Leonard Glenn Francis, un magnate radicado en Singapur y conocido como "Fat Leonard" adquiría información secreta de los militares a cambio de beneficios personales, entre ellos fiestas sexuales con prostitutas.
Ciudad de México, 6 de noviembre (RT/SinEmbargo).- Lo que comenzó como una investigación del Departamento de Justicia de EU sobre un escándalo de corrupción en torno a un contratista militar asiático, se ha ampliado para incluir a otros 60 almirantes y cientos de oficiales de la Séptima Flota estadounidense, informa el periódico The Washington Post.
La Marina ha confirmado que ha estado revisando la conducta de 440 personas en servicio y retirados por posibles violaciones a la ley militar o a las reglas de ética federal en su trato con Leonard Glenn Francis, un magnate marítimo con residencia en Singapur y conocido coloquialmente como "Fat Leonard", quien adquiría información secreta de los militares a cambio de beneficios personales, entre ellos fiestas sexuales con prostitutas.
El escándalo no es nuevo, la cifra sí: desde el año pasado, se ha duplicado el número de almirantes que según la Armada están bajo investigación. Los nombres de los altos oficiales y cientos de otras personas involucradas, ha dicho la Marina estadounidense, se mantienen en secreto para evitar comprometer las investigaciones.
EL PEOR ESCÁNDALO DE LA MARINA DESDE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Se sospecha que la mayoría de los oficiales involucrados asistían a fiestas en los mejores restaurantes de Asia a expensas de Francis, que hizo una fortuna al proveer suministros a naves de la Marina estadounidense en puertos del Pacífico, desde Brisbane, Australia, hasta Vladivostok, Rusia. "Fat Leonard" era famoso por organizar fiestas con prostitutas, que a veces duraban días, de acuerdo con los registros judiciales federales.
Los fiscales federales afirman que, a cambio, los oficiales le proporcionaban a Francis información clasificada o confidencial que le permitió a su empresa, Glenn Defence Marine Asia (GDMA), defraudar la Armada por casi 35 millones de dólares. Los datos filtrados incluyeron movimientos de barcos e información confidencial de contratos. En algunos casos, los comandantes conducían sus naves a puertos donde GDMA podía cobrar tarifas falsas, sostuvieron fiscales citados por AP.
Los hechos han sido descritos como la peor muestra de corrupción en la historia de la Marina desde la Segunda Guerra Mundial. Los incidentes se remontan a 1992 y, más recientemente, a 2004. Las fechorías se mantuvieron en secreto durante años. Finalmente, en respuesta a una avalancha de denuncias por fraude, el Servicio de Investigación Criminal Naval (NCIS, por sus siglas en inglés) abrió en 2006 más de dos docenas de investigaciones separadas sobre Glenn Defense, de acuerdo con los registros judiciales.