Ciudad de México, 4 de abril (SinEmbargo).– La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) recibió ayer un testimonio clave que podría abrir una línea de investigación contundente sobre la supuesta red de trata de mujeres que habría dirigido Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre desde las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Distrito Federal.
Una testigo entregó ayer a las autoridades federales información clave sobre la que podría construirse una causa firme en contra del que fuera, hasta hace unos días, dirigente del partido del Presidente Enrique Peña Nieto en la capital del país. El testimonio no sólo involucra a Gutiérrez de la Torre, sino a varios funcionarios partidistas más; además podría servir para confirmar la tesis manejada en el reportaje del equipo de la periodista Carmen Aristegui en MVS Noticias: que hubo uso de recursos públicos e instalaciones del PRI durante el tiempo que funcionó la supuesta red de trata.
Ayer mismo, la testigo compartió con SinEmbargo parte del testimonio que entregó a la SEIDO. Ella mismo pidió –y la Ley de Trata así lo reclama– no ser identificada.
“En vez de PRI-DF le dicen ‘Hotel PRI de Paso’”, dijo en entrevista.
Ella trabajó en el Comité Directivo del tricolor en la Ciudad de México y padeció las vejaciones contra mujeres, presuntamente cometidas por Cuauhtémoc Gutiérrez y su equipo.
La denuncia, cuya copia está en poder de este sitio digital, exhibe un supuesto “modus operandi de la red de trata” que, de acuerdo con las denuncias, operaba desde el Comité del PRI en el Distrito Federal.
Se señala directamente a Israel Betanzos Cortés, secretario de Operación Política y del Movimiento Territorial del PRI; al Diputado Armando Tonatiuh González Case y a Cristian Vargas Sánchez, quien es el actual presidente del Comité Directivo del PRI en la Delegación Gustavo A. Madero.
“Sabemos por las sobrevivientes que este delito lo venía cometiendo [Gutiérrez de la Torre] desde hace más de 12 años. Lo sé por una de ellas que estaba en ese piso de La Merced, cuando a ella le ponían un número y decían: ‘la seis se va a Cancún con él’. Eran varias y eran números, como campo de concentración”, reveló por su parte Rosi Orozco, presidenta de la Comisión Unidos Contra la Trata.
Dijo que de acuerdo con la información que tiene, Cuauhtémoc Gutiérrez sí ha incurrido en el delito de trata:
“Es lo que esta sobreviviente dice”, dijo sobre la testigo que presentó su testimonio ante la SEIDO y habló con SinEmbargo. “Y en el caso de esta chica que ahora esta denunciando, es porque sabe que las autoridades la están protegiendo, sabe que hay gente responsable en la PGR [Procuraduría General de la República]. A las víctimas nunca las deben callar, las que quieran hablar que siempre lo hagan. Su testimonio es valioso. Es lo más importante para comprobar los delitos. Y finalmente es lo que a ellas las libera mucho”.
Orozco, quien lleva varios años involucrada en el rescate de víctimas de trata, hizo un llamado a denunciar.
“Espero que muchas víctimas lo denuncien. Hacemos un llamado a quienes lean este reportaje. Las víctimas que denuncian hacen mucho bien en la humanidad. Esta denuncia es muy valiosa porque está muy bien documentada.
También dijo que desde años era un secreto a voces que Gutiérrez de la Torre operaba una red de trata. “Desde que él estaba en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal [ALDF] se hablaba de esto”.
Añade: “Sería muy grave que esto quedara en la impunidad, porque entonces se fortalece este tipo de pensamiento machista de muchos empresarios, políticos, gente del entretenimiento, que tienen estas redes de prostitución”.
La activista descartó que la supuesta red descubierta en el PRI del DF sea prostitución voluntaria. Gracias al Artículo 19 de la Ley contra la Trata, explicó, se confirma el delito: “De acuerdo con los testimonios, es trata. Si a ellas las contratan como edecanes y van a terminar en un prostíbulo eso es claramente trata de mujeres. Si las contratan como edecanes, luego las someten de tal manera que llegan a un punto que sienten que no valen nada, que nadie las va a querer y las explotan, también es trata. Eso es lo que está castigado y eso es lo que la Senadora Adriana Dávila Fernández [del Partido Acción Nacional] pretendió quitar en las reformas que hizo el pasado 8 de octubre en el Senado”.
“HOTEL PRI DE PASO”
La primera testigo en denunciar a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, cuya identidad se reserva por seguridad, afirma que desde que llegó a trabajar al PRI como “asistente” se le dijo que si quería ascender y ganar hasta 15 mil pesos, tenía que tener sexo con alguno de los dirigentes priistas.
Expone que en los eventos de “los rojos”, el grupo político dirigido por Gutiérrez de la Torre, la promoción de los “servicios sexuales” que prestan las chicas es rutinaria y se reparten tarjetitas con el emblema del PRI que dicen: “Escorts Ejecutivas”. Normalmente, agrega, los altos funcionarios, senadores y diputados que asisten a esas reuniones se llevan al término de cada evento “una o dos chicas”, hasta que el recinto se va “vaciando de edecanes”.
Explica: “Repartían tarjetas cuando había eventos e iban senadores y diputados, y les repartían tarjetitas de servicios sexuales, yo sé porque a un amigo le cayó a una. Se decía que eran mujeres de Cuauhtémoc… También se comentó en el MT (Movimiento Territorial) que la mitad era para Cuauhtémoc y la otra mitad para las chavas, se iban todo el día con ellos… Cuando había eventos era cuando salían las tarjetas. Por ejemplo, en el Día de las Madres invitaron a César Camacho [Quiroz] y a varios importantes priistas y les repartían. Todos están enterados”.
La testigo cuenta que hace tres años supo de las mujeres extranjeras que eran traídas al PRI con engaños:
“Eran 25 chavas que estaban allí en Alvarado 60 [la sede del PRI en el DF], eran cubanas. Hubo un operativo y algunas declararon estar engañadas, las traían dizque para apoyarlas, pero tenían que prostituirse porque si no, si salían, las podían deportar y ellos ya sabían como vivían en Cuba. Yo llegué a ver varias cubanas, al principio parecían secretarias, pero después supimos que eran otra cosa”.
En declaraciones a las autoridades federales, la testigo asegura que actualmente el tráfico de mujeres extranjeras con fines de explotación sexual en el tricolor, proviene de otros países:
“Ahora están trayendo chavas checoslovacas, argentinas, brasileñas. Casi todas como güeritas, tipo esta niña “Pretty Little”, tipo ese perfil: delgaditas, cabello largo, blancas; así como cara respingadita”.
Añade: “De hecho hay una en particular que siempre está atrás, en sus eventos de él [de Cuauhtémoc Gutiérrez]. En todas las fotos de los eventos está ella atrás. Son dos: una de cabello negro y otra güera. Son las que más han durado a partir de que entraron a la presidencia. Las hacen quedarse hasta la madrugada porque se van con él a comer, o a su casa”.
También plantea que en la calle Puente de Alvarado número 53, donde está la presidencia del PRI del Distrito Federal, “esta saturado de chavas” contratadas primero como edecanes, pero luego utilizadas como trabajadoras sexuales.
“En vez de PRI-DF le decían ‘Hotel PRI de Paso’, porque siempre están chavas. En Alvarado en el número 53, el que está enfrente del MT (Movimiento Territorial), el que está al lado de los pollos enfrente de la Nissan. En la calle de Alvarado número 53 es donde está ubicada la presidencia y está saturado de chavas.
La testigo ofrece varias pruebas y dice que la reclutadora principal es Claudia Ramos, de quien muestra una foto.
–¿Quién traía a las extranjeras?
–Israel Betanzos Cortés, porque él viajaba mucho a Cuba, Panamá y el Cono Sur.
–¿Él las recluta?
–Sí, pero ya cuando llegan la entrevista se las hace Claudia Ramos o Priscila Martínez González: Le gustan delgadas, con cabello lacio, le gusta que estén planchadas, flaquitas. Y la que sube de peso, bye.
CON DOS Y TRES
La testigo narra su experiencia en relación a las actividades del ahora ex presidente del PRI en el DF: “Cuando subía con ellos nos sentábamos a platicar y me daba cuenta que las secretarias siempre eran diferentes, dos o tres chavas. De repente les hablaba y se tardaban horas dentro de su oficina y luego salían las chavas y se iban al baño, siempre salen y se van al baño, salen ya desmaquilladas”.
Añade: “A mí me tocó ver que llamó a dos y Cristian [Vargas Sánchez] se empezó a reír y dijo: “Ya vamos a empezar con porquerías, dile que estamos esperándolo”; se lo dijo a Zamorano [Roberto Zamorano Pineda] y se empezó a reír y le pidió que se esperara una hora y media para irse. Cuando vimos salir a las chavas ya iban cambiadas. Traían un pantalón negro y una blusita blanca y mascada roja, y después cuando salieron de la oficina de Cuauhtémoc ya llevaban pantalón de mezclilla y playeras”.
Las chicas, explica, tenían que exhibirse frente a los invitados de los eventos para conseguir clientes: “Había otra chavita más o menos de mi tipo, pero muy delgada. La hacían ponerse un vestido como camisón. Cuando le hicieron el evento a Silvia Pinal, un homenaje allí en el PRI-DF, está chavita subió y la onda era que no subiera con Cuauhtémoc, sino atravesara todo el escenario para que todos la vieran caminar hasta llevarle el agua a Cuauhtémoc. Eso sí, cuando pasan las edecanes, los del equipo ni siquiera las voltean a ver porque son mujeres de Cuauhtémoc Gutiérrez”.
Uno de los lugares de encuentro entre las “edecanes” utilizadas como trabajadoras sexuales, según la testigo, era el restaurante “La Vitola”.
“Allí las llevaban y allí Cristian Vargas dice que desde que Cuauhtémoc era presidente del MT y del Frente Juvenil, allí llevaban a las chavas y de allí se tienen que ir a la casa de Cuauhtémoc que vive por Xochimilco. Los eventos en su casa son solamente con los secretarios de su gabinete en el Distrito Federal y con sus amigos”.
Entre las exigencias del presidente del PRI en el DF, de acuerdo con la testigo, estaba el irse con dos o tres, nunca con una: “Con dos o tres, casi nunca es una nada más. Si es una se la lleva a su casa y luego le habla a dos”.
–¿Puede con tantas?
–No creo, yo creo que el tipo está loco. Cristian nos decía que Cuauhtémoc era un cerdo, que había hablado con varias edecanes y siempre se llevaba dos o tres, porque una le tenía que hacer oral, a otra él le tenía que hacer oral a ella y a la otra la estaba dedeando”.
La advertencia para todas era que había dos temas prohibidos: “Allí no se podía comentar nada de drogas ni de lesbianismo. A Cuauhtémoc le llevan un montón de droga porque también es cocainómano. Dicen que no, que le gusta tener dos o tres chavas, pero entre ellas no se pueden hacer nada… Yo creo que ni se le para. Entre la pansa y la lonja se le pierde eso: el dedo”.
–¿Allí para ascender en puestos hay que acostarse?
–Sí, con Tonatiuh [González Case], con Israel [Betanzos Cortés] y con Cuauhtémoc. A mí me decían: ‘con suerte te dan hasta para ser Diputada, pero no te pones las pilas’.
–¿Si querías ser Diputada había que ponerse las pilas, que quería decir “mente abierta” y tener sexo con ellos?
–Sí, pero con Zamorano no, él es más relajado.
–¿Quiénes son los que más consumen sexo?
–Cuauhtémoc, Israel y Tonatiuh.
–¿Y Cristian?
–De hecho a él lo tachan de gay, porque dicen que para que él fuera Diputado se lo tuvo que echar Cuauhtémoc. Era lo que decían allí adentro. Cristian tiene como otra mentalidad, por eso no baja de cerdos a Cuauhtémoc e Israel.
Añade: “Israel me tiró la onda un montón de veces. Me decía que me daba más sueldo. Yo le decía: ‘voy a decirle a Cristian Vargas’, y se calmaba. Yo ganaba 8 mil pesos y si aceptaba con él me podían dar 12 o 15 mil pesos al mes, pero nada más con él y todo con discreción, para que no supiera Cristian y me decía: ‘si me ves con otra, son asuntos laborales’”.
Cuenta que Betanzos Cortés también utilizaba el método de Cuauhtémoc Gutiérrez y todas sus secretarias o edecanes tenían que tener sexo con él: “Betanzos es como la copia de Cuauhtémoc Gutiérrez, pero no a ese extremo de ‘traficar’ chavas. Varias dicen que sí les da dinero. De hecho, la que ahorita es la presidenta del Comité de Azcapotzalco, anda con Cuauhtémoc, con Betanzos y dicen que hasta con Tonatiuh, y la estaban postulando para que fuera Diputada federal plurinominal”.
La testigo explica que cada uno de ellos tienen su propio grupo de mujeres: “Las chavas que están con Cuauhtémoc ellos no las ven. Aguas si se entera que una de sus mujeres estuvo con Israel o Tonatiuh. Ese es el pacto que ellos siempre han tenido”.
–¿Tú fuiste testigo de cómo entregaban los servicios a través de las tarjetitas?
–Cuando fue la Asamblea Nacional, cuando fue Peña Nieto [Enrique] al Centro Banamex, repartieron un montón de tarjetitas y hasta a artistas: allí estaba Ariel [López] Padilla, él la agarró y la guardó nada más. Estaban los “blancos” de Ángel Ochoa, “los verdes” de Beatriz Paredes y “los rojos” de Cuauhtémoc Gutiérrez. “Los blancos” repartieron una papeleta donde venían páginas de Internet y la foto de Cuauhtémoc, y decía: “César Camacho y la Secretaría Nacional del PRI defienden a un tratante de blancas”, y venían páginas de Internet donde hay testimonios de chavas. Fue una regada de Cuauhtémoc porque repartió tarjetitas con sus chavas y su gente al área gris y al área verde, que eran las de adelante y donde estaban los diputados, senadores, gobernadores y artistas”.
Entre otras características de la personalidad del ex presidente del PRI en el Distrito Federal, la testigo afirma que practica la santería: “Va mucho a Cuba a hacer trabajos de Santería… Los santeros le dijeron que en los edificios que él estuviera tienen que estar pintados de rojo y negro, porque es el color del supuesto Santo del que él es hijo. De hecho, para que él fuera presidente del PRI en el DF se fue a Cuba a hacer un ritual y mataron a un delfín y a un toro, hicieron sacrificio. Está claro, que este tipo aparte está hueco, tiene creencias raras. En el PRI-DF hacen rituales. Tienen un montón de cuadros de santos cubanos”.
