Ciudad de México, 7 de marzo (SinEmbargo).–”At rest” o “En paz” es la serie fotográfica que realiza la artista estadounidense Emma Kisiel en la expone los cadáveres de los miles de animales que mueren atropellados en las carreteras sin que nadie le importe.
¿Qué se hace en el caso de encontrar un animal muerto en alguna autopista donde nadie se detiene, nadie los mira? En algunos casos como en la ciudad de San Diego, California en Estados Unidos, las autoridades ofrecen un número donde se reportan los cadáveres de los animales y exhortan a las personas a no “tirar” los cuerpos a la basura. Servicios Ambientales atenderá el llamado y enviará a personal a remover los cuerpos de los animales con el fin de no generar enfermedades.
Si alguien mira un accidente en la carretera, un choque entre autos o el atropellamiento de alguien, seguro todos se detendrían, llamarían a una ambulancia e intentarían, en el mejor de los casos, auxiliar hasta que la ayuda profesional llegue.
Pero cuando se trata de criaturas del reino animal, la gente continúa su camino, conscientes de que más carros pasarán por encima de los cuerpos hasta que quedé un pedazo de piel, huesos y sangre de lo que alguna vez fue un bello animal a quien nadie le avisó que debía tener cuidado al cruzar esos caminos asfaltados por donde pasan máquinas que pesan toneladas con humanos adentro.
Todos los días se calcula que por lo menos un millón de animales son atropellados por vehículos en Estados Unidos. Se trata de mamíferos, aves, reptiles y anfibios que son golpeados a muerte por la velocidad de los carros, autobuses, motocicletas o camiones, según la organización defensora del bienestar animal Humane Society de Estados Unidos.
En Canadá, los usuarios pueden notificar sobre la muerte de un animal en la vía pública, pero si se encuentran en propiedad privada, serán responsabilidad de esa persona.
En 1996, se encontró que varios reptiles hallados muertos en las carreteras fueron intencionalmente atropellados por las personas en vehículos, según un estudio de realizado por el Servicio de Vida Silvestre de Canadá. La investigación confirmó que varios conductores aceleraban y se acomodaban de manera que pudieran arrollar a los animales y la tendencia mostró que se trataba más de hombres que de mujeres quienes hacían esto.
“‘En Paz’ es una serie que aborda el miedo humano de confrontar la muerte y la visión de ella. Mis imágenes ponen atención al hecho de que, mientras los hombres tienen impacto vasto en la naturaleza y en la vida de los animales, generalmente en la sociedad americana, la gente se separa de la vida silvestre y las almas de los animales tienen poco valor”, explica en una declaración la fotógrafa.
Mirar a las fotografías de Emma, por más confrontante que pueda ser, es mucho más fácil que mirar un cadáver en la carretera. Aquí hay homenaje, hay flores que los rodean, hay memoria.
Sobre esto, la fotógrafa explicó:
“Creo que las imágenes son confortantes y muchas personas que tienen comentarios negativos sobre estas fotografías hablan de un sentimiento de estar a la defensiva. Normalmente, cuando las personas ven las imágenes sin mi declaración, las personas asumen cosas que los hace sentir indignados por una variedad de razones”, lamenta Kisiel.
Aunque Kisiel explica que generalmente las personas que ven sus obras entienden y aprecian lo que busca hacer con ellas: hacer a la gente más consciente de lo cómoda que está con esta situación, con las muertes de los animales que cada vez se ven más.
MUERTE DE PASO
“Creo que las muertes en las carreteras son algo muy común en Estados Unidos que la mayoría de las personas no se siente molesta o angustiadas por ello”, declara Emma en entrevista.
Ver esa escena, para ella, es lo más triste de la situación porque el animal no dio su vida para un propósito como dar comida o calor.
“Su muerte fue innecesaria y puede prevenirse. Hay formas de evadir las muertes de los animales en las carreteras y esto no es una prioridad para muchos en Estados Unidos”, afirma la fotógrafa nacida en 1989 en Nueva York.
La serie “En paz” busca causar al espectador que se sienta impresionado por este concepto, las fotografías de los memoriales que la artista construye alrededor de donde se encuentran los cadáveres en el lugar donde sus vidas terminaron. “En Paz” expresa el carácter sagrado de los cuerpos de los animales atropellados al cruzar la carretera”, declara la fotógrafa Emma Kisielen su página web.
¿Es este un trabajo de denuncia?
No diría que el trabajo es una denuncia sobre este problema, o siquiera un comentario de ello. Es más bien una cuestión sobre el tema; pregunto yo y a los demás: ¿Estas muertes importan y por qué? ¿Cómo nos sentimos ver a un animal con un memorial? ¿Cómo la vista de un cuerpo decaído nos afecta? ¿Qué tan conscientes estamos de la forma en que nuestras acciones afectan a los animales no humanos en el mundo natural?
Emma Kisiel estudio Bellas Artes con énfasis en fotografía en la Universidad de Colorado, Denver en Estados Unidos. Su trabajo también es publicado en la revista Esquire, Featur Shoot, y Juxtapoz Magazine. La fotógrafa vive actualmente al este de Kansas y sus fotografías son una exploración de las maneras en que las personas tienen experiencias e interacciones con los animales.
Según su página web, Kisiel utiliza la fotografía para documentar y reflexionar sobre su acercamiento emocional y físico a los animales, ambos vivos y muertos. Así como el significado de la taxidermia en museos de historia natural o los lugares de la cultura del Siglo XXI donde los visitantes pueden mirar a animales preservados o cautivos.
La artista propone que las personas deberían tener más cuidado cuando manejan, cuando es seguro hacerlo ayudar a algún animal a quitarlo de en medio del camino en un esfuerzo para hacer su muerte más “pacífica”. Esto también ayudará a que otros animales que coman los restos del cadáver de los animales en las carreteras, no corran el riesgo de ser atropellados también.
“Las personas deberían tener más intención al momento de planear autopistas en áreas donde la población de vida silvestre es densa. En otro nivel, deberíamos tomar la oportunidad de ver a un animal muerto para considerar el sentimiento que incita y el por qué no nos molesta en algún nivel como ver a una persona muerta lo haría”, propone Kisiel.
FLORES PARA RECORDAR
“La creación de los memoriales de flores y piedras fue porque quería hacer algo para honrar a los animales cuya muerte fue probablemente tan dolorosa y su cuerpo quedó vulnerable para ser destruido por más carros”, expone Emma Kisiel.
Es cierto que “En Paz” muestra a las diferentes especies recostadas en sobre los escenarios al natural, con piedras y flores que los rodean. Es entonces, cuando en fotografía y a la vista se muestran pacíficos e inocentes y su muerte, trágica e inesperada.
“Al rodear el cuerpo con flores y piedras, elevo al animal muerto ignorado y subestimado como una criatura valiosa de reverencia”, dice.
Kisiel admite que sus imágenes pueden resultar abominable para algunos, en el aspecto en que muestran algo que la gente generalmente no quiere ver.
“La gente en mi cultura hace un esfuerzo para evadir esta escena. Amo la tensión que se presenta: cuando pocos aguantan ver la muerte, pero aún así no pueden quitar los ojos de encima”, confiesa la autora de “En Paz”.
En Nueva York existe una página donde se puede notificar en un portal de Internet el hallazgo de animales muertos en las vías públicas, que también notifica si se trata sobre especies en peligro o amenazadas.
Emma Kisiel de Nueva York, explica que recibe quejas de su trabajo y las fotografías, y aunque pocas veces es enfrentada directamente, afirma que su obra ha sido calificada como “hipócrita, hipster, irrespetuosa, racista y errónea”. Ella considera que son respuestas fascinantes a lo que considera ser un trabajo muy pasivo.
“Sus fotografías cuestionan constantemente la autenticidad de los momentos que los humanos comparten con los animales, así como el confort de la mortalidad. A veces repulsivas y confrontantes, las fotografías de Kisiel ponen atención a la hermosura de los animales y la importancia de las relaciones con ellos en una forma genuina y sincera”, establece una declaración sobre la fotógrafa.
La serie aclara que ningún animal fue lastimado por la artista para realizar las fotografías. La mayoría de los animales fueron hallados muertos en los caminos, por lo que bajo las leyes de la Ley del Tratado de Aves Migratorias, todos los animales permanecieron en el lugar original “para descansar” en paz, justo donde fueron hallados.