Ciudad de México, 7 septiembre (SinEmbargo).- El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, y el Gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, así como otros funcionarios federales, inauguraron ayer la obra de remodelación de la Plaza de Armas y de la Alameda Trinidad García de la Cadena en la capital de esa entidad, sin embargo, según lo demuestran diversas fotografías, esa remodelación no ha sido concluida.
Ayer en un acto de fiesta, como detalló el Gobierno de Zacatecas en un comunicado, se inauguró la remodelación de ambos recintos emblemáticos de esa ciudad. Donde incluso el Gobernador develó una placa por la inauguración. Pero, como demuestran diversas fotografías que fueron enviadas a SinEmbargo, hay zonas de la Alameda y de la Plaza donde aún no se concluyen las obras.
En las imágenes se puede observan cómo el piso no está totalmente remodelado, e incluso está cuarteado. Se observa también las herramientas que se utilizaron para la remodelación.
Esta obra se llevó a cabo en medio de diversas controversias, que iniciaron con la oposición al proyecto original por parte de vecinos de la zona, por lo que tuvo que ser cambiado.
En un primer momento se planteaba construir una jaula de pájaros en el kiosco del Siglo XIX que está situado en el lugar, además de la instalación de un muro para escalar, así como de la construcción de un edificio nuevo y moderno para albergar unos baños públicos, sin embargo fueron suspendidos.
Pese a que en la autorización del proyecto de restauración se detallaron diversas disposiciones que tenían que cumplirse, algunas no se llevaron a cabo al pie de la letra. Por ejemplo, se señaló que se debían conservar las bancas de cantería que estaban instaladas en la Alameda, sin embargo fueron sustituidas por unas nuevas, del mismo material, pero con otro diseño moderno.
Además, los ciudadanos exigieron que los pisos del interior de la Alameda tendrían que ser de adoquín, pero se renovó con pórfido rojo, un material que, denunció en su momento la ciudadanía, nada tiene que ver con la historia arquitectónica de Zacatecas.
Además, aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) autorizó la restauración integral del kiosco, que incluía contemplar la restitución de la cretería permietral sobre la corniza de arranque de la cúpula, además de retirar la escalinata colocada en la década de 1980, sólo se retiró ésta última y se pintó su herrería de color negro. En tanto el piso del kiosco se encuentra en absoluta destrucción.
En la inauguración estuvieron presentes también María Teresa Franco, directora nacional del INAH, funcionarios de índole federal, estatal y municipal.
El Gobernador Miguel Alonso presumió que esta inauguración previa al 8 de septiembre fusiona la arquitectura y la cultura en un área de 4 mil 368 metros cuadrados, con un diseño en el que se emplearon materiales de la región, como metapil, cantera y pórfido, que conservan de la ciudad su esencia cultural.