Por Ariadna Ortega, Linaloe R. Flores, Sergio Rincón, Shaila Rosagel, Mayela Sánchez y Sandra Rodríguez
Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).– Uno de los estados más ricos de México, Nuevo León, quedó ayer fuera del control de los partidos políticos en una elección intermedia que redujo el poder de las fuerzas tradicionales del país. También Guadalajara, la segunda zona metropolitana más grande, se salió de su control, mientras que, en la Cámara de Diputados, la fragmentación política hará obligatorios los consensos.
Ayer, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió la mayoría que tenía en la Cámara Baja para sacar, incluso en alianza con sus partidos satélite, cualquier iniciativa, lo que ata las manos al Presidente Enrique Peña Nieto en un momento en el que las reformas que marcaron el inicio de su sexenio están en entredicho: la economía no camina como prometió con la Reforma Energética, mientras que la Educativa se convirtió en un nuevo conflicto social.
Esta ola de cambios en la política mexicana es el resultado de dos nuevos elementos que se sumaron en esta elección. El primero es el nacimiento y la rápida consolidación del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), liderado por Andrés Manuel López Obrador; y, el segundo, la introducción de las candidaturas independientes.
En Nuevo León, el independiente Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, “El Bronco”, arrasó con el 48 por ciento de las preferencias, muy por encima de la candidata del PRI, Ivonne Alvarez García, que obtuvo el 23 por ciento.
En Guadalajara, el candidato del Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro, también encabezaba las preferencias electorales, con un 51 por ciento de las votaciones.
En su primera competencia por el Congreso, y con el 84.7 por ciento de las casillas computadas, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtuvo un 8.61 por ciento de las preferencias frente a un 10.6 por ciento que sumaba el Sol Azteca -la votación más baja que ha recibido éste en los últimos 12 años.
El PRI, mientras, sumaba el 28.7 por ciento (casi 10 puntos porcentuales menos que los votos que recibió en 2009) y el PAN, por su parte, registraba sólo un 20.8 por ciento, su votación más baja en los últimos 12 años.
La irrupción de Morena provocó cambios también en la configuración política de la capital de la República, donde el PRD estaría por perder el control que ha ejercido en los últimos 20 años sobre las 16 delegaciones y la Asamblea Legislativa.
Al cierre de esta edición, y con un 82.91 por ciento de las casillas computadas en el Distrito Federal, Morena encabezaba las preferencias en delegaciones como Azcapotzalco, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco y Cuauhtémoc.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la situación podría ser parecida, pues de los 40 distritos en disputa por el principio de mayoría relativa, el partido del Sol Azteca sólo ganaría 15.
Luego de días de violencia, incendios de papelería electoral y amagos de boicot por parte del magisterio disidente, la elección finalmente se pudo realizar aun en regiones con mayor tensión, como Tixtla, Guerrero, donde activistas quemaron la documentación de 26 casillas, por lo que fue anulada la elección para Alcalde, aun cuando el proceso federal y para elegir Gobernador siguió su curso.
Otros incidentes se registraron en Tecoanapa, Guerrero, donde fuerzas del Estado dispararon contra ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y contra unos 35 activistas, normalistas de Ayotzinapa y familiares de uno de los 43 jóvenes desaparecidos desde septiembre.
Luego, los inconformes retuvieron a 35 agentes, pero la Policía Federal implementó un operativo de rescate, que dejó un número no identificado de heridos y al menos una persona muerta. Sumado a ello, el presidente del Comité Ejecutivo Municipal de Tlalchapa, en la región Tierra Caliente, Orbelin Barrios Vallejo, fue privado de su libertad, informó el PRI estatal.
Otro elemento de conflicto registrado en la jornada.
La elección, al final, y con el 45 por ciento de las casillas computadas, arrojaba una participación del 44.7 por ciento del padrón electoral, proporción similar a la que acudió a votar en 2009.
La cantidad es equivalente a más de 17 millones de personas que ayer acudieron a las urnas para elegir dos mil 16 representantes populares, incluyendo los 500 diputados y los gobernadores de nueve estados.
LA PRIMERA ELECCIÓN DEL INE
La de ayer, la primera elección organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) enfrentó una serie de retos que, aunados al contexto social y político del país, motivaron una imagen de debilidad.
Aunque los consejeros electorales mantuvieron durante los últimos meses un discurso optimista, la realidad y distintos eventos lo pusieron en duda.
“Le tocó un contexto muy adverso en términos de crisis social y desconfianza, y creo que le tocó operar un proceso electoral con un diseño muy complicado en donde no se embonan la parte local con la parte nacional”, dijo Alberto Aziz Nassif, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
En entrevista, el experto explicó que las nuevas reglas emanadas de la Reforma Electoral del 2014 (que le dieron al INE más de 100 nuevas atribuciones) implicaron cambios que no fueron fáciles de operar y que desembocaron en un “híbrido extraño”.
Eso, sumado la crisis de desconfianza de la ciudadanía, evidenciaron que hay un sistema institucional que no está bien diseñado, por lo que probablemente tenga que ser reestructurado. Sin embargo, sugirió que primero se tiene que ver de “qué tamaño es el conflicto para ver cómo va a venir la próxima reforma, pero bueno quién sabe si haya ajustes antes del 2018”, mencionó el analista político.
Aziz Nassif agregó que, si bien no se puede responsabilizar al INE de todos los conflictos en el país, sí hubo una serie de problemas que no logró enfrentar y que lo debilitaron como autoridad, como la serie de violaciones cometidas por el Partido Verde Ecologista de México.
“Creo que esto del Verde es muy importante porque fundamentalmente adentro del INE, la Comisión de Quejas o un sector del Consejo, ha estado protegiendo al Verde de una forma; y de manera abierta y descarada en el Tribunal Electoral [del Poder Judicial de la Federación]. El INE lo multa [al PVEM] y el Tribunal lo perdona y eso se volvió como una rutina que está desprestigiando al árbitro y a la autoridad electoral”, dijo.
“Y esto lo está metiendo en una tesitura en el que quien viola la ley pues no tiene consecuencias y eso es sinónimo de impunidad también en lo electoral, digamos con el clima de impunidad que existe en el país se ve una situación agravada”, agregó.