lechuga, papa, pepino, jitomate, tomate y zanahoria) registraron un aumento de 32.53 por ciento en comparación con agosto de 2016.
Los abarrotes (aceite comestible, arroz, azúcar, harina y frijol) subieron un 21.30 por ciento y las frutas (limón, manzana, naranja, papaya, sandía, piña, plátano y guayaba) incrementaron un 15.38 por ciento anual en agosto.
El referente es la Central de Abastos al ser el principal proveedor de los comercios pequeños.
ADEMÁS
De acuerdo con el Informe del Observatorio de pobreza y desigualdad de las Universidades jesuitas de América Latina, en México sólo el 21 por ciento de la población puede comprar con sus ingresos la canasta básica, debido a que el salario mínimo es cinco veces menor de lo que debería recibir una familia.
El documento señala que el salario mínimo no cumple lo establecido por la ley, pues éste tendría que situarse en 350 pesos diarios para que los mexicanos alcancen a cubrir sus necesidades.
México es el país que tiene una mayor distancia entre el salario y la línea de pobreza y en términos de poder de poder adquisitivo, tenemos un salario más bajo que Guatemala, según el estudio.
Miguel Reyes Hernández, investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que mucho de esto se debe a una mala concepción a la hora de determinar el salario mínimo y la misma canasta básica, ya que se piensa que el primero es individual y la canasta no contempla los artículos no alimentarios y de conservación y de acuerdo con el informe, el 60 por ciento de la canasta es de artículos no alimentarios.
Actualmente el 74 por ciento de la población es pobre por el factor de los ingresos, mientras que la pobreza general aumentó 3 puntos porcentuales, según el estudio realizado por la Ibero, situándose en 65 por ciento total de la población.
ADEMÁS
Los analistas consultados por el Banco de México elevaron su estimación para la inflación general anual de un 6.05 por ciento a un 6.24 por ciento en la más reciente encuesta, en la que nuevamente muestra que es la inseguridad publica del país, lo que ven los especialistas como el principal riesgo que podría obstaculizar el crecimiento económico.
A principios de mes el Banco de México dio a conocer los resultados del sondeo realizado a más de de 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero. Los especialistas elevaron su previsión de inflación general a 6.24 por ciento de un previo 6.05 por ciento para el 2017, mientras que para el 2018, relucieron su estimación a 3.85 por ciento, de un previo 3.90 por ciento.
El pasado 30 de agosto, el Banco de México incrementó su pronóstico de crecimiento de Producto Interno Bruto (PIB) de un intervalo de 1.5 a 2.5 por ciento a un intervalo de 2.0 a 2.5 por ciento.
El Gobernador de Banco de México (Banxico), Agustín Carstens indicó que la inflación, si bien aún presenta una tendencia al alza, su ritmo de crecimiento en agosto ya empezó a desacelerarse. “Estamos por entrar en un proceso de reducción de inflación […] la tendencia alcista de la inflación está perdiendo fuerza”.
Carstens reiteró lo que ya había comentado en días anteriores, de que productos agrícolas como el jitomate, la papa y el tomate verde provocaron el mayor incremento en la inflación pero sin estos el porcentaje de la inflación sería incluso menor al registrado en el mes previo.
Sin contar el jitomate, la inflación en la primer quincena de agosto sería de 6.23 por ciento, y sin considerar los precios del jitomate, papa y tomate verde, la inflación sería de 6.10 por ciento ejemplificó el gobernador de Banxico.
Recordó que las políticas monetarias establecidas en el segundo trimestre han sido de elevar la tasa de interés en dos veces para llegar a una tasa actual de 7 por ciento, que desde el 2015, se han incrementado 400 puntos base.
Insistió en que la política monetaria tiene un impacto rezagado en la inflación por lo que consideran que las acciones de Banxico "estas acciones ya están teniendo una incidencia, sobre todo en la inflación subyacente donde la tasa de crecimiento se ha reducido”, dijo.
Agregó en algunos indices de precios de varios energéticos "ya se ha visto caídas importantes, en gasolina, gas natural”, lo que ha provocado que el ritmo del alza de la inflación empiece de desacelerarse.
“Algunos rubros de inflación ya han empezado a cambiar su tendencia, las mercancías no alimentarias y energéticos han comenzado a estabilizarse”, dijo Carstens.
Aclaró que en Banxico no está conformes con el nivel actual de inflación pero confían que las acciones que ha adoptado trabajan en la linea de llegar a un cambio de tendencia de la inflación y que ese proceso se acelere en los próximos meses acentuándose a inicios de año próximo, para llegar a una convergencia de 3 por ciento.
“No es solo uno sino varios puntos que ya nos dan luces que el cambio de tendencia está por llegar, esto podría ser en los siguientes meses, más finales de año e inicios se vería una caída en la inflación”, reiteró.
En cuanto a los riesgos que prevé la Junta de Banxico, indicó que el balance de riesgos de crecimiento ha mejorado tornándose neutral.