Guerreros Unidos, que hace unos años era pequeño y desconocido, tiene ya una importante presencia en varias ciudades de Estados Unidos, alertó en su informe anual la DEA.
Esta organización criminal fundada en 2011, tras el debilitamiento del cártel de los Beltrán Leyva, cobró notoriedad en septiembre de 2014 cuando se le responsabilizó por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero.
Una de tantas conversaciones interceptadas por la agencia estadounidense, registrada el 30 de mayo de 2014, puso al descubierto la manera en la que el cártel traficaba la droga desde la sierra de Guerrero hasta la “Ciudad de los vientos”, su principal centro de distribución.
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Ciudad de México, 6 de noviembre (Periódico Central/SinEmbargo).- El reporte 2017 de la Administración para el Control de Drogas (DEA) ha identificado a 17 capos del narcotráfico que operan las seis organizaciones criminales de mayor poder en México y Estados Unidos: Cártel de Sinaloa, Los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Juárez, el de los Beltran Leyva y Guerreros Unidos.
De acuerdo con el informe, este último cártel, acusado de la desaparición de los 43 normalistas en septiembre de 2014, ha sido capaz de controlar un territorio que tiene los mayores plantíos de amapola en el sureste de México, además de ser el responsable del creciente consumo de la heroína en Estados Unidos y las enormes ganancias derivadas de su venta.
Guerreros Unidos, que hace unos años era pequeño y desconocido, tiene ya una importante presencia en varias ciudades de Estados Unidos, alertó en su informe anual la DEA.
Esta organización criminal fundada en 2011, tras el debilitamiento del cártel de los Beltrán Leyva, cobró notoriedad en el otoño de 2014, cuando se le responsabilizó por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero. La versión oficial indica que la Policía de Iguala detuvo a esos alumnos y los entregó a los sicarios de Guerreros Unidos, quienes los mataron, quemaron y arrojaron sus restos a un río, una afirmación que muchos han cuestionado.
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A pesar de que las autoridades en ambos lados de la frontera pusieron en la mirilla a Guerreros Unidos, al arresto de varios de sus jefes y a una sangrienta guerra con otros narcos, el grupo creó una lucrativa ruta de tráfico de heroína que llega hasta las calles del sur, medio oeste y este de Estados Unidos, según la DEA.
Poco antes de la desaparición de los 43 alumnos de Ayotzinapa, agentes federales de Estados Unidos ya tenían interceptados los teléfonos de ocho integrantes de una célula del cártel que distribuía varios kilos de heroína en Chicago, Illinois, y que enviaba fajos de dólares a los jefes de la organización en México.
Esa investigación se inició el 21 de agosto de 2013, luego que la Policía decomisara en una parada de tráfico alrededor de 200 mil dólares en efectivo a quien resultó ser un operador de Guerreros Unidos en Chicago. Ese hombre se convirtió en un informante de la DEA que echó de cabeza a sus cómplices.
Una de tantas conversaciones interceptadas por la agencia, registrada el 30 de mayo de 2014, puso al descubierto la manera en la que el cártel traficaba la droga desde la sierra de Guerrero hasta la “Ciudad de los vientos”, su principal centro de distribución.
“Tu tía llega entre las 8 y 9 de la mañana con los niños”, le dijo por teléfono un narco a otro en clave, de acuerdo con un reporte federal. La DEA explica que al mencionar “tía” se referían a un autobús y “los niños” era el cargamento de heroína.
En una acusación de 133 páginas, la Fiscalía federal señala que el presunto líder de esa célula, Pablo Vega Cuevas, alias “Transformer” y quien fue arrestado en diciembre de 2014 en Oklahoma, usaba autobuses que viajaban de México a Illinois para transportar la heroína. Solo en dos años, se cree que el grupo llevó al menos 183 kilos del narcótico generando ganancias de unos 11 millones de dólares.
La droga se ocultaba en paneles de los vehículos, registrados por las compañías “Autobuses Monarca Zacatecanos” y “Agencia de Autobuses Volcano”.
En una entrevista con el periodista Isaías Alvarado de Univisión, un agente especial de la DEA en Los Ángeles dijo sobre Guerreros Unidos: “Esta operación [tráfico de droga] afecta a una importante organización mexicana que presuntamente distribuyó grandes cantidades de heroína y cocaína en todo el medio oeste” de EU.
“En un reporte sobre el trasiego de narcóticos hacia EU se menciona a Guerreros Unidos solo después de referirse al liderazgo y operaciones de los seis carteles más grandes de México (Sinaloa, Zetas, del Golfo…). A pesar de su corta historia, Guerreros Unidos se ha convertido en una organización mexicana de tráfico de droga de una creciente preocupación, con una red de distribución de droga que abarca varias ciudades de Estados Unidos”, advierte la DEA a Univisión.
CARO QUINTERO Y “EL CHAPO”
En las fichas publicadas por la agencia norteamericana antidrogas reaparece Rafael Caro Quintero como uno de los líderes activos del Cártel del Golfo. Hay seis capos más que a pesar de que estar detenidos, aún mantienen influencia entre sus grupos; entre ellos Joaquín Guzmán Loera.
Periódico Central tuvo acceso a las fichas originales publicadas por la DEA en su último reporte, en donde a “El Chapo” como líder del Cártel de Sinaloa lo acompañan Ismael “El Mayo” Zambada-García; Dámaso López-Núñez, alias “El Licenciado” y, ahora, Rafael Caro Quintero.
En la estructura de Cártel Jalisco Nueva Generación se encuentran Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”; Jorge Luis Mendoza Cárdenas, alias “La Garra” y Abigael González-Valencia, alias “El Cuini”. En el Cártel de Juárez mantienen a Jesús Salas Aguayo, alias “El Chuyín”; Carlos Arturo Quintana-Quintana, alias “El Ochenta” y Julio César Olivas Torres, alias “El Sexto”.
En el Cártel del Golfo la DEA identifica a Juan Manuel Loza Salinas, alias “El Toro”; José Antonio Romo López, alias “Don Chucho” y José Alfredo Cárdenas Martínez, alias “El Contador”. En el debilitado grupo de Los Zetas mantiene a dos de sus líderes identificados como detenidos, entre ellos Óscar Omar Treviño Morales, alias “El Z-42” y Juan Francisco Treviño Chávez, alias “El Kiko”. Su único líder activo es Juan Gerardo Treviño Chávez, alias “El Huevo”.
Y a pesar de la muerte y detención de los hermanos Beltrán Leyva, esta organización criminal trasnacional mantiene el poder gracias a subgrupos dirigidos por Fausto Isidro Meza Flores, alias “El Chapo Isidro” y José Luis Ruelas Torres.
En el conteo aparecen dos que ya fueron asesinados: Juan Francisco Patrón-Sánchez, “H2”, perteneciente a los Beltrán Lyeva; y Juan Manuel Loza Salinas, “El Toro”, del Cártel del Golfo.
El reporte 2017 de la DEA alerta sobre un rápido crecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación, el debilitamiento de Los Zetas y la extensión de casi todos los carteles a la distribución y venta de metanfetamina.
En su evaluación de amenazas de los cárteles de las drogas 2017, la DEA detalla que seis cárteles mexicanos se mantienen con actividades importantes de distribución y venta de marihuana, cocaína, metanfetamina y heroína en territorio norteamericano. Los grupos criminales transnacionales identificados son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Juárez, el Cártel del Golfo, Los Zetas y el grupo de los Beltrán Leyva.
En el reporte identifican a estos seis grupos como los que mantienen presencia en múltiples ciudades de los Estados Unidos como Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Phoenix, Denver, Atlanta, Houston y Oklahoma. Existen otros grupos organizados que pesar de que ya han traspasado las fronteras —como Los Caballeros Templarios— no representan aún una amenaza, según la agencia norteamericana.
En el caso de grupos como Los Guerreros Unidos, el documento de la DEA establece que su crecimiento en los Estados Unidos se debe al control ejercido en Morelos, Estado de México y Guerrero ―donde tenían mayor presencia―, por lo que los marca como un futuro foco rojo.
A continuación Periódico Central presenta las fichas de los liderazgos identificados en cada cártel, su zona de acción y su estatus actual según el reporte de la DEA. Estas mismas fueron publicadas por la agencia norteamericana antidrogas al cierre de octubre del 2017.
