El actuar de los gobernadores en estados priistas como Chihuahua y Veracruz, pone en riesgo la permanencia de este partido durante las elecciones del próximo 5 de junio, consideran algunos analistas políticos. Otros auguran que sólo puede ser un susto y que al final de la jornada del 5 de junio el PRI se alzará con la victoria.
Ciudad de México, 5 de abril (SinEmbargo).– La jornada electoral del próximo 5 de junio de este año no será la más fácil que tendrá el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sobre todo en estados como Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo. En estas entidades, algunas sin alternancia política, las acciones de sus actuales gobernadores son el arma principal que puede jugar en contra el tricolor, advirtieron politólogos.
En 2016 habrá 13 elecciones locales de las cuales en 12 se jugará la gubernatura. Casi 27 millones de mexicanos saldrán a las urnas a definir nuevos mandatarios estatales, 547 presidentes municipales y 398 diputados locales. En los casos de Veracruz y Puebla, el candidato a la gubernatura sólo tendrá una gestión de dos años, a modo de homologar los tiempos electorales a la jornada presidencial de 2018.
Los analistas consultados por SinEmbargo coincidieron que el PRI podría perder terreno en algunos estados, por falta de gobernancia de sus mandatarios en función o escándalos en torno a la administración local. En conjunto, esto tendría impacto en la elección presidencial de 2018.
Actualmente, el Partido Revolucionario Institucional gobierna nueve de los 12 estados en juego: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
El Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, ha sido acusado por organizaciones no gubernamentales y padres de desaparecidos, de ser el responsable de endeudar el estado, además de permitir que la violencia y la impunidad se incrementaran. La entidad es donde han sido asesinados más periodistas desde 2011 hasta julio de 2015, de acuerdo con la organización Artículo 19 que cifra el dato en 14.
El Índice Global de Impunidad México (IGI-MEX) 2016 presentado por la Universidad de las Américas-Puebla (UDLAP), ubicó a Veracruz dentro de los diez estados con un muy alto nivel de impunidad, mientras que en Chihuahua, el Gobernador César Duarte Jáquez, es señalado por activistas y políticos de oposición, como Javier Corral Jurado, de subsidiar un banco de su propiedad.
Ante estas acusaciones, la Procuraduría General de la República (PGR) abrió la averiguación previa PGR/UEAF/001/2014-19, en la que se investiga presunto enriquecimiento ilícito, uso indebido del servicio púbico y otros delitos.
Por su parte, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su análisis de la cuenta pública 2014, señaló que el Gobierno de Chihuahua presenta irregularidades la mayoría de programas que reciben subsidios federales.
En el caso de Quintana Roo, en las últimas semanas se han intensificado las denuncias sobre aumento en los casos de feminicidios, recientemente, Gerardo Solís, miembro de la asociación Cancún Salvemos el Manglar y presidente honorario de la Defensoría Internacional de Derechos Humanos AC en Quintana Roo, aseguró que “desde el Malecón Tajamar hasta el aeropuerto, el Gobierno de Borge ha dado permiso para destrozar las áreas naturales y así dar paso a construcciones que sirvan como atractivo turístico”.
ES MUY PRONTO, PERO…
Para el maestro Manuel Larrosa Haro, investigador del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, todavía es temprano para conocer de manera profunda la intención del voto, pero existe inconformidad y agravio social en entidades como Veracruz.
“Estos resortes [problemáticas] sociales, más que electorales, no sabemos cuándo se van a disparar, contemplando que todo tiene un límite. En el ambiente hay una gran inconformidad en todos los terrenos. En ese sentido los ciudadanos van a castigar con su voto, independientemente del partido que se trate”, opinó Larrosa.
Manuel Larrosa consideró que uno de los problemas que un partido se mantenga muchos años en el poder, como es el caso del PRI, implica que se pierda el camino y el pulso de las exigencias de la ciudadanía y los conflictos.
“El nivel de tensión es muy grande [en estados donde gobierna el tricolor]. Son gobiernos unificados –como antes se les llamaba–, porque no hay alternancia política, y la responsabilidad política recae en el partido, porque tiene las dos: la gubernatura y la Legislatura. Y yo digo que eso es lo que la gente está viendo, y se da cuenta que con su voto se puede castigar”, agregó el investigador de la UAM.
Pero en general, los analistas considerán que el PRI saldría bien librado, pues podría tener presencia en lugares donde antes no, además de refrendar gubernaturas y congresos.
Nicolás Loza Otero, analista político de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), explicó que el PRI no tendrá comicios fáciles, pero eso no implica una debacle, sumado a que la oposición no es fuerte en todos los estados, o incluso está dividida.
“En Chihuahua quizá sea una elección un poco más difícil que otros años, pero lo más seguro es que la refrende. En Veracruz, es una situación más polémica que en el pasado, con muchas repercusiones como escándalos de prensa o asuntos políticos en el centro del país, pero la contienda PRI contra PAN [Partido Acción Nacional] ha sido fuerte en ocasiones anteriores. Recordemos que el último candidato del PAN a esa gubernatura perdió por pocos puntos porcentuales. Y ese escenario partidista se va a repetir. Y si bien el PRI inicia la competencia un poco más débil que hace unos años, también es cierto que hay nuevos factores a favor del propio PRI, como es la división de la izquierda”, detalló Loza Otero.
El catedrático de la FLACSO refirió que el saldo final es que el PRI tenga un ligero revés electoral; aunque puede que refrende gubernaturas y gane “cartas con las que no cuenta”, como es el caso de Puebla, logros que fuera de brindar una plataforma electoral, sino que se pueden fortalecer fracciones o corrientes priístas.
El investigador José Fernández Santillán, politólogo del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), dijo que no existe ganador seguro en las próximas elecciones, pues la competencia será reñida, aunque destacó que uno de los brazos fuertes que tiene el PRI son los congresos locales que están en juego, porque “la mayoría están dominados por el PRI y van a seguir siendo priístas en los 12 estados, porque todos están poniendo atención en las gubernaturas”.
–Si pierde Veracruz, Tamaulipas o Chihuahua, ¿Cómo queda el PRI? –se le preguntó a Fernández Santillán.
–Igual de apuntalado. En Veracruz es una gubernatura de dos años, si la pierde no pasa nada, aunque cuidado, no digo que pierda Veracruz. Y en Chihuahua, pues se trata de “un estado columpio”, que son entidades donde el electorado se puede mover de un lado o para el otro. Y Tamaulipas nunca ha ganado la oposición, siempre ha sido un estado priísta.