Arturo Bermúdez Zurita, hasta hoy Secretario de Seguridad Pública de Veracruz, ha sido acusado por actos de corrupción y por el aumento de los crímenes en la entidad. Familias afectadas por la violencia en aquella entidad exigen que el ex funcionario responda por la probable participación de las fuerzas a su cargo en diversos hechos delictivos, como los ataques a periodistas y defensores a derechos humanos e, incluso, en desapariciones forzadas. La salida de Bermúdez del Gobierno, dicen las víctimas, podría ser parte de la impunidad que rodea el caso. “Es como decirnos ‘ya no hay quién te conteste, no hay quién te diga’; dentro de poco también se va Duarte y es otro aspecto que también nos lleva a ver que el caso cada vez lo vemos más lejano”, dijeron.
Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).- El ex Secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez, debe ser investigado no sólo por actos de corrupción. De acuerdo con familias afectadas por crímenes en aquella entidad, el hoy ex funcionario debe responder también por la probable participación de las fuerzas a su cargo en diversos hechos delictivos, como los ataques a periodistas y defensores a derechos humanos e, incluso, en desapariciones forzadas.
“Por nuestro caso, nosotros no pedíamos su renuncia, sino que se investigara si tenía participación con algunas bandas delictivas, porque, a final de cuentas, fueron sus hombres de confianza los que perpetraron el levantamiento de nuestros hijos. Eso es algo que en el estado se pedía a gritos”, dice Bernardo Benítez, padre de Bernardo Benítez Arróniz, de 25 años y desaparecido en enero pasado junto con otras cuatro víctimas en la localidad de Playa Vicente.
“Que haya renunciado es lo mínimo que debería haber hecho; en el caso de mi padre, hemos encontrado a la fecha que la Policía Estatal está involucrada en el secuestro”, coincide Jorge Sánchez, hijo del periodista Moisés Sánchez Cerezo, encontrado asesinado en enero de 2015. “Debe ser investigado no sólo por corrupción, sino por vínculos con la delincuencia organizada, ya que en Veracruz, a lo largo del estado, se ha demostrado que la Policía Estatal esta involucrada en el crimen”, agrega Sánchez.
A tres meses de que termine el Gobierno del priísta Javier Duarte de Ochoa, quien fuera su Secretario de Seguridad Pública renunció hoy por la mañana.
Miguel Ángel Yunes, Gobernador electo del estado de Veracruz, dijo durante una entrevista con Milenio TV que “está muy claro” que Arturo Bermúdez Zurita tiene tantas propiedades y empresas porque es corrupto. El político mencionó que el dinero de Duarte y Bermúdez, así como de sus allegados, tiene origen en prácticas de lavado de dinero y corrupción.
En cuanto al ahora ex Secretario de Seguridad Pública del estado, dijo que “no hay que buscarle mucho” pues su patrimonio se entiende ya que él es un prestanombres de Duarte, además de ser el vínculo entre delincuentes y el Gobierno de Veracruz. Asimismo mencionó que la Procuraduría General de la República (PGR) debe de investigar el lavado de dinero en la entidad porque es una “cuestión de voluntad” el proceder en contra de Duarte y sus cómplices. “Esa es la realidad”, apuntaló. De acuerdo con Yunes, ni el salario ni las demandas laborales podrían haberle generado suficientes recursos para tener los bienes que están registrados a su nombre.
“Con el propósito de contribuir al ámbito de transparencia y rendición de cuentas he aceptado la renuncia de Arturo Bermúdez al cargo de SSP”, escribió Duarte en su cuenta de Twitter poco después de las diez de la mañana.
Y por la tarde, el Gobernador afirmó que desconocía de las propiedades del ex Secretario de Seguridad y mencionó que el propio Bermúdez deberá defenderse.
“No tenía conocimiento [de la propiedades], ya será del propio Bermúdez que deberá defenderse, es por eso que le reconozco el que haya presentado su renuncia precisamente para ello, para poder defenderse y demostrar la legitimidad de su patrimonio […]. Toda administración, todo gobierno es susceptible de ser infiltrado por la corrupción y para ello existen instituciones encargadas para investigar y en su caso para determinar si existe alguna conducta que confirme que existió algún elemento de delito relativo a la corrupción en lo que se refiere al desarrollo de su responsabilidad, dijo Duarte al acudir a la Fiscalía General del Estado para ampliar la denunciar interpuesta en contra del Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.
La agencia Cuartoscuro refiere que Duarte declaró que no ayudará a Arturo Bermudez Zurita tras su renuncia:
“Yo no voy a ayudarle, que se defienda solo”.
El legado del funcionario policiaco en aquella entidad que en el último sexenio se convirtió en la más letal para el ejercicio del periodismo, sin embargo, no se reduce a probable enriquecimiento ilícito. “Tiene un papel protagónico en la violencia contra la prensa, no sólo por el hecho de que agentes estatales están vinculados con las agresiones, sino por las omisiones en la prevención y la garantía de seguridad”, dice Leopoldo Maldonado, abogado de la organización de defensa de la libertad de expresión, Artículo 19.
“Recordemos que un caso emblemático en el que participaron policías a sus órdenes fue el desalojo del 13 de septiembre de 2013 en Plaza Lerdo, cuando fue muy claro que la policía intervino no sólo para desalojar sino para agredir a defensores y periodistas (…) Ese es un caso emblemático que revela toda el entramado y red de complicidad que tenían y el encubrimiento hacia las policías de Bermúdez. Incluso en el caso del periodista Pedro Tamayo te habla de cómo la policía facilitó que los agresores llegaran a la puerta de su casa y atacaran a su familia, y eso nos habla de un estado de descomposición en las fuerzas armadas de Veracruz, donde él tuvo un papel esencial para que esto ocurriera”, agrega.
También los colegas del fotorreportero Rubén Espinosa Becerril, asesinado en la Ciudad de México hace un año, han hecho denuncias reiteradas del acoso al que los someten los agentes policiacos a cargo del ex funcionario.
Por eso, dice Patricia Espinosa, hermana del periodista, sorprende que las denuncias por corrupción provoquen “fácilmente” su salida sin que, antes, Bermúdez haya dado respuesta por las agresiones contra la prensa.
“Me sorprende que tan fácilmente pueda decir que se va para responder por sus propiedades y deje todo como si no hubiera pasado nada”, dice Espinosa. “Realmente quisiera que enfrentara el proceso y respondiera por todos los ataques a periodistas, y no sólo a los periodistas, sino a los jóvenes, a la población”, agrega.
Junto con Espinosa fueron asesinadas cuatro mujeres, entre ellas la activista Nadia Dominique Vera Pérez, de 32 años y quien, como el periodista, también había llegado a la Ciudad de México escapando del clima de hostigamiento que vivía en Xalapa y que también atribuía a agentes del Gobierno del estado.
De acuerdo con las familias afectadas, sin embargo, el entorno de amenazas que tanto Vera como Espinosa vivían en aquella capital no ha sido considerado en las líneas de investigación que sigue el ministerio público de la Ciudad de México.
La salida de Bermúdez del Gobierno, por tanto, dice Espinosa, podría ser parte de la impunidad que rodea el caso. “Es como decirnos ‘ya no hay quién te conteste, no hay quién te diga’; dentro de poco también se va duarte y es otro aspecto que también nos lleva a ver que el caso cada vez lo vemos más lejano”, dice.
“El asesinato de mi hermano no ocurrió en Xalapa, pero sí es importante saber que venia perseguido desde allá, lo cual no quiere decir que sea por eso, pero tampoco lo descarta; pero pareciera que cada vez vamos más de picada, que esta gente no va a responder, que no hay quién los obligue a que lo hagan”, agrega.