Ciudad de México, 5 de febrero (SinEmbargo).– Un convoy de al menos 50 camionetas de supuestos Policías Comunitarios arribó al medio día de este miércoles al municipio de Gabriel Zamora, Michoacán, en medio del asombro de algunos de los habitantes.
Cerca de las 13:00 horas por las calles de Lombardía comenzaron a verse los vehículos de quienes se identificaron como Guardias de Autodefensa, quienes hasta el momento reportan que no se ha suscitado ningún hecho violento en su incursión.
Tras el ingreso de estos grupos, los líderes de los grupos de autodefensas de la entidad se reunieron con carácter urgente con el comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes.
Estanislao Beltrán, vocero de los civiles, reconoció a la agencia Quadratín que hay confusión en torno de la identidad de las personas que han ocupado, desde la tarde de este miércoles, la cabecera del municipio que colinda con La Huacana y Parácuaro.
Indicó que según reportes de las autodefensas no permiten precisar quiénes son los individuos, que a bordo de camionetas, incursionaron en Gabriel Zamora; no descartó que pueda tratarse de criminales.
Elementos de la Policía Federal se mantienen alertas por que no se descarta algún enfrentamiento como sucedió en ocasiones pasadas cuando se dieron este tipo de movilizaciones.
En las próximas horas se realizará la reunión con los pobladores de este municipio y quedará conformado su Consejo Local de Autodefensa.
El Alcalde Jesús Borjas confirmó a la prensa que la incursión fue pacífica, aunque sí provocó la suspensión de clases en algunas escuelas cercanas.
La semana pasada, Alfredo Castillo Cervantes, Comisionado federal para la seguridad en Michoacán, descartó el avance de estos grupos en Michoacán.
“Se hizo el acuerdo de que ninguna organización podría volver a tener el más mínimo margen de movilidad, si no era a partir de las instituciones”, dijo el enviado por el Presidente.
Por su parte, el día de ayer el Jefe del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, anunció un agresivo plan de infraestructura para el estado de Michoacán por 45 mil millones de pesos; una vigilancia de todas las dependencias federales involucradas en su aplicación, y repitió que, por un tiempo indefinido, visitará una vez al mes no sólo la capital sino las distintas regiones.
“La sociedad michoacana tiene que resurgir. Está en el corazón de México”, dijo el Presidente. “Juntos tenemos que hacerlo resurgir en la visión del mundo”, añadió.
En respuesta, José Manuel Mireles Valverde, líder del grupo de autodefensa de Tepalcatepec, exigió blindar ese presupuesto porque, dijo, desde hace años se entrega entre 15 y 25 por ciento del dinero total de los municipios a Los Caballeros Templarios.
DETIENEN A "CHUCHO EL DESCUARTIZADOR"
La Policía Federal detuvo en Apatzingán, Michoacán, a Jesús Sanchez Huerta, también conocido como "Chucho el Descuartizador", un presunto integrante del grupo criminal Los Caballeros Templarios.
Según se dio a conocer, "Chucho el descuartizador" era el encargado de incinerar y ocultar los cadáveres de las víctimas de Templarios.
Al ser presentado ante la autoridad ministerial el presunto narcotraficante manifestó haber realizado múltiples ejecuciones y haber degollado cuando menos a seis personas cuyos cadáveres aparecieron junto a un monumento de Lázaro Cárdenas en el 2011.
Sanchez Huerta fue detenido la noche del pasado lunes cuando caminaba por la calles Ignacio López Rayón esquina con Cayetano Andrade Poniente, en la colonia Palmira, municipio de Apatzingán, Michoacán.
Al percatarse de la presencia de las fuerzas federales sacó un arma abrió fuego contra los uniformados sin que alguien resultará lesionado. Posteriormente los agentes federales lograron someterlo.
Jesús Sánchez Huerta, de 47 años de edad, fue arrestado en posesión de un arma tipo escuadra calibre 9 mm. de fabricacion egipcia, así como cuatro envoltorios con un polvo granulado con las caracteristicas de la metanfetamina Cristal.
Su captura se logró por denuncias ciudadanas que señalaron a este individuo como el encargado de incinerar u ocultar los cuerpos de aquellos que eran asesinados por el grupo criminal de los Caballeros Templarios.