Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).– La Senadora Marcela Torres Peimbert, del Partido Acción Nacional (PAN), propuso gravar con un impuesto adicional de un peso con 70 centavos a cada lata de refresco, con el objetivo de inhibir su consumo y al mismo tiempo generar recursos por 22 mil millones de pesos, que permitan al sector salud atender los problemas derivados del abuso de bebidas con alto contenido de azúcar.
La propuesta cobra relevancia a dos días de que el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, presente la iniciativa de reforma hacendaria del Gobierno federal, que posiblemente contendrá un catálogo de nuevos impuestos, incluido el Impuesto al Valor Agregado en alimentos y medicinas.
“En este momento lo que estamos buscando es exigir a la Secretaría de Hacienda, que en el próximo paquete fiscal tenga una medida preferente a nuestra propuesta, porque es un asunto de salud que salvará la vida de millones de mexicanos”, sostuvo la Senadora panista.
Torres Peimbert calculó que el impuesto especial de 20 por ciento a los refrescos permitirá reducir drásticamente el consumo de este producto. La fórmula no es nueva, es la misma que se empleó para intentar reducir el consumo de cigarros, la cual ha funcionado, según datos oficiales.
“Se pretende gravar 1.70 pesos por lata y se recaudarían 22 mil millones de pesos anuales, con este dinero, estamos sugiriendo que se pueda introducir agua potable, tanto a las escuelas públicas como a las comunidades menos favorecidas económicamente”, precisó la legisladora panista.
“Se piensa que con esta medida disminuirá 12 por ciento el consumo de refresco, lo cual será muy importante si tenemos 80 mil muertes sólo por diabetes al año, disminuiremos una gran cantidad de muertos, lo cual ya de por sí es bueno”, apuntó.
La iniciativa para gravar con un impuesto especial a los refrescos fue planteada, en primera instancia, por un grupo de organizaciones civiles, preocupadas por el alarmante consumo de bebidas azucaradas en México, así como el incremento en las enfermedades relacionadas con su consumo.
“La propuesta llegó a mí a través de 70 organizaciones de la sociedad civil. Me decían que no se había podido presentar la iniciativa por la enorme presión que realiza la industria refresquera que ejerce la industria refresquera, y el cabildeo gigantesco que realizan: gastan millones y millones de dólares en el mundo entero cabildeando para que no pasen este tipo de iniciativas”, subrayó la legisladora, quien se comprometió con las organizaciones civiles a abanderar su propuesta y no ceder ante las presiones de las grandes empresas refresqueras.
UN MEXICANO TOMA, EN PROMEDIO, MEDIO LITRO DIARIO DE REFRESCO
México es el país que más refresco azucarado consume en el mundo. Se calcula que una ingesta de 163 litros por persona al año, lo que equivale casi a medio litro de refresco diario. Para los especialistas, la cifra es alarmante puesto que el refresco se compone sólo de líquido y azúcar, que no aporta ningún nutrimento.
Para Alejandro Calvillo, director general de El Poder del Consumidor, es sumamente importante implementar un impuesto especial para el consumo de sodas, ya que se ha demostrado en la práctica que la demanda de refrescos disminuye, cuando aumenta su precio.
“Somos el país con el mayor consumo de refrescos. Encontramos una población importante de un 25% que está consumiendo diario, y que puede estar consumiendo dos refrescos al día o más, esas personas están con un altísimo riesgo ya no de obesidad sino de diabetes”, precisó.
Calvillo es uno de los principales promotores de una importante campaña publicitaria, la cual busca concientizar a los mexicanos sobre los daños que produce el abuso de bebidas azucaradas.
“Se calcula que una lata de refresco tiene 12 cucharadas de azúcar por porción. Asimismo, los niños que consumen más de una porción diaria, suben el 60% la posibilidad de tener diabetes a corta edad”, señaló.
A decir de los expertos, el consumo de refresco no necesariamente se refleja en aumento de peso u obesidad, hay gente que por su constitución no sube de peso. Sin embargo, el problema no sólo es estético, en Estados Unidos se calcula que 40% de la población tiene síndrome metabólico, hipertensión, resistencia a insulina, que se explica por el alto consumo de azúcar.
En México, la situación puede ser más alarmante, debido a que no hay estudios suficientes sobre el impacto del consumo de refresco, ni la cultura para que los mexicanos dejen de hidratarse con refresco en lugar de agua natural.
“Nosotros tenemos una experiencia que registramos en video, una comunidad de Chilalpa, en el centro de Guerrero. En el municipio levantamos encuestas en varias encuestas en el municipio, supervisadas por especialistas; 60% de los niños decían que desayunaban con refresco, ya sumados de secundaria 60% declaraban que habían consumido más o más veces refresco el día anterior”, lamentó Alejandro Calvillo.
La Senadora Marcela Torres Peimbert coincidió en la alarma. Agregó que México es el país con el mayor número de obesos, cifra que se suma la del primer lugar en niños con obesidad, que se alcanzó desde años pasados.
“Tenemos 80 mil muertes al año sólo de diabetes y de cada 10 mexicanos, siete padecemos obesidad o sobrepeso, lo cual condiciona la segunda causa de muerte que son los infartos cardiacos, así como las embolias cerebrales, que son consecuencia de la alta presión arterial y del síndrome metabólico, sobrepeso y obesidad”, expuso.
EL IMPUESTO ADICIONAL REDUCIRÁ MILLONES DE MUERTES
La Senadora panista Marcela Torres Peimbert aseguró que la medida propuesta no busca generar recursos adicionales para las arcas de alguna dependencia del Gobierno. Por el contrario, explicó, se trata de una herramienta para reducir el consumo de un producto nocivo para la salud.
“El objetivo de esta medida no es de recaudación, es de salud, no va a ser la única medida que se tomará, desde luego que la experiencia del mundo nos marca tres requisitos para que disminuya el consumo de ciertos productos. La primera es el impuesto especial, la segunda es el etiquetado, y tercera es la publicidad engañosa”, detalló.
Y es que con el impuesto especial no sólo se recaudarían 22 mil millones de pesos, también generaría importantes ahorros al sector salud en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo del refrescos.
“De cada cuatro camas de hospitales públicos en el Distrito Federal, tres están ocupados pacientes, cuyos padecimientos son consecuencia de la obesidad y el sobrepeso. Todo esto implica un enorme gasto, primero en salud que es lo más preciado que tenemos los humanos, después lo económico para las personas, para las familias y también para el Estado mexicano”, abundó.
Ante esto, la Senadora fue enfática en su llamado al titular de la Secretaría de Hacienda, así como a la Cámara de Diputados, a fin de que consideren su propuesta dentro de la discusión de la Ley de Ingresos para el próximo año.
“Yo exijo que dentro de ese paquete venga una disposición de un impuesto especial al consumo de refresco, porque es urgente decrecer su consumo”, concluyó.