Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017 publicado hoy por la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), la caída de las IED se dio por igual en toda la región, dado que tanto el Caribe como Centroamérica y Sudamérica registraron retrocesos.
Ginebra, 7 junio (EFE).- Los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe disminuyeron en 2016 un 14 por ciento hasta situarse en 142 mil millones de dólares, lo que confirma la tendencia a la baja de los últimos cinco años. En México, el segundo receptor, las entradas de capital se redujeron drásticamente, un 19.4, hasta 27 mil millones de dólares.
Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2017 publicado hoy por la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), la caída de las IED se dio por igual en toda la región, dado que tanto el Caribe como Centroamérica y Sudamérica registraron retrocesos.
De los cinco principales receptores de IED en Latinoamérica -Brasil, México, Colombia, Chile y Perú-, cuatro recibieron menos inversiones en 2016 que en 2015.
En México la inversión cayó más de 19 por ciento.
Esta reducción se explica por la caída de la inversión en el sector servicios, así como por la contracción de los flujos hacia la industria manufacturera y, en especial, la del automóvil, según indica el informe.
Las entradas de IED en América del Sur cayeron un 14 por ciento hasta los 101 mil millones de dólares, un descenso que los economistas de la UNCTAD achacan a los efectos de la recesión, los bajos precios de los productos básicos y el aumento de la inestabilidad monetaria.
En América Central, las entradas también disminuyeron un 14 por ciento y se situaron en 38 mil millones de dólares, debido a la desaceleración de las exportaciones.
Los flujos hacia el Caribe, excluidos los centros financieros, se redujeron un 9 por ciento y se limitaron a 3 mil millones de dólares.
No obstante, hubo grandes diferencias entre países, dado que si bien hubo un aumento de los flujos hacia República Dominicana del 9 por ciento, hasta 2 mil millones de dólares, este incremento no bastó para compensar la disminución registrada por Jamaica y Trinidad y Tobago.
Los principales inversores en la región fueron, por este orden: Estados Unidos, España, Holanda, Luxemburgo, Canadá, Reino Unido, Chile, Alemania, Japón y México.
Sólo Colombia logró atraer más flujos (14 mil millones de dólares) el año pasado.
El principal receptor de la región fue Brasil, que obtuvo un 8.7 por ciento menos de IED el año pasado en comparación con 2015, al atraer sólo unas entradas de 59 mil millones de dólares, arrastradas por un marcado descenso en el sector servicios.
En 2015 los flujos hacia Brasil habían sido de 64 mil millones de dólares.
Colombia por contra atrajo 14 mil millones de dólares de inversión, un incremento del 15.9 por ciento con respecto a los 12 mil millones de doce meses antes.
El cuarto en la lista es Chile que, como Bolivia, Ecuador o Perú, sufrieron caídas de inversión en sus industrias de extracción de recursos naturales.
Chile recibió 11 mil millones de dólares en 2016, un 29 por ciento menos, mientras que Perú, el quinto mayor receptor de IED, logró atraer 7 mil millones, un 17 por ciento menos que un año antes.
Por su parte, las empresas latinoamericanas redujeron sus flujos hacia el exterior un sorprendente 98 por ciento y sólo invirtieron 751 millones de dólares, el monto más bajo desde 2001.
Las perspectivas de IED para la región siguen siendo sombrías en 2017 y, aunque el informe no augura una cifra concreta, estima que los flujos serán menores que en años anteriores.