Ciudad de México, 5 de noviembre (SinEmbargo).- Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, uno de los hombres más poderosos del mundo desde que se fugó de una prisión federal durante el gobierno de Vicente Fox Quesada, “había llegado a un nivel dentro de la Federación que podía exigir protección del gobierno corrupto [de México] a los más altos niveles”, dice un reporte de la Agencia de Lucha contra las Drogas (DEA).
El informe etiquetado como “sensible”, a cual tuvo acceso la cadena norteamericana en español Univisión, indica que en la década de los ochenta Guzmán Loera alcanzó un poder inusitado dentro de la organización criminal conocida como “Federación”, y cuyo origen se remonta al acuerdo de capos que encabezó Amado Carrillo, “El Señor de los Cielos”.
Entre los contactos importantes de Guzmán en esa época, la DEA menciona al Procurador General de la República en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Enrique Álvarez del Castillo, quien falleció en 2006. Álvarez fue además Gobernador de Jalisco y Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Según el reporte, “El Chapo” tuvo a su servicio a policías, que incluso lo habrían acompañado a una fiesta en su honor en Colombia.
El dossier que la cadena de televisión dice tener resguardado indica que el capo mexicano había alcanzado una posición relativamente importante en el mundo del narcotráfico en 1985, cuando trabajaba como supervisor en sembradíos de marihuana en un rancho propiedad de Gilberto Caro Rodríguez, tío de Caro Quintero.
El organismo estadounidense se enteró de la existencia de “El Chapo” por un operativo que se realizó en esa propiedad. Debido a esto, según el documento, el narcotraficante y otros de sus colaboradores “convencieron al Gobernador de Durango [Armando del Castillo Franco] para que permitiera el asesinato del jefe de seguridad del Estado en represalia por la redada a la plantación”.
La DEA atribuyó el ascenso de Guzmán Loera en la llamada Federación –agrupación de grandes capos de la droga– a Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, considerado entonces como uno de los principales lugartenientes de la organización, dice el documento citado por Univisión.
Antes de que fuera arrestado en 1986, Esparragoza “puso a Guzmán Loera a cargo del manejo logístico de la Federación” y quedó a cargo de coordinar vuelos con cocaína que llegaban a México desde Colombia.
El reporte clasificado plantea que en esa época el ahora líder del Cártel de Sinaloa manejaba entre 10 y 12 toneladas de cocaína que despachaban los colombianos y que fue apodado como “El Rápido”, por garantizar que la droga llegará a Estados Unidos.
Los narcotraficantes colombianos estaban tan satisfechos con el trabajo de Guzmán Loera que ofrecieron una fiesta organizada por el narcotraficante del Cartel del Norte, Iván Urdinola Grajales.
“Guzmán Loera voló a Colombia en un Learjet privado acompañado por un entorno que él presentó como oficiales de la policía mexicana”, detalla el documento de la DEA.
Según una lista de las autoridades de Estados Unidos, oficiales le “abrieron las puertas” del gobierno mexicano a los narcotraficantes colombianos cuando tenían problemas de personal que había sido detenido en México.
