Todo el mundo tiene su trumpcito: Gabriel Orozco abre un OXXO en la Kurimanzutto

07/02/2017 - 12:00 am

¿Sería posible que una tienda de distribución masiva como OXXO vendiera arte en sus estantes? ¿Sería factible que una galería se convirtiera en una tienda de distribución masiva? ¿Estamos ya en la época de las marcas transnacionales del artista de consumo masivo?

Ciudad de México, 7 de febrero (SinEmbargo).- “Todo el mundo tiene su trumpcito”, dice Gabriel Orozco en la conferencia de prensa llevada a cabo en la Kurimanzutto, donde hoy abre su OXXO, proponiendo un juego de logos y reglas de mercado contrapuestas, como dos formas de entender un mundo capitalista que colapsa y se expande continuamente: el mercado del arte y el mercado de enseres domésticos en una tienda de conveniencia dentro de una galería de arte.

Así se trata de sacar de encima una pregunta que lo incomoda un poco: que hable sobre Donald Trump, “ese millonario que siempre nos molestaba a los neoyorquinos, hacía un edificio era horrible, abría la boca, también era horrible, siempre bad news” y que no le saque de su entender el arte, hablar de arte y no mucho más.

Claro que su nuevo proyecto, un OXXO en la Kurimanzutto, la tienda de conveniencia más significativa del país, la cual operará como tal durante treinta días hábiles en la ya icónica galería en la colonia San Miguel Chapultepec, creará polémica y traerá más de una declaración ad hoc.

“Bueno, cuando se dice polémica se cree algo malo. A mí me interesa la polémica en torno a debatir un concepto. Para empezar me gustaría analizar la palabra polémico. Si algo es polémico, algo está mal. No me gustaría dejarlo así. Mi arte ha sido polémico porque está tratando de plantear cosas nuevas”, dijo Gabriel Orozco.

OXXO, una cadena de tiendas en México, abrió su primer sucursal en Monterrey en 1978. Hoy cuenta con más de 14 mil tiendas. Es la cadena de su tipo en México. Más de diez millones de clientes son atendidos cada día; cuenta con 104 mil empleados y el año pasado abrieron mil 208 tiendas adicionales es la información que se informa en el boletín de prensa.

Para el artista, lo interesante es plantear preguntas, sin llegar a una respuesta definitiva, acerca de este juego de íconos donde participan los dos universos, el de bienes de consumo cotidiano y el del mundo arte, con 300 piezas intervenidas dentro del OXXO que podrían llegar hasta la producción de 3 mil objetos combinando las formas de producción, consumo y precios de las dos entidades.

“Una pregunta sobre la memoria, sobre el futuro, hacia dónde nos dirigimos en torno a los mercados que se están desarrollando en todos los niveles, cómo estamos reorientando el arte en nuestro país, los íconos que circulan en la vida cotidiana, al final lo que es interesante –espero- de este proyecto son la enorme cantidad de preguntas para generar polémica y podamos de todos modos seguir haciendo preguntas”, dijo Gabriel.

“El supermercado de Orozco muestra de qué manera los sujetos humanos están poderosamente orientados por los objetos, utilizando las repisas como representaciones de las condiciones físicas de la infraestructura que vuelve posibles la subjetividad y la sociabilidad”, afirma en su boletín, donde entre otras cosas ostenta que no pagó ni recibió pagos por usar la franquicia de OXXO.

“Es un intercambio que es absolutamente cultural. Todas las intervenciones son personales, todas las decisiones son a mi criterio”, dijo.

Uno de los objetos intervenidos, de acuerdo a su manera de dibujar en círculos. Foto: Especial

“YO NO ME CONSIDERO UNA MARCA”

“Yo no me considero una marca porque mi nombre o mi prestigio han sido el resultado de una investigación que he llevado a cabo. No es que esté yo produciendo lo mismo siempre, armando una fábrica, no tengo una fábrica, no puedo considerarme un productor en el sentido estricto de la palabra, ni siquiera soy un artesano”, dice Orozco.

“Claro que sí, en efecto, las cosas que digo o hago, por suerte, me da gusto, han generado interés por parte de ustedes, de parte del público que viene a verlos. La parte de la marca es interesante porque dentro del mercado tenemos empresa que comienzan a distribuir productos de cierta manufactura y se llaman sin marca. El tema es que esos productos comienzan a tener mucho éxito y ya se consideran una marca. En Japón hay unos objetos llamados mushi, que no tienen marca, pero han tenido tanto éxito que ya es una marca”, dijo el artista, residente hoy en Tokio, desde hace dos años.

Yo no me considero una marca porque mi nombre o mi prestigio han sido el resultado de una investigación que he llevado a cabo, dice Gabriel Orozco. Foto: SinEmbargo

LOS PRECIOS DE LOS OBJETOS INTERVENIDOS

En esta ocasión los precios de venta de la obra se verán afectados por las reglas del juego propuestas por el artista donde las piezas podrán ser adquiridas a precios exponenciales en varias direcciones y tiempos, desde los niveles de apreciación en el mercado de consumo masivo hasta los del desregulado y subjetivo mundo del arte donde Orozco tiene un mercado por demás sólido y bien establecido.

Desde principios de noventa, Orozco ha utilizado círculos sobre un amplio rango de objetos y superficies en diversas configuraciones. fotografías, tickets, dinero, papel, lienzo, hueso, terracota y piedra, entre otros.

En su práctica, la proliferación de los círculos en diferentes superficies puede compararse con la manera en que las marcas y los logos funcionan como huellas del capital global. Al colocar los círculos sobre objetos tan diversos como billetes, latas de refresco, cajas de medicamentos y envolturas de dulces y helados, Orozco sugiere los movimientos del flujo globalizado del mercado que lo permea todo, en todas partes.

“Creo que es importante recalcar que mi trabajo es específico. Cuando yo tomo una marca o un coche es porque tiene una carga cultural e histórica muy precisa. Yo no hubiera hecho este mismo proyecto en otra ciudad del mundo. Tenía que ser un OXXO porque tiene una carga muy específica y que forma parte de nuestra cotidianeidad”, dijo Gabriel.

“Ahí ya estamos revisando, creo, el significado del producto, la memoria de ese producto en nuestro cuerpo y de ahí uno entra en temas de identidad nacional, de producto interno, de distribución en mercados nacionales. No lo hubiera hecho con cualquier otra marca que no representara lo que representa OXXO en México”, añadió.

“¿Que principio de “nutricionalidad” sería el que el arte pudiera aportar como para distribuirse en un OXXO?”. Como un juego de estrategia, como un ajedrez económico, como un juego de logos y memoria, al intentar darle viabilidad a nuevas reglas de juego “traté de encontrar una lógica de producción, distribución y consumo que inserto (o injerto) en la funcionalidad de un OXXO típico, temporalmente experimentando dentro del mundo del arte”, puntualiza Orozco.

El “OROXXO” no podría funcionar en un lugar fuera de América Latina, de la misma manera que las Schwalbe amarillas lo hicieron en Berlín, la Vespa en Milán y la bicicleta en Amsterdam o la mesa de billar en Londres.

“El trabajo de Orozco es posible precisamente por su naturaleza geográficamente susceptible al sitio, porque cada obra interactúa con su entorno y cambia durante ese proceso. De esta manera, el resultado de la obra está más relacionado con lo accidental que con lo pre determinado”, especifica Briony Fer.

SOBRE TRUMP Y SUS ATAQUES A LOS MEXICANOS

Gabriel Orozco no quiere hablar de política. No quiere dar titulares que excedan su marco de desarrollo, pero las preguntas en la conferencia de prensa no pueden evitar hablar de Trump. “Son todos amigos de él. Yo soy un artista que trabaja en el mundo entero y en todo el mundo los significados son diferentes”, afirma.

“Esta situación no es tan nueva como parece y comenzar a actuar de acuerdo a cada una de las posturas. En el caso de Trump es bad news, malas noticias para Nueva York, donde lo hemos padecido bastante”, afirmó.

La intervención podrá visitarse a partir del 8 de febrero y hasta el 16 de marzo de 10 am a 7 pm de lunes a viernes y los sábados de 10 am a 4 pm en la galería Kurimanzutto ubicada en Gobernador Rafael Rebollar 94, colonia San Miguel Chapultepec en la Ciudad de México.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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