Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo).– Hay un momento especial entre los animales de compañía y sus dueños cuando comparten un trozo de comida y ambos parecen satisfechos con esta acción.
Sin embargo, los resultados a largo plazo podrían no ser tan saludables para la mascota. Los alimentos para humanos no deben usarse como premios o bocadillos para estos seres, por más que lo pidan con esos ojos que saben persuadir a cualquiera.
El problema de hacer esto, es que el alimento para los humanos no tiene el balance nutrimental para las necesidades de los animales, pues suelen ser altos en grasas y calorías. En impactos menores, alimentarlos de la misma comida que la que consumen las personas puede contribuir a la obesidad e incluso a la pancreatitis, una enfermedad que puede poner en peligro su vida.
Que los perros y gatos consuman alimentos para humanos puede motivar a que continúen pidiendo comida no apta para ellos, por lo que en general y desde un principio se debe mantener una dieta estricta y nutritiva que cumpla sus necesidades.
Una razón que el Hospital de Mascotas Banfield en México recomienda es no utilizar alimento para humanos como premios o bocadillos. Los premios no necesariamente deben ser comida, puede ser un juguete no comestible, algún premio comestible adecuado para las mascotas y hasta caricias o un apapacho.
Naturalmente los bocadillos para animales de compañía no deben limitarse tampoco, simplemente se invita a tener moderación en este aspecto. El número de premios que una mascota recibe debe limitarse a menos del 10 por ciento de su requerimiento calórico por día.
Esta información se encuentra en las tablas nutrimentales de los alimentos para mascotas y también se puede consultar con los veterinarios.
Aunque parezca que no pasa nada por una o dos porciones de algún alimento realizado especificamente para humanos, existen refrigerios que pueden resultar venenosos y letales.
Los diez alimentos para humanos más comunes que los animales de compañía no deben de consumir son: alcohol, aguacate, cafeína, chocolate, ajo, uvas, hongos, cebollas, pasas y alimentos que contengan xilitol. Los alimentos crudos pueden ser fuente de infecciones como salmonela, taxoplasmosis y otras enfermedades.
Es importante recordar que cuando existe la duda, es mejor acudir o consultar a algún veterinario para evitar padecimientos como vómitos, diarreas, dolores abdominales, falta de apetito y letargos.