En México se puede operar en la ilegalidad pero en lo oscurito. Esto lo entendió rápidamente Germán Goyeneche Ortega, quien la semana pasada fue detenido junto con el presunto narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, “El H”, uno de los líderes del Cártel de los Beltrán Leyva, acusado de ser su operador financiero y de tener a politicos panistas y verdes en su bolsillo.
Cercano a las redes de poder de Querétaro y Guanajuato, Goyeneche Ortega fue inmediatamente negado por casi todos los políticos a los que en algún momento apoyó.
Como su caso, han existido muchos a lo largo de la historia del país en la que los hombres del dinero corrompen, cometen actos de corrupción, sobornan autoridades y se benefician de sus favores, o se involucran con el crimen organizado. Pero, a veces, la suerte de un empresario caído en desgracia no la define la justicia sino su cuna. ¿Qué se necesita en México para ser exitoso? Muchas veces son las relaciones, volubles y engañosas, que hoy encumbran y mañana escupen…
Ciudad de México, 6 de octubre (SinEmbargo).- Un académico, experto en figuras de la iniciativa privada, separa a los empresarios mexicanos en dos clases: los de largo plazo y los coyunturales.
Los primeros son aquellos que pertenecen a familias de cierto abolengo entre la gente del dinero y han sido empresarios por generaciones. Los segundos son aquellos que surgen gracias a que aprovechan sus relaciones con el poder, ya sea partido político o alto funcionario en turno, para después caer en desgracia o desaparecer.
De estos últimos se ha escuchado hablar mucho sobre todo en los últimos 26 años, en los que la opinión pública ha analizado el impacto de ver tras las rejas a otrora poderosos hombres de negocios como los banqueros Jorge Lankenau Rocha, Carlos Cabal Peniche o también de ver la caída de grandes figuras del sector como el regiomontano Alfonso Romo o Gastón Azcárraga.
Empresarios de las dos clases definidas por Carlos Alba Vega, investigador del Colegio de México, se han distinguido por tener una relación cercana con el poder para luego caer en desgracia, la mayoría relacionados con actos de corrupción en los que no se quieren ver involucradas las figuras poderosas que en un primer momento los ayudaron a encumbrarse.
“Hay reglas no escritas que no deben de violar los empresarios, una de ellas es la discreción, el sigilo, si te descubren yo no respondo y así sucesivamente. Otra de estas reglas es que los políticos no quieren verse vinculados con el narcotráfico y el lavado de dinero y, en algunos casos, llega a ser tan evidente su problema de ilegalidad que ni los ‘ilegales’ que pueden estar dentro del gobierno los pueden salvar”, expresó el académico en entrevista con SinEmbargo.
Un caso reciente es el del empresario Germán Goyeneche Ortega, detenido la semana pasada junto con el presunto narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, “El H”, quien dos días antes de su detención estuvo presente en primera fila en un evento de precampaña del Diputado federal Ricardo Villarreal García, aspirante a la candidatura panista por San Miguel de Allende, Guanajuato.
Goyeneche Ortega aparece además como presidente del Consejo Ciudadano 100 por Querétaro y presidente del Parlamento Ciudadano de México (Pacime) para el Estado de Querétaro, al que fue propuesto por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), concretamente, por el Diputado federal por Querétaro, Ricardo Astudillo Suárez.
“Empresarios sexenales siempre van a existir”, aseguró por su parte María Fonseca Paredes, Directora del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México.
Considero que el empresariado y su función “es una clase muy loable”, pero dentro de la misma existen “personas que no dejan muy bien parada la dignidad, no le dan valor a esta actividad, la empresa es la forma de organización por excelencia para dar bienestar a nuestra sociedad, ya sea una micro pequeña o mediana. Lamentablemente, muchos no tienen una conciencia más allá de su búsqueda de riqueza”, agregó.
Alba explicó que cuando los empresarios caen en desgracia puede haber un trato diferenciado, entre aquellos que son de largo plazo y coyunturales y pone como ejemplo los casos de Carlos Ahumada Kurtz y Gastón Azcárraga Andrade.
El primero aprovechó sus ligas políticas y personales con militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con altos funcionarios del Gobierno del Distrito Federal para recibir concesiones de obras a sobreprecio. También tuvo nexos cercanos con el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, según ha contado él mismo, y el influyente panista Diego Fernández de Cevallos.
Pero cuando fue detenido en Cuba y extraditado a México, acusado de actos de corrupción, sus amigos poderosos sólo le dieron la espalda.
En el caso de Gastón Azcárraga, ex presidente del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación, ha sido protegido en todo momento por la justicia, que la semana pasada le otorgó un segundo amparo contra una orden de aprehensión girada por la Procuraduría General de la República (PGR) por el delito de violación a la Ley del Mercado de Valores.
La diferencia, explica el académico, es que Ahumada surgió de la nada, mientras que Gastón Azcárraga, primo del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, es parte de una familia de grandes empresarios que surgió después de la Segunda Guerra Mundial.
“El descrédito es terrible. Son muy raros los casos de empresarios que logran resarcir su imagen, como Ángel Isidoro Rodríguez Sáez [el “Divino”, que en su momento fue acusado de un fraude superior a los 400 millones de pesos] quien apeló más a un tema de carisma personal que a la confianza de las autoridades. Recordemos casos lapidarios como el ex banquero Jorge Lankenau, quien de posicionar un modelo de banquero y financiero personalizado y de identidad en la comunidad regiomontana, nunca logró levantar su imagen ni levantar su imperio [después de ser encarcelado]. Otro caso es Alfonso Romo, quien enfrenta un gran descrédito local debido a sus constantes fracasos en la holding Pulsar. Su imagen abatida y derrotada que denotan en los medios de comunicación y redes sociales sepultan su credibilidad”, expresó Eneas Mares Paris, consultor de imagen y autor del libro El vocero ante los medios.
Cuando un empresario cae en desgracia o es encarcelado, el impacto mediático es muy fuerte ya que por distintos sectores de la población “es visto también como el enemigo, el explotador, como la persona que tiene nexos con el narco, que de la noche a la mañana se hizo millonario. Es parte de nuestra idiosincrasia el satanizar a la gente poderosa; a quien se ha hecho de dinero con mucho esfuerzo, el mexicano hace lo imposible para disminuir sus capacidades o habilidades empresariales”, expresó el consultor.
Ver a un empresario tras las rejas nos dice a los mexicanos: “lo logramos”, “se los dije”, expresó el consultor.
CASOS EMBLEMÁTICOS
1. AMADO YÁÑEZ OSUNA Y OCEANOGRAFÍA
El caso más reciente de empresarios que han caído del cielo al infierno es el de Amado Osuna Yáñez, director de Oceanografía, una empresa favorecida por dos administraciones panistas; está acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de defraudar a Citigroup, que le prestó 585 millones de dólares.
Yáñez Osuna fue ampliamente ligado a los hijastros del ex Presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006), ya que durante su sexenio la empresa creció, se hizo contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) y prácticamente fue intocable también durante la administración del sucesor de Fox, Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
Entre 2001 y 2006, la empresa obtuvo 50 contratos de Pemex con un valor superior a 9 mil mdp.
A Oceanografía también se le acusó de causar una afectación a Petróleos Mexicanos (Pemex) por 3 mil 250 millones de pesos.
Yáñez fue detenido el 23 de marzo y puesto en libertad el 30 de mayo tras el pago de una fianza de 80 mil pesos. En su camino se llevó también al director general de Banamex en México, Javier Arrigunaga, quien el viernes pasado dejo el cargo “a la luz de las dificultades que nuestra institución ha enfrentado a lo largo del último año”, según un comunicado de la institución.
2. GASTÓN AZCÁRRAGA ANDRADE
El nombre de este empresario ha sido cercano a los círculos del poder desde hace varios sexenios. Como dice el académico de El Colegio de México, “su caso es muy peculiar”.
Azcárraga Andrade, ex presidente del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación, ha sido acusado de fraude fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Se le señala por la quiebra de Mexicana de Aviación, en 2010, al presuntamente haber retenido indebidamente impuestos de los más de 8 mil y trabajadores de la aerolínea sin haber enterado a fisco.
Gastón Azcárraga compró por 165 millones de dólares una participación del 30 por ciento de las acciones de la aerolínea en el año de 2005; para agosto de 2010 sus acciones las vendió a Tenendora K, “por un valor simbólico”. En ese mismo mes, Mexicana y sus filiales dejaron de operar debido a la crisis financiera por la que atravesaban.
Contra él existen también demandas de los sindicatos de trabajadores de Mexicana de Aviación por cuotas no entregadas, así como lo referente a los fondos para las jubilaciones.
De acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) de las transacciones con recursos de procedencia ilícita que realizó Azcárraga Andrade, se benefició Grupo Posadas, la cadena hotelera más grande de Latinoamérica, por más de 110 millones de pesos.
En diciembre de 2005, Cintra, uno de los accionistas de Mexicana de Aviación vendió por 165 millones de dólares el 95 por ciento de sus acciones a Grupo Posadas; de ese 95 por ciento, Posadas vendió, ese mismo día en que las adquirió, el 65 por ciento de las acciones a otras empresas, entre ellas a una de sus subsidiarias de nombre Administradora Profesional de Hoteles.
Según funcionarios de la PGR, en junio de 2006, Mexicana de Aviación creó el Fideicomiso 589 para sus empleados y subsidiarias. Para ello fueron sustraídos de la misma caja de Mexicana 198 millones de pesos, sin embargo, según las investigaciones de la Procuraduría, el dinero fue utilizado para otro fin que fue la compra de acciones a la Administradora Profesional de Hoteles por 197 millones de pesos
El día de esa transacción, Grupo Mexicana, ya a cargo de Gastón Azcárraga, transfirió 110 millones de pesos a la cuenta bancaria de Grupo Posadas. Cuatro meses después, la PGR detectó que el Comité del Fideicomiso 589 fue quien autorizó la venta de acciones de Mexicana a terceros, es decir, que no fue a los propios empleados o subsidiarias.
Asimismo, el empresario fue demandando por el sindicato que aglomera a los trabajadores del sector aéreo por retener 100 millones de dólares en impuestos cuando estaba al frente de Mexicana.
Y es que según las investigaciones, Azcárraga Andrade habría sustraído de la caja de Mexicana de Aviación una cantidad de 198 millones de pesos, aproximadamente, para pagar a uno de los accionistas de Grupo Mexicana, en este caso Administradora Profesional de Hoteles.
En 1991, tras la muerte de Gastón Azcárraga Tamayo, el consorcio hotelero Grupo Posadas fue heredado a su hijo, Gastón Azcárraga Andrade, de entonces 36 años, quien había empezado a trabajar en el grupo desde 1984.
Su preparación académica fue en la Universidad de Anáhuac como ingeniero industrial, y más tarde con una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard.
El grupo fue creado en 1967 por Gastón Azcárraga Vidaurreta, hermano de Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de Telesistema Mexicano –hoy Televisa.
El 2 de mayo de 2012 Azcárraga Andrade dejó a su hermano José Carlos la presidencia de Grupo Posadas; en septiembre del siguiente año vendió sus acciones, hecho que resultó en una guerra de demandas con sus hermanos por no darles preferencia en la oferta de venta.
Según el columnista Carlos Fernández la quiebra de Mexicana pudiera haberse evitado si el ex Presidente Vicente Fox no le hubiera “regalado” la concesión a al empresario, quien, afirma, siempre gozó de la protección del entonces Secretario de Comunicaciones y Transporte, Juan Molinar Horcasitas.
3. CARLOS AHUMADA KURTZ
El del empresario argentino radicado en México es un caso peculiar, ya que no sólo involucra a ex presidentes sino también a importantes militantes de partidos de oposición como Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
A principios de siglo, Ahumada Kurtz era un empresario y dirigente de clubes deportivos, dedicado principalmente a las ramas de la minería, la construcción y el fútbol.
Incursionó en el periodismo fundando el diario El Independiente y fue socio y miembro fundador del Colegio de Imagen Pública A.C.
Saltó a la fama pública en 2004 a raíz de haber denunciado la corrupción de altos funcionarios del gobierno de la Ciudad de México a través de la difusión de videos, en los que entregaba fuertes cantidades de dinero a importantes líderes de la izquierda y colaboradores del entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, como René Bejarano Martínez.
Tras salir a la luz pública los videos, se dio a conocer la “relación especial” que el empresario mantenía con la ahora Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga. También fueron intervenidos sus negocios y fue perseguido hasta Cuba, de donde fue deportado y encarcelado en México por corrupción, mientras todo el país observaba en televisión a René Bejarano, entonces operador político de López Obrador, meterse fajos de dólares a los bolsillos con todo y las ligas.
Sus nexos con importantes políticos mexicanos no lo libraron de tres años de prisión. Tras ser liberado (en 2007) volvió a su natal Argentina donde se dedica al negocio del futbol.
El año pasado, Ahumada Kurtz volvió a ser noticia al conocerse sobre una demanda que interpuso en contra el PRD y su entonces presidenta, Rosario Robles, para exigir el pago de 200 millones de pesos, que prestó al partido para saldar sus deudas.
Ahumada, quien radica en Buenos Aires, Argentina, dijo que por ahora sólo busca el pago de ese dinero y no el que le dio a René Bejarano, ya que de éste no tiene documentos para comprobarlo.
“Me deben 200 millones de pesos, es el importe a 2003, una semana antes cuando Rosario Robles salió de la presidencia del PRD, fue cuando se documentó la deuda”, dijo en entrevista radiofónica.
Pero Ahumada Kurtz reveló en un libro y a distintos medios de comunicación más detalles y, entre ellos que el ex Presidente Salinas y el panista Diego Fernández de Cevallos le había prometido 400 millones de pesos por orquestar un complot en contra de López Obrador, en 2004.
“Todo lo negocié directamente con Carlos Salinas”, escribió Ahumada en su libro Derecho de Réplica, que revela nombres y detalles de los participantes en el llamado “videoescándalo” que estalló en el país hace un lustro.
Además de haber grabado a Bejarano también tenía cintas en las que aparecían varios colaboradores de López Obrador que recibían dinero suyo a cambio de concesiones urbanísticas.
“Después de calificar los videos como “devastadores” para López Obrador, Salinas orquestó con el gobierno del presidente Vicente Fox (2000-2006), el complot contra el Jefe de Gobierno”, señala Ahumada en su libro.
Además de golpear políticamente a López Obrador, el ex mandatario usó los videos para negociar la salida de la cárcel de su hermano Raúl, acusado de homicidio y de enriquecimiento inexplicable, delitos de los que fue exonerado.
Al señalar a Salinas como el cerebro de la conjura, Ahumada confirma de facto las denuncias de López Obrador, líder de la izquierda mexicana, de que hubo un complot del Gobierno para impedir su ascenso a la Presidencia del país en el 2006.
Ahumada sostiene que entregó los videos a Salinas a cambio de dinero para pagar sus deudas y de protección política por una supuesta persecución del gobierno de López Obrador.
De los 400 millones que dice le prometió el ex gobernante mexicano, el empresario recibió 35.
4. CARLOS CABAL PENICHE
Ésta es la historia de una de las mayores fortunas creadas en tan sólo seis años, en los que el ex banquero Carlos Cabal Peniche llegó a amasar una riqueza calculada en mil 100 millones de dólares, presuntamente al amparo del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
El empresario surgió en 1988 como el prototipo del nuevo hombre de negocios mexicano al tomar las riendas de los quebrados negocios de su padre, relacionados con la producción de frutas en el sureste del país.
Dominó la mayoría de las acciones de las gigantes trasnacionales Del Monte Foods, Del Monte Fresh Produce e Interfruit Brasil. Era propietario del equipo de béisbol de Tabasco, de la firma agroindustrial Gigante Verde y de los hoteles Camino Real y Quinta Real.
También poseyó granjas, fincas, aserraderos, tractocamiones, buques, restaurantes y diversos comercios; en el Foro de Davos, Suiza, se le presentó como el prototipo del empresario mexicano.
Sin ninguna experiencia en el medio financiero, el 10 de noviembre de 1991 compró el paquete mayoritario de las acciones del Banco de Cédulas Hipotecarias, que más tarde sería Banco Unión.
Sus socios fueron, entre otros, los ex gobernadores Jorge Salomón Azar de Campeche, Mario Trujillo García, de Tabasco y David Gustavo Gutiérrez de Quintana Roo; también se encontraba el ex Secretario de Gobernación, José Patrocinio González Garrido.
Al comprar dos años después el 76 por ciento de las acciones de Banca Cremi, logró fusionar ambas instituciones crediticias para que operaran bajo el nombre de Grupo Financiero Cremi Unión, llegando a ser el quinto banco más importante en México.
Su caída empezó en 1993, en pleno auge del “salinismo”, cuando el empresario, en su calidad de presidente del Banco Unión, comenzó a desviar recursos de los ahorradores de sus bancos para concederse autopréstamos que ascendieron, de acuerdo a fuentes oficiales, a 700 millones de dólares.
El mecanismo fraudulento fue descubierto por las autoridades hasta 1994, a escasos tres meses de que concluyera la gestión de Carlos Salinas de Gortari.
El 5 de septiembre de 1994, la Secretaría de Hacienda anunció la intervención gerencial de todos los intermediarios financieros del Grupo Financiero Cremi-Unión, al tiempo que un juez federal giraba una orden de aprehensión en contra de Cabal Peniche, orden que llegó cuando el banquero ya estaba prófugo.
Cabal Peniche tenía amigos en el poder, ya que había financiado con cerca de 33 millones de pesos las campañas de Roberto Madrazo Pintado para Gobernador de Tabasco (con 13 millones), y a Ernesto Zedillo Ponce de León en la campaña presidencial de 1994 (con 20 millones).
“Los donativos políticos son una parte esencial de conducir normalmente los negocios en México. Son aceptados y considerados normales y no son ilegales. Todos los negocios necesitan regularmente permisos y licencias”, dijo Cabal Peniche en una ocasión.
Tras emitirse una orden de captura en su contra, Carlos Cabal Peniche pasó cuatro años viajando por Europa y Latinoamérica antes de ser detenido en Melbourne, Australia, en noviembre de 1999.
En septiembre de 1994, el banquero huyó a Francia con su esposa y sus cuatro hijos, de ahí viajó al norte de España, donde se ofreció una considerable cantidad por su captura, por lo que tuvo que ir a Italia y posteriormente a cambió su identidad y la de su familia y se refugió en Australia.
Tanto Cabal Peniche como su familia se identificaban con pasaportes falsos de la República Dominicana, el ex banquero utilizaba el nombre de Rafael Cerit Meritt, donde se inició en el negocio de quesos, vino y aceite de oliva.
El 10 de noviembre de 1998, Carlos Cabal Peniche fue ubicado por las autoridades australianas en el exclusivo suburbio Prighoen, de Melbourne, fue arrestado y trasladado a la prisión de alta seguridad de Port Philip.
Cabal argumentó en aquél país ser un perseguido político del sistema y tras dos años de peleas en los tribunales para no ser extraditado a México y de ser defendido por los bufetes jurídicos más caros, perdió todos recursos legales y finalmente fue otorgado a las autoridades mexicanas.
El Poder Judicial de Australia nunca le concedió la libertad bajo fianza para que saliera de la cárcel, a pesar de que ya se le había fijado una suma de 1 millón de dólares como caución; la PGR apeló la decisión
En una entrevista hecha durante las Olimpiadas de Sidney, Australia, en el año 2000 por Germán Dehesa y Javier Solórzano, quienes visitaron en Melbourne a Carlos Cabal Peniche, el empresario dijo:
“Nada cambiará mientras no cambie el presidencialismo autoritario y omnipotente. Si yo pudiera hablar, así como estoy hablando con ustedes, con Vicente Fox, no le pediría que me ayudara, sino que terminara con tanto autoritarismo absurdo”.
En 2001 fue extraditado a México con 14 cargos en su contra, posteriormente, fue liberado y en 2004 anunció su regreso a los negocios a través de una exportadora de piña y plátano.
El 31 de diciembre de 2012 asistió como invitado especial a la toma de protesta del Gobernador de Tabasco, Arturo Nuñez Jiménez.
5.- JORGE LANKENAU ROCHA
El empresario neoleonés fue otro de los favorecidos por el salinismo en sus momentos de gloria, que terminaron con la llegada de un nuevo sexenio. Estuvo preso en el penal del Topo Chico, desde el 17 de noviembre de 1997 hasta el 24 de diciembre de 2005, al ser procesado por fraude genérico con operaciones en paraísos fiscales por un monto de 170 millones de dólares en perjuicio de cientos de inversionistas del Grupo Financiero Abaco.
Lankenau decía ser víctima de una persecución liderada por EFG [de quien sólo se utilizan las siglas ante una petición de protección de datos], entonces presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y del ex Gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, pues alegaba que las decisiones que lo llevaron a prisión fueron avaladas por un consejo de administración en el que había connotados panistas y empresarios como el entonces Gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond.
Según Hacienda, el empresario regiomontano, junto con Raúl Monter Ortega y Jorge Camarena Legaspi, defraudó a 230 inversionistas con 170 millones de pesos.
En noviembre de 1997 el banquero se declaró inocente tras saber el veredicto. En esa fecha se enteró de que había una nueva orden de aprehensión en su contra por los delitos de fraude y asociación delictuosa, por casi siete millones de dólares.
En diciembre de 2003 Lankenau Rocha logró el perdón judicial de 113 inversionistas, que recibieron 12 millones de dólares, aunque reclamaban un monto de 41 millones.
El ex banquero quedó libre en diciembre de 2005, después de depositar una fianza de 53 millones de pesos que le fijó un juez de distrito y tras obtener dos amparos que lo eximieron de pagar 200 millones por reparación de daños que exigían inversionistas de Confía.
El también ex presidente del equipo Rayados y ex presidente de los desaparecidos Banca Confia y Ábaco Grupo Financiero murió el 16 de junio de 2012.
6. DAVID PEÑALOZA SANDOVAL
Otro de los empresarios del llamado salinismo es David Peñaloza Sandoval, presidente de la empresa constructora Triturados Basálticos (Tribasa). Quien a pesar de múltiples acusaciones sobre la calidad de sus obras y sus relaciones con el ex Presidente también pudo verse beneficiando por las administraciones de Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
Tribasa, hoy Pinfra, fue una de las constructoras preferidas por el salinato y se convirtió en la tercera mayor constructora y concesionaria de autopistas de peaje del país, pero entró en números rojos cuando la crisis económica mermó los ingresos del peaje y disminuyó la inversión en infraestructura.
El empresario fue detenido en 2002 en España por elementos de la Interpol, luego de varios meses de ser perseguido tras ser acusado de un fraude por 29 millones 500 mil dólares en agravio de Nacional Financiera (Nafin).
Como Presidente de la República, Salinas benefició a las empresas de Peñaloza con la construcción de carreteras y autopistas. Y en el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000) siguió siendo “el consentido” al obtener acciones importantes tras la desincorporación de los aeropuertos. Logró, por ejemplo, adquirir un importante paquete accionario en el Grupo Aeroportuario del Pacífico, el cual enfrenta serios problemas derivados de los vicios y fallas que datan desde el proceso de privatización.
Según consta en la orden de aprehensión, en su carácter de presidente y representante legal de la empresa constructora Grupo Tribasa, SA de CV –y otras compañías — incurrió en diversas “maquinaciones dolosas” con las que indujo a Nacional Financiera a considerar que recuperaría una inversión cercana a los 30 millones de dólares estadounidenses, hecha en Tribasa.
Además, la directiva de Tribasa, encabezada por el propio Peñaloza, “con pleno conocimiento de los actos que realizaba, simuló una compraventa de acciones a través de una tercera persona moral vinculada con otras empresas bajo su control, “con la intención clara y dolosa” de eludir el pago de 29 millones 500 mil dólares, más intereses, por lo que Nacional Financiera reportó un daño patrimonial por 202 millones 26 mil 500 pesos
Peñaloza quedó libre en julio de 2010 al pagar una fianza de 28 millones de pesos.
Mientras que la vida de muchos hombres de negocios llega a su fin tras un arresto, Peñaloza resurgió de las cenizas y no sólo continuó con sus negocios sino que el año pasado se unió por primera vez a la lista de los hombres más ricos del mundo publicada por la revista Forbes, al registrar una fortuna de 2 mil 100 millones de dólares.
7. ALBERTO ABED
El nombre de Alberto Ángel Abed Schekaiban, se hizo famoso en la década de los 90 al ser mencionado como presunto prestanombres de Carlos Hank Rhon, hijo del priista Carlos Hank González, uno de los pilares del llamado Grupo Atlacomulco.
Abed fue piloto privado de Aerolíneas Ejecutivas (ALE), una empresas de taxis aéreos, que transportaba a empresarios, políticos, jefes de Estado y artistas.
Junto con su hermano había comprado un avión que operaba como taxi aéreo, después pasó al segmento de los vuelos charters y finalmente, con una inversión de 500 mil dólares, el apoyo de su hermano y un grupo de inversionistas, encabezados por Hank Rhon, fundó Taesa, la primera aerolínea de bajo costo de México.
“De aquí las especulaciones” de que era prestamista de Hank, según explicó Abed el año pasado a la revista Expansión.
Taesa entró en competencia con Aeroméxico y Mexicana de Aviación al ofrecer tarifas hasta 30 por ciento más baratas. No obstante, la crisis de mediados de los 90 golpeó fuertemente al sector: por un lado, se desató una guerra de precios que llevó a tener tarifas de menos de 100 pesos. Luego vino la devaluación, en diciembre de 1994, y con ello aumentaron las deudas de las aerolíneas, cotizadas en dólares, y la caída en sus ingresos por falta de demanda.
Taesa sobrevivió a ese primer coletazo de la crisis; no obstante, tuvo constantes problemas regulatorios y de mantenimiento, además de conflictos con el sindicato, terminando con un accidente, el del vuelo 725 en el que murieron 18 personas a bordo de un DC-9-31.
Este accidente derivó en la suspensión de la licencia, lo que aceleró su quiebra. Debido al accidente, la aerolínea fue sometida a una inspección profunda y su retorno a las operaciones estuvo supeditado a cumplir con ciertas exigencias de seguridad, pero antes de llegar a cumplirlas se declaró en quiebra, esto fue el 21 de Febrero del 2000.
Alberto Ángel fue objeto de una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por el supuesto delito de lavado de dinero.
La investigación se centró en el análisis de las operaciones ejecutadas en instituciones financieras radicadas en Miami y Nueva York.
Las autoridades estadounidenses mantuvieron bajo sospecha el proceso de quiebra de la aerolínea, ante la duda de que sus dueños habían extraído ilegalmente dinero del sistema bancario de EU para trasladarlo a paraísos fiscales.
La investigación se basó en que la declaración de quiebra de Taesa se debió a un manejo irregular de los recursos presuntamente triangulados a varias empresas constituidas y operadas en México, Suiza, Estados Unidos, Luxemburgo e Irlanda.
El análisis del Departamento del Tesoro también abarca las operaciones relacionadas con la compra de aeronaves destinadas a la empresa Servicios Integrales de Aviación S.A. (SIASA), constituida en sociedad con Jaime Ross Castillo, preso desde 2004 en el Reclusorio Sur por su supuesta responsabilidad en el delito de lavado de dinero.
Abed también ha sido ligado al político tabasqueño y ex candidato presidencia priista Roberto Madrazo Pintado, ya que SIASA había firmado en 2002 un contrato de prestación de servicios con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando el político era el presidente nacional del tricolor.
8. RAYMUNDO GÓMEZ FLORES
La de Raymundo Gómez Flores es una historia de riqueza ligada al salinismo, que le permitió convertirse en accionista mayoritario de Minsa, Grupo Geo y Dina. En 1989, el empresario tapatío, junto con otros dos inversionistas compró a precio de ganga el 66.73 por ciento de la entonces empresa pública Diesel Nacional (Dina); en 1991 se hizo acreedor del también nacionalizado Banca Cremi, que posteriormente vendió a Carlos Cabal Peniche.
Su nombre apareció varias veces entre los beneficiados por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), gracias a la cesión, a precio de ganga, de empresas públicas.
Con el Grupo Estrella Blanca, por ejemplo, obtuvo un rescate de mil 489 millones de pesos; con Financiera Reforma, donde fue socio de Cabal Peniche, el rescate fue por 251 millones de pesos, asimismo, el gobierno le compró una deuda de 780 millones de pesos adquirida a título personal.
En el año 2000 Dina empezó a caer al registrar un desplome de 78 por ciento en sus ventas, registrando una pérdida de 980 millones de pesos.
En todos los foros donde se le permitía, Gómez Flores siempre platicaba que había luchado desde los 17 años trabajando fuerte con un carrito de hot dog que llevaba a diario a la Facultad de Arquitectura en la barranca de Huentitán, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde tenía ventas de hasta 300 pesos diarios.
Dina construía maquinaria y equipo, principalmente camiones pesados, tracto camiones, camiones, automóviles y motocicletas, la mayoría de ellos con tecnología propia.
La década de los 90 fue el mejor momento de la empresa: cotizaba en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y en el New York Stock Exchange (NYSE) y más aún… aprovechó los acuerdos comerciales firmados por el gobierno mexicano y se lanzó a otros mercados: Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Argentina, República Dominicana y Bolivia.
Para 2003, la empresa, como tal, había desaparecido; en su momento llegó a emplear a más de 3 mil personas directa e indirectamente en el mundo, pero ante la situación, liquidó a todo su personal, vendió todos sus activos y debió cubrir una deuda de 192 millones de dólares.
Gómez Flores siempre se ha definido como un empresario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por ello, en el pasado fue Senador por ese instituto político.
“Acepté ser candidato a Senador porque me lo pidió el Presidente Zedillo, pero nunca busqué el cargo”, dijo en una entrevista.
9. JOSÉ SUSUMO AZANO MATSURA
Es uno de los empresarios ligados al calderonismo y uno de los principales contratistas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El 20 de febrero de 2013, Susumo Azano fue presentado ante una corte federal de San Diego, Estados Unidos, acusado de canalizar donativos ilegales a políticos estadounidenses por más de 500 mil dólares.
Azano Matsura también es investigado en México por la Procuraduría General de la República (PGR) acusado de presunto lavado de dinero.
Está vinculado con la empresa Security Tracking Devices, la cual vendió a la Sedena –entre marzo de 2011 y marzo de 2012– equipo de espionaje por 5 mil 513 millones de pesos, sin licitación y con un sobreprecio de más de 800 por ciento, según información extraoficial.
En Estados Unidos es ilegal que un extranjero contribuya en campañas electorales. Un fiscal federal aseguró que Azano Matsura canalizó recursos al ex alcalde Bob Filner, entre otros políticos.
Azano es arquitecto de profesión, tiene su residencia en la isla Coronado, del condado de San Diego, además de diversas propiedades en Estados Unidos.
Su carrera empresarial inició a finales de los años 70, cuando amplió una compañía constructora de su propiedad y años después se especializó en la construcción de naves industriales para empresas trasnacionales en Jalisco.
Fue demandado por una trasnacional debido a que una obra encargada no cumplía con las obligaciones contraídas y estuvo preso varios meses.
Posteriormente se convirtió en proveedor de placas vehiculares e impresión de hologramas para diversos estados del país.
Se presume que en diferentes etapas de su carrera empresarial, Azano Matsura tuvo vínculos estrechos con César Nava Vázquez, secretario particular del entonces Presidente Felipe Calderón y ex dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), con Francisco Ramírez Acuña, ex Gobernador de Jalisco y ex Secretario de Gobernación, y con el Senador y ex Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, entre otros.
10. ALFONSO ROMO GARZA
Empresario de cuna y parte del poderoso Grupo Monterrey, Alfonso Romo Garza siempre fue cercano al poder, no importa el partido que lo ostente.
Después de haber sido uno de los hombres más exitosos del país, hizo una serie de apuestas fallidas: a finales del siglo pasado tuvo que deshacer Seminis, el principal activo de controladora Savia, un imperio de biotecnología de 4 mil millones de dólares, para pagar sus deudas que llegaron a alcanzar hasta los mil 300 millones de dólares.
En sus días como exitoso hombre de negocios, Romo competía con Carlos Slim Helú en algunos sectores, como la producción y comercialización de cigarros a través de Cigarrera La Moderna (que después fue vendida a la multinacional inglesa The British American Tobacco); era parte del Consejo de Televisa; en los pasillos del empresariado se decía que era el “jefe” del Secretario de Hacienda durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella.
Pero así como amasó una gran fortuna, también tuvo una estrepitosa caída: quebró a sus principales compañías y para salir de deudas tuvo que deshacerse de casi todo su gran grupo. Le fue mal en los negocios, según versiones, porque dedicaba más tiempo a sus caballos que a vigilar sus inversiones.
Hacia el año 2004 inició el remate de sus principales activos: Seguros Comercial América a ING y algunas plantas de Empaques Ponderosa a la Organización Editorial Mexicana (OEM) para financiar la expansión de Seminis, empresa que logró controlar el 22 por ciento del mercado internacional de semillas, pero ante el embate de grupos ambientalistas, principalmente, Greenpace, que promovieron campañas en contra del consumo de alimentos genéticamente modificados, tuvo que adaptar sus expectativas y planes de negocios, por lo que terminó por vender los activos de Seminis a su competidor estadounidense Monsanto.
Romo fue también el primer empresario en mostrarse abiertamente como seguidor de un candidato de izquierda a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, después de haber sido promotor de la campaña del panista, Vicente Fox.
11. GERMÁN GOYECHENE ORTEGA
Germán Goyeneche Ortega es un conocido empresario de Querétaro con inversiones inmobiliarias en San Miguel de Allende, Guanajuato. Ha sido identificado con políticos sanmiguelenses vinculados al Partido Acción Nacional, como Jesús Correa, actual Secretario General Adjunto del PAN; Cristóbal Finkelstein Franyutti, ex candidato a Presidente municipal; y Oscar Arroyo, actual Diputado local.
Los dos primeros son identificados con el grupo del Diputado Luis Alberto Villarreal, ex coordinador de la fracción panista en el Congreso de la Unión. El empresario es accionista del fraccionamiento Otomí Lake and Villas, ubicado en la rivera de la presa Allende, el cual forma parte del grupo Centurion Real Estates and Resorts, que involucra capitales mexicanos y estadounidenses, según su información disponible en Internet, que promueve proyectos residenciales en ciudades como San Miguel de Allende.
El empresario fue detenido el lunes junto con el presunto narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, “El H”, del Cártel de los Beltrán Leyva, acusdo de ser su operador financiero.
También estuvo presente en primera fila en un evento de precampaña del Diputado federal Ricardo Villarreal García, aspirante a la candidatura panista por San Miguel de Allende. De sombrero –como le gusta–, Goyeneche escuchó con atención a Villarreal, de quien, de acuerdo con distintos testimonios, es cercano.
Sin embargo, el Diputado declaró posteriormente que si bien conoce al empresario, negó tener una amistad con él. También estuvo con Luis Alberto, su hermano, ex coordinador de la bancada panista en el Congreso local, con quien lo unían sus aficiones taurinas.
Las detenciones de Héctor Beltrán y Goyeneche se realizaron mientras se encontraban departiendo en el restaurante “Pescau”, uno de los lugares de moda en el centro de San Miguel de Allende.
Germán Goyeneche Ortega aparece además como Presidente del Consejo Ciudadano 100 por Querétaro y Presidente del Parlamento Ciudadano de México (Pacime) para el Estado de Querétaro, al que fue propuesto por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), concretamente por el Diputado federal por Querétaro, Ricardo Astudillo Suárez. El dirigente del Verde en Querétaro es Austillo. Aceptó a la prensa local que el empresario incluso es militante.
Goyeneche Ortega, de 44 años de edad, quien dejó trunca la carrera de Agronomía en el Instituto Tecnológico de Monterrey, es fundador, socio y director de las empresas Trinvest y Grupo Baresa.
Es miembro de un grupo de forcados queretanos, como se le conoce al toreo a la portuguesa, mientras que Luis Alberto Villarreal es aficionado práctico y a menudo salta a los ruedos en San Miguel Allende y Querétaro. En la fila de atrás del evento de Ricardo Villarreal estuvo Cristóbal Finkelstein Franyutti, político panista y ex aspirante a la Alcaldía de San Miguel Allende, aunque derrotado en dos ocasiones.