El Secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, anunció este lunes que su departamento está considerando cambiar la política actual, que permite a padres e hijos pasar juntos tres semanas bajo custodia de las autoridades, aunque pasados 21 días los niños tienen que ser liberados.
Ciudad de México, 7 de marzo (AP/EFE).- El anuncio del gobierno estadounidense causó indignación entre organizaciones defensoras de migrantes y representantes hispanos en el Congreso.
"Hemos de inmediato hecho saber al Departamento de Seguridad Interior de nuestra grave preocupación porque eso así ocurra", dijo el canciller mexicano Luis Videgaray en una conferencia de prensa en el Senado de su país.
En tanto, la congresista Michelle Lujan Grisham, presidenta del bloque de legisladores latinos demócratas, aseveró en un comunicado que esa posible medida "cuestiona los derechos humanos básicos y la autoridad moral de nuestro país en el mundo".
El Secretario de Seguridad Nacional John Kelly indicó la víspera que las acciones formarían parte de un esfuerzo por desalentar a las familias de realizar la peligrosa travesía a través de México hacia la frontera con Estados Unidos
Videgaray sostuvo que la medida podría causar un "daño irreversible" en muchas familias pero matizó que por ahora no se trata de una decisión firme sino de una "posibilidad", por lo que México espera que su opinión pueda incidir en la administración de Donald Trump para que no sea aprobada definitivamente.
Un total de 142 legisladores demócratas en la cámara baja pidieron el martes a Kelly que les explique personalmente sus políticas migratorias.
"En el poco tiempo transcurrido desde que el presidente Trump asumió el poder, hemos visto una cantidad de medidas alarmantes relacionadas al cumplimiento de leyes migratorias, refugiados y prohibiciones de viajes y otras áreas de seguridad nacional", indicaron en la misiva.
La vicepresidenta del National Council of La Raza, Clarissa Martínez, dijo que la propuesta no tiene sentido debido a los costos que representan las detenciones indefinidas y porque va en contra de los valores familiares.
Martínez aseguró en conferencia de prensa que el gobierno de Trump enfrentaría demandas legales si llegara a adoptar tal política pero advirtió que "a la administración poco le importa si las medidas son ilegales. Lo que buscan es causar confusión y miedo para así imponer políticas públicas que nunca habríamos aceptado en otras circunstancias".
Decenas de miles de familias que huyen de la violencia y la pobreza, en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, han sido detenidas en los últimos años al cruzar la frontera ilegalmente. Por lo general las familias son detenidas unos cuantos días o semanas antes de ser liberadas en Estados Unidos a la espera de que un juez decida su futuro.
La asesora legislativa de American Civil Liberties Union, Joanne Lin, indicó a AP que "es claro que Kelly sopesa esto porque lo ve como un arma disuasiva, pero si quieres evitar un granero en llamas vas a tener que saltar del granero".
La vicepresidenta de Leadership Conference on Civil and Human Rights Ellen Buchman advirtió que "no nos sentaremos a ver cómo las comunidades quedan divididas por estas políticas".
La modalidad detallada por Kelly forma parte de una política migratoria que ha generado temor en la comunidad inmigrante y que incluye la intensificación de las deportaciones y la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
El gobierno mexicano, por su parte, ha reforzado una serie de servicios consulares para dar apoyo legal a sus connacionales. Según el canciller, las solicitudes de información y ayuda desde que Trump llegó a la Casa Blanca se han incrementado un 400 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior porque hay una gran preocupación entre los mexicanos.
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Por otra parte, el presidente Trump firmó el lunes un decreto que prohíbe la emisión de nuevas visas para personas de seis naciones de mayoría musulmana y cierra de manera temporal el programa de refugiados en Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense evalúa separar de sus familias a los niños que crucen irregularmente la frontera que separa a México de Estados Unidos y sean detenidos por la patrulla fronteriza, informó hoy a Efe un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
"Eso es algo que el Departamento está considerando", dijo hoy a Efe este portavoz, quien aseguró que aún "no se ha tomado ninguna decisión" al respecto.
En una entrevista en la cadena CNN, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, anunció este lunes que su departamento está considerando cambiar la política actual, que permite a padres e hijos pasar juntos tres semanas bajo custodia de las autoridades, aunque pasados 21 días los niños tienen que ser liberados.
Con la nueva propuesta, los padres permanecerían bajo custodia de las autoridades en centros de detención para inmigrantes y los niños pasarían directamente al cuidado de los servicios sociales, mientras buscan a un pariente o una familia en Estados Unidos que quiera acogerlos.
La propuesta del Departamento de Seguridad Nacional está destinada a desalentar la inmigración irregular y se engloba dentro de la estrategia de mano dura del presidente de EU, Donald Trump.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional asegura que tiene en mente "la seguridad" de los migrantes con esa propuesta porque el camino al norte es muy peligroso para los menores, la mayoría procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras y que huyen de la violencia de las pandillas de sus países de origen.
"El viaje al norte es peligroso, con demasiadas situaciones en las que los niños, traídos por sus padres, parientes o traficantes de personas, son a menudo explotados, maltratados o incluso pueden perder sus vidas", dijo a Efe un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.
"Teniendo en cuenta la seguridad, el Departamento de Seguridad Nacional explora continuamente opciones que pueden desalentar incluso a los que están comenzado el viaje", añadió esa fuente.
El cambio que estudia el Gobierno de Trump se produce en un momento de auge en la inmigración irregular, pues en la frontera entre México y EU las autoridades detuvieron en enero a 31 mil 575 inmigrantes, lo que supone un notable aumento con respecto al mismo mes del año anterior, cuando fueron arrestados 23 mil 758.
En lo que llevamos de año fiscal, entre el 1 de octubre y el 31 de enero, las autoridades han detenido a 168.222 inmigrantes en la frontera sur, mientras que en el mismo periodo del año anterior hubo 126 mil 334 detenciones, lo que evidencia una tendencia a la alza, al menos en esos meses.