Son receptores de remesas 1.6 millones de hogares en México, 4.8 por ciento del total. El porcentaje de familias que reciben remesas aumenta en estados como Zacatecas (16.7 por ciento), Michoacán (15.8 por ciento) o Nayarit (13.2 por ciento).
De acuerdo con sus estimaciones, las remesas enviadas a México crecerán esta año 9 por ciento anual hasta llegar a 33 mil millones de dólares, mientras el próximo año lo harán en 6 por ciento hasta 35 mil millones de dólares, volúmenes nunca antes alcanzados.
México, 5 de septiembre (EFE).- Pese a la retórica del Presidente estadounidense, Donald Trump, unos 12.2 millones de mexicanos vivían en Estados Unidos en 2017, un máximo histórico que se conjuga con un mayor envío de remesas, explicó hoy BBVA Bancomer.
"Más allá de la retórica política, es la realidad económica la que determina fundamentalmente los flujos migratorios", señaló hoy en rueda de prensa Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer, filial del español BBVA.
De acuerdo con el "Anuario de Migración y Remesas México 2018", presentado este miércoles en Ciudad de México, en 2017 había 12.2 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos; esta cifra supone un máximo histórico, aunque muy similar al nivel observado en los últimos diez años.
De todo estos, 51 por ciento serían indocumentados, según destaca el informe citando a Pew Research Center.
Este aumento se relaciona con un "fortalecimiento importante del mercado laboral", cuya tasa de desempleo regresó a niveles bajos, en torno a 4 por ciento, tras la crisis económica que detonó en 2008, indicó el experto.
El pasado año, continúa el texto, hubo una disminución de las deportaciones de mexicanos hasta los 167 mil eventos, si bien aumentó el número de familias separadas, pues 16.1 por ciento de los deportados dejaron un hijo menor de 18 años en el país vecino.
"Hemos visto una recuperación neta de migración en Estados Unidos, de empleos para mexicanos en Estados Unidos y de remesas", agregó Serrano.
El informe ubica el índice de desempleo de mexicanos en Estados Unidos en 4.9 por ciento, "ligeramente mayor al 4 por ciento de toda la población".
De acuerdo con sus estimaciones, las remesas enviadas a México crecerán esta año 9 por ciento anual hasta llegar a 33 mil millones de dólares, mientras el próximo año lo harán en 6 por ciento hasta 35 mil millones de dólares, volúmenes nunca antes alcanzados.
Este menor crecimiento entre 2018 y 2019 se deberá a la estabilización del tipo de cambio tras un acuerdo comercial derivado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), si bien la dinámica laboral continuará mejorando.
Las remesas proceden principalmente de los migrantes en Estados Unidos y representan la segunda fuente de divisas de México después de las exportaciones automotrices, siendo superiores a las ventas fuera del país de las petroleras y a la entrada de divisas por turismo. De acuerdo con el documento, representan 2.7 por ciento del PIB del país, su máximo nivel desde 2006.
El informe, elaborado por Fundación BBVA Bancomer, BBVA Research y el Consejo Nacional de Población (Conapo), da además una radiografía pormenorizada del fenómeno migratorio mexicano.
La segunda potencia económica de América Latina tras Brasil sigue siendo la cuarta receptora mundial de remesas tras India, China y Filipinas, y la segunda con más migrantes en el mundo después de India.
Son receptores de remesas 1.6 millones de hogares en México, 4.8 por ciento del total. El porcentaje de familias que reciben remesas aumenta en estados como Zacatecas (16.7 por ciento), Michoacán (15.8 por ciento) o Nayarit (13.2 por ciento).
El 80.7 por ciento de los migrantes mexicanos a Estados Unidos tienen estudios de bachillerato o menor, en tanto que solo 19.3 por ciento tienen un nivel de educación superior.
No obstante, en las segundas y terceras generaciones, el nivel bajo de estudios se reduce hasta 50 por ciento de los mexicanos en Estados Unidos.
La construcción es el sector económico que emplea a más hombres mexicanos en Estado Unidos, con 29.7 por ciento del total, mientras que 22.1 por ciento de las mujeres trabajan en salud y educación.