Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).– Las más de 60 organizaciones que integran el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza señalaron que, dado el incremento en el número de pobres en el país, es necesario que el Gobierno federal se quite la idea de que será el crecimiento económico y la implementación de las reformas estructurales, los factores que erradicarán la pobreza y la desigualdad a corto plazo.
Después de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) hiciera públicas las cifras sobre el nivel de pobreza de los mexicanos en 2014, se hizo evidente que son el ingreso y los programas sociales, los principales detonantes para el número de pobres llegara a 55.3 millones en lo que va de la actual administración.
“El intento de generar expectativas y promesas hacia el futuro frente a resultados desfavorables, no es una buena política. No podemos esperar, sobre todo en torno a la necesidad de hacer cambios a fondo y de enfrentar con efectividad la pobreza y la desigualdad. Es muy bueno que se propongan hacer crecer a México, y debe crecer porque a todos nos va mejor. Pero, frente a la pobreza y a la desigualdad se debe actuar ya”, comentó en entrevista Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador del colectivo.
En los primeros años de la administración actual, encabezada por el priista Enrique Peña Nieto, uno de los temas en los que más se ha profundizado es en el de la cifra de crecimiento. Sin embargo, en 2013, 2014 y lo que va de 2015, los estimados de crecimiento mes con mes se han venido corrigiendo a la baja.
Justo el día de ayer lunes, los analistas privados del Banco de México (Banxico) volvieron a ajustar a la baja su pronóstico de crecimiento para 2015, por séptimo mes consecutivo. En junio pasado calcularon que el país crecería un 2.60, pero ahora, un mes después, creen que el Producto Interno Bruto rondará los 2.55 a 2.53.
El pasado 9 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo su propio recorte a la previsión de crecimiento para México: del 3 por ciento previsto en abril de este año, a un 2.4 por ciento para 2015, y de 3.3 a un 3 por ciento para el próximo año.
Lo mismo ha pasado con la promesa de los beneficios de las reformas estructurales; la energética, en la que más se han invertido esfuerzos, tuvo un primer descalabro el pasado 15 de julio, al adjudicar solo 2 de los 14 bloques de exploración y extracción de hidrocarburos.
SON LOS BAJOS INGRESOS
El número absoluto de mexicanos en pobreza aumentó de los 53.3 millones que había en 2012 a los 55.3 millones que se contabilizaron al 2014, lo que representa un aumento de casi 2 millones de personas.
El factor central del incremento de la pobreza en México son los bajos ingresos y afecta principalmente a quienes trabajan. En total son 63.8 millones de mexicanos en pobreza por ingresos que sirven para satisfactores básicos. Es la “población con ingreso inferior a la línea de bienestar” y conforma 53.3 por ciento o más de la mitad de la población. De éstos, el 46.2 por ciento pertenece a los 55.3 millones del total de pobres en pobreza multidimensional, más el 7.1 por ciento u 8.5 millones de personas denominadas “vulnerables por ingreso”.
El colectivo señaló en un comunicado de prensa actualmente hay 3 millones 200 mil personas más, que en 2012, con ingreso insuficiente para adquirir los satisfactores básicos, lo que suma casi 64 millones de personas en esta condición, poco más de la mitad de la población.
Agregaron que la mejora del ingreso contribuye más a corto plazo en el crecimiento del país, ya que de esa forma se fomentaría el consumo interno.
Gómez Hermosillo habló del desarrollo de la capacidad productiva de la gente que habita en zonas rurales y que son factor clave en la economía nacional, “no podemos estar esperando los resultados de grandes inversiones y de mega proyectos que al final… pues ojalá funcionen”.
El Coneval ha señalado en varias ocasiones que los beneficios de las reformas estructurales toman tiempo en materializarse en los hogares, e incluso, en ocasiones nunca lo hacen.
Al respecto, Hermosillo señaló que lejos de una descalificación de las reformas, el gobierno no debe esperar a que eso suceda y darse cuenta de que no todo el crecimiento económico reduce desigualdad.
Sostuvo que México ha tenido tasas de crecimiento económico, donde la reducción de pobreza ha sido mínima, mientras que otros países han mostrado que hay maneras de tener reducciones mayores en la pobreza, con tasas moderadas de crecimiento.
“En América Latina somos el único país en el que la pobreza está aumentando y no es porque todos los países estén creciendo mucho, sino que se procura que sea con más equidad, lo que es bueno en muchos sentidos porque democratiza la productividad y permite la inclusión económica de gente que está marginada”, planteó.
EL FACTOR DE LOS PROGRAMAS SOCIALES
A este escenario, se añade el gobierno ha hecho de los programas sociales, acciones asistencialistas que están lejos de promover la productividad de las personas con menos ingresos.
Para Gómez Hermosillo, el error es que ha dejado a éstos programas la responsabilidad de erradicar la pobreza y la desigualdad, con lo que se deja claro que México no tiene una estrategia clara para la mejora de los ingresos de la población.
Agregó que los tres niveles de gobierno padecen de “programitis”, es decir, que tienen cientos de programas sociales, en los que hay recursos públicos pero que en ninguna medida garantizan un desarrollo productivo.
“Dejar la responsabilidad de la erradicación de la pobreza a los programas sociales es absurdo, ya que sólo son una función más de la política social, que es la que debe garantizar el derecho a la educación, a la salud, a una vivienda digna, al derecho a trabajo; eso no se logra repartiendo despensas, televisiones o uniformes […] no hay una estrategia clara para la mejora de los ingresos de la población”, comentó.
Acción Ciudadana ha denunciado en diferentes ocasiones que los programas sociales en activo están dispersos, tienen recursos limitados, coberturas mínimas y la mayoría están mal focalizados.
Actualmente, hay más de 200 programas federales y casi 6 mil estatales y municipales en el inventario de Coneval, “este tipo de programas sociales no garantizan derechos, en su mayoría son subsidios y ‘apoyos’ clientelares y paternalistas. El pluripartidismo político ha propiciado la proliferación de estos miniprogramas sin sustento y con coberturas mínimas en detrimento de un “piso básico de derechos sociales”, dice el comunicado del colectivo.
Urgieron a la transparencia de estos programas en los que se ha detectado desvío o mal uso de los recursos. Señalaron el caso de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que manejan un presupuesto anual de más de 72 mil millones de pesos, que en su mayoría se destinan a grandes terratenientes y no a pequeños productores.
En 2015, el presupuesto federal contempla 127 mil millones de pesos del Ramo 23 –Previsiones Económicas y Salariales– que carecen de reglas de operación y más de 20 mil millones en el fondo carretero, que ha sido señalado como fuente de corrupción y de gastos innecesarios.
“No se trata solamente de repartir transferencias, sino de fortalecer la capacidad productiva de los pequeños productores, de campesinos, de las zonas indígenas, que tienen capacidad productiva pero carecen de los apoyos”, precisó Hermosillo.