ENTREVISTA: El escritor chileno Roberto Ampuero celebra 20 años de su personaje Cayetano Brulé

04/01/2014 - 12:30 am
El escritor presenta Bahía de los misterios. Foto: Especial
El escritor presenta Bahía de los misterios. Foto: Especial

Ciudad de México, 4 enero (SinEmbargo).- Durante la presentación de Bahía de los misterios (Penguin Random House), el regreso al detective cubano afincado en Chile que ha recorrido parte sustancial de su obra literaria, el escritor chileno Roberto Ampuero recibió la visita inesperada del presidente de su país, Sebastián Piñera, quien se mostró como un verdadero fan del personaje legendario.

Al fin y al cabo, Cayetano es, después de 20 años de su creación, un hombre que decide más que el autor el rumbo de sus peripecias y, por tanto, en la nueva entrega de la saga policial que tantas satisfacciones le ha dado al también ministro de cultura de Chile, Brulé decide estrechar lazos con México y explorar los inextricables códices mayas.

“Lo que me interesaba fundamentalmente en esta novela era partir de las barbaridades cometidas por el Fray Diego de Landa durante la Conquista, al quemar los códices mayas, considerados en la época una herejía”, dice Ampuero en entrevista con SinEmbargo.

La historia en Bahía de los misterios comienza con una cabeza que rueda sin cuerpo por las calles de Valparaíso y es la séptima entrega del detective Cayetano Brulé. “Es un crimen que desata la acción y que en cierto modo es un crimen que se ha ido repitiendo a lo largo del tiempo, sobre todo en esos periodos donde aparece algo o alguien dando una versión de la historia que destruye la versión oficial”, dice Ampuero.

Foto: Especial
Foto: Especial

La nueva novela del también autor de la celebrada El último tango de Salvador Allende es también su manera de homenajear al país donde hasta junio del 2013 fungió como Embajador de Chile, una tarea que dejó para responder al llamado de Piñera que lo nombró ministro de Cultura de dicho país sudamericano.

“Cuando estaba escribiendo esta novela en los Estados Unidos, cuando la tenía prácticamente elaborada en su primera versión, me convocaron para que me hiciera cargo de la embajada en DF, lo cual me resultó muy extraño, como es lógico”, dice Ampuero.

La historia así se vio fortalecida, sobre todo por los largos paseos que el autor y diplomático pudo hacer por Tepito y alrededores, para horror de su chofer, y conocer de primera mano las figuras de la Santa Muerte que presiden sitios como el Mercado de Sonora, al que se hizo muy asiduo.

Cayetano Brulé  se enfrenta a un caso espeluznante: el académico estadounidense Joe Pembroke  ha sido decapitado con una espada y en su pecho han dejado marcado a fuego una guadaña.

Lo que comienza como una “narconovela” se despliega en realidad como una historia donde la academia y los estudios sobre los pueblos prehispánicos cobran un protagonismo sustancial.

Para ello, el autor estuvo motivado por las teorías “no tan especulativas” de que tanto los mayas como otras culturas nativas estaban al tanto de la existencia de otros mundos.

“Son datos muy interesantes que cuentan, por ejemplo, que cuando llegan los españoles al Caribe se encuentran con que las naves de los mayas son muchos más grandes que las suyas. Y eso no es especulación, son datos de los cronistas de la época”, afirma Ampuero.

“Por ahí nació esa historia. ¿Qué sabían los mayas, que decían sus códices, como para desatar la furia de Diego de Anda y la posterior destrucción de esos códices”, agrega.

-          ¿Se ha convertido en una especie de obsesión la cultura maya o terminó en Bahía de los misterios?

-          Creo que va a volver esa historia, que voy a seguir indagando. Me resultó fascinante esa cultura. No es que me haya convertido en especialista en los mayas, pero la ficción te permite explorar.

-          La novela plantea una geografía muy abierta y Cayetano Brulé recorre el mundo…

-          Bueno, él es un personaje muy cosmopolita y creo que toda mi obra tiene ese espíritu viajero. Me interesan esos latinoamericanos que se desplazan por el mundo y lo exploran, porque en definitiva uno de los temas que siempre me han agobiado en materia cultural es cómo los oriundos de este continente solemos aparecer como extras, como secundarios, tanto en la literatura como en el cine hechos en el norte.

-          Este Cayetano Brulé ha madurado con su autor. Ahora le molestan cosas como el café…

-          El horrible café que se bebe en Chile… Es que con ese caso y otros hay un llamado a la modestia de los chilenos, a que no seamos tan altisonantes. Y por eso Cayetano, un hombre muy sensible a la xenofobia, un cubano en Chile que ve cosas que los chilenos generalmente no ven, apunta eso. En Chile puedes beber buen vino, un té decente, pero no un buen café. Los chilenos creen sin embargo que porque tienen buen vino, un té digno, también tienen buen café, pero no es así.

Interesado en los códices mayas. Foto: Especial
Interesado en los códices mayas. Foto: Especial

-          El tema de la muerte también está muy presente en Bahía de los misterios

-          Sí, es otra obsesión. Me llama mucho la atención cómo la muerte es entendida de acuerdo a las distintas culturas. En los Estados Unidos, por ejemplo, no existe la muerte. Viví muchos años allá y jamás vi un coche fúnebre. En Chile, damos por sentado que viviremos hasta los 85 años y no pensamos mucho en la muerte. Y de pronto me toca llegar a un país como México, donde la muerte, sobre todo por la tradición precolombina, está presente todo el tiempo.

-          ¿Cómo ha sido encontrarse con Cayetano Brulé?

-          En principio diría que es un personaje bastante independiente de su autor por la cantidad de lectores que posee. Tiene muchos lectores fieles en muchas partes del mundo y eso que a uno evidentemente lo alegra, luego se convierte en algo difícil, porque Cayetano tiene autonomía. Me pasa también que luego de escribirlo durante tanto tiempo, me descubro mirando cosas como las miraría Brulé. Lo que me ha dado cierto respiro es haber intercalado las novelas. A lo largo de mi carrera literaria, aparece una historia de Cayetano Brulé y al año siguiente otra que no tiene nada que ver con él.

El escritor es diplomático y actual ministro de Chile. Foto: Notimex
El escritor es diplomático y actual ministro de Chile. Foto: Notimex

Roberto Ampuero nació en Valparaíso, en 1953. Es autor de la popular saga del detective privado de origen cubano Cayetano Brulé, que en Chile ha superado la barrera de los 100 mil ejemplares vendidos  y que también ha sido editada en Francia, Italia, Alemania, Portugal y España. Tiene una novela autobiográfica, Nuestros años verde olivo, que narra la experiencia del exilio chileno en Cuba y una novela para jóvenes, La guerra de los duraznos, que relata la historia de niños de Valparaíso durante la dictadura de Pinochet.

Fue embajador de Chile en nuestro país hasta junio del 2013.

“Pablo Neruda decía que México está en los mercados. Para Gabriela Mistral, México está en sus niños y sus montes de cimas gentiles. A México lo define también la asombrosa y estremecedora presencia de las etapas de su historia: la precolombina, la colonial y la moderna.

México es sus magníficas playas y pirámides, sus espléndidas ciudades coloniales, su gente afable y diversa, sus paisajes y su gastronomía, pero es asimismo su modernidad, por ejemplo, en su industria automotriz y aeroespacial  o en los impactantes centros de innovación tecnológica. Es difícil definir a un país que engloba todo: México, pasado, presente y futuro”, escribió en El Mercurio cuando le tocó dejar estas tierras.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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