Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).– La violencia en algunos estados del país raya “en lo que observadores han caracterizado como Estado rebasado, ausente o suplantado” ante el avance y dominio que tiene la delincuencia del territorio y de las estructuras policiacas, expresó el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani.
En su mensaje semanal expresó que en algunos lugares, las policías se confunden con las fuerzas del crimen organizado, el cual también ha penetrado en las estructuras políticas y de gobierno.
“Se ha estimado según algunos estudios, que el crimen organizado tiene presencia operativa importante en 30 por ciento de los municipios del país, y aspiran a convertirse en actores políticos clave de los mismos, y en muchos casos lo han logrado”, dijo el respresentante de la cúpula empresarial.
En las últimas semanas, la violencia en el país se ha vuelto un tema de discusion en todos los sectores y en la prensa extranjera, tras el fusilamiento de 22 jóvenes en el Estado de México, por parte de elementos del Ejército; el homicidio del Diputado federal por Jalisco Gabriel Gómez Michel y la desaparición de más de más de 40 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, cuyos cuerpos, se presume aparecieron quemados y algunos desmembrados en fosas clandestinas, en Iguala, presuntamente por órdenes de un capo.
“Estos hechos, que incluyen homicidios de personajes políticos y civiles, actos de brutalidad extrema del crimen organizado, así como ejecuciones y desapariciones numerosas, ratifican que todavía estamos muy lejos de un estado de cosas que permita relajar la guardia en materia de seguridad pública”, manifesto en su mensaje semanal.
Ante este escenario, consideró que la delincuencia y la impunidad siguen siendo los desafíos más críticos para el gobierno Mexicano, pues los recientes hechos de violencia que han alcanzo incluso a politicos son evidencia de la impunidad que prevalence en un país en el que no se castigan el 97 por ciento de los delitos
Afirmó que la gente sigue sin denunciar los delitos que se cometen en el país y “la causa está en el temor, como ocurre en zonas donde gran parte de las policías es, de hecho, parte de la delincuencia organizada; o bien por la ineficiencia y corrupción de autoridades y responsables, que se ha vuelto endémica en algunas regiones y municipios”.
Ante la cercanía de que inicie el proceso electoral concurrente del próximo año, hizo un llamado para que se diseñe e implemente un mecanismo nacional para blindar las precampañas y las campañas de la infiltración de dinero y candidatos de la delincuencia organizada.
“Se requiere de un compromiso de los partidos políticos, el Instito Nacional Electoral, los gobiernos federal y estatales para cerrarles el paso. La primera obligación, en todos los niveles de gobierno, es cumplir y hacer cumplir las leyes, y proteger la integridad física y patrimonial de los ciudadanos. Se trata de gobernar; asumir sus response bilidades, y no de administrar el deterioro, desentendiéndose de los problemas o, peor, colaborando con los criminales, por acción, omisión o protección a sus intereses”, sentenció.
Y expresó que los casos aislados de conflictos de violencia en los que se han visto involucrados elementos de las fuerzas castrenses, más que desacreditar a la institución y “a su intervención inevitable y ejemplar, deben funcionar como un reclamo para que las fuerzas del orden civil, en todo el país, acaben de reformarse para cumplir con sus obligaciones”.
Reiteró que gran parte de esta ola de violencia se debe a que no ha existido aún un combate frontal a la corrupción pues el crimen organizado y la corrpción “se alimentan mutuamente”.
“La lucha a fondo contra la impunidad es lo que está haciendo más falta en México. Este es el gran reto de los mexicanos, para la transformación a fondo”, expresó.
LAS CIFRAS DE LA VERGÜENZA
El líder empresarial expresó que “los sucesos de alto impacto” que son noticia coinciden con una percepción ciudadana de inseguridad que se mantiene en muy alto nivel, y como la mayor preocupación de los mexicanos.
Los índices delictivos y de impunidad han continuado en aumento o mejoran poco o muy lentamente. Así lo confirmó la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe, 2014), que se dio a conocer justo la semana pasada.
La tercera parte de los hogares mexicanos tiene integrantes que sufrieron algún tipo de delito en un año, con más de 22 millones de víctimas y 33 millones de incidentes. Nueve de cada 10 quedaron sin denuncia, con una “cifra negra” que vuelve a crecer, y que ilustra la desconfianza prevaleciente con respecto a la pro curación de justicia.