General Gallardo
03/09/2018 - 12:03 am
Transición/Usos y costumbres
El proceso para nombrar a los jefes militares que lo acompañan escapó a la voluntad de Andrés Manuel López Obrador, al aceptar que sea conforme a las propuestas que le presenten los actuales secretarios de Defensa y Marina.
El proceso para nombrar a los jefes militares que lo acompañan escapó a la voluntad de Andrés Manuel López Obrador, al aceptar que sea conforme a las propuestas que le presenten los actuales secretarios de Defensa y Marina. Eso implica que los próximos titulares de esas dependencias deben ser militares en servicio: el jefe del Ejército será uno de los 28 generales de división en Activo, y en Marina, uno de sus 16 almirantes, declaró el presidente electo después de la visita a los altos funcionarios militares, los días 21 y 24/08/18.
Salvador Cienfuegos ha mantenido el control entre quienes buscan reemplazarlo. Según los “usos y costumbres” en las Fuerzas Amadas, los que están en las preferencias del secretario son quienes forman parte de su equipo más cercano, dominado por divisionarios que han participado en el combate a la delincuencia desde que en 2007, Felipe Calderón le declaró “la guerra a las drogas”, y que en el actual gobierno tuvieron protagonismo en Estados con grave conflictividad, como Guerrero y Michoacán, o de plano han sido señalados por lo que hicieron o dejaron de hacer en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. [Tlatlaya, etc.]
Los hombres más cercanos a Cienfuegos, con quienes ha ejercido el mando territorial y administrativo y todos con grado de general de división, son el actual subsecretario Roble Arturo Granados Gallardo; el inspector y contralor general del Ejército, Pedro Felipe Gurrola Ramírez; el oficial mayor, Emilio Zárate Landeros, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Alejandro Saavedra Hernández.
Los cuatro han acompañado a Cienfuegos en su gestión desde distintos cargos, incluidos operativos contra la delincuencia organizada, y están en la primera línea de la sucesión. Sin embargo, el subsecretario y el oficial mayor están próximos a retiro.
General Roble Arturo Granados Gallardo
Granados Gallardo fue jefe de Estado Mayor de la Defensa Nacional; es decir el encargado de la operación militar del Ejército. También fue agregado militar en la URSS y Rusia, concurrente en Rumania y Polonia. Previsto para presidir el desfile militar del próximo 16 de septiembre, como actual responsable administrativo de la Sedena quedó entrampado en la frustrada operación de venta de una gran porción territorial del Campo Militar Número 1 [1-F] con el propósito de propiciar un desarrollo inmobiliario.
La venta del terreno de 1 millón 255 mil 276 metros cuadrados en el área de Santa Fe, en la zona de corporativos del poniente de la Ciudad de México, fue incluso publicada en el Diario Oficial el 24 de enero de este año. La operación se canceló por lo polémico de la enajenación que había sido autorizada por la Sedena. [Secretario]
Como subsecretario, y a diferencia de otros generales que han ocupado el mismo cargo. Granados Gallardo ha salido de la Ciudad de México para participar en actos púbicos, sea para reivindicar a soldados asesinados por la delincuencia, como en Guerrero en mayo pasado, o para promover a generales cercanos al actual círculo de mando de la Sedena.
General José Luis Sánchez León
Apenas el miércoles 1 se trasladó a Boca del Río, Veracruz, para darle posesión en una ceremonia pública, al general de brigada José Luis Sánchez León, uno de los principales protegidos de Cienfuegos, como comandante de la VI Región Militar.
En 2014, como comandante de la XXII Zona Militar, en el Estado de México, Sánchez León fue quien retrasó durante horas el ingreso del Ministerio Público a la bodega donde personal bajo su mando asesinó a 22 presuntos delincuentes en la comunidad de San Pedro Limón, en el municipio de Tlatlaya.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó que al menos 15 personas fueron asesinadas [fusiladas] por el Ejército cuando ya no oponían resistencia. Ante el escándalo de la ejecución extrajudicial, que se difundió ampliamente en el extranjero. Sánchez León fue asignado como jefe de Estado Mayor en la V Región Militar, en Jalisco.
General Emilio Zárate Landeros
Al igual que el subsecretario, Zárate Landeros está por pasar a retiro porque cumplirá 65 años en diciembre. Con experiencia como agregado militar en Estados Unidos, también ha quedado en medio de polémicas, como cuando empresarios lo acusaron junto a su asesor, el coronel Efraín Montesinos, de pedirles hasta 25% a cambio de contratos de obras y servicios.
La demanda, publicada por la revista Contra línea, fue presentada en marzo de este año ante la Función Pública en contra del general Zárate, quien hasta antes de llegar a la Oficialía Mayor fue comandante de la V Región Militar.
También durante la gestión de Cienfuegos, quien lo propuso como general de división en noviembre de 2013, fue comandante del Primer Cuerpo Militar en la Ciudad de México, donde estuvo a cargo de los operativos del Ejército en todo el país. Además fue comandante de la Tercera Región Militar, que comprende la Décima y la Novena zonas militares, en Durango y Sinaloa.
General Pedro Felipe Gurrola Ramírez
Por su parte, Gurrola Ramírez tiene la ventaja de ser más joven que los anteriores (62 años), pero la desventaja de haber sido comisionado especial para la Seguridad en Michoacán, designado por el presidente de la República, sin que se haya revertido la violencia en esa entidad. También estuvo en Tamaulipas, con iguales resultados.
En Michoacán le tocó el desarme de las autodefensas y el embate de distintas organizaciones delictivas, como Los Viagras y el Cártel de Jalisco Nueva Generación. En septiembre de 2016 sufrió una humillación cuando, junto con sus hombres, fue expulsado por pobladores del municipio de Tepalcatepec que le reprocharon no actuar contra los grupos armados de la entidad.
Originario de El Salto, Durango, desde los primeros días después del triunfo de López Obrador se le empezó a mencionar en la prensa como prospecto para la Sedena. Formado académicamente en la Escuela Superior de Guerra y en el Centro de Estudios Superiores Navales de la Marina, Gurrola fue agregado militar en Estados Unidos, donde también se formó en mando y estado mayor general y administración de defensa. También fue comandante de la Fuerza de Tarea Sierra Madre, en Durango, Sinaloa y Chihuahua, cuando el gobierno de Calderón aseguraba que estaba por capturar a Joaquín, El Chapo, Guzmán. El general era uno de los militares en los que el gobierno de Estados Unidos confiaba para intercambiar información.
En febrero de este año estuvo ante los reflectores. Fue comisionado para acompañar a la entonces embajadora Roberta Jacobson a recibir al secretario de Estado estadunidense, Rex Tillerson, cuando visitó la Ciudad de México. No fue casualidad, Gurrola tiene interlocución con mandos militares de Estados Unidos porque estudió comando y estado mayor general en Fort Leavenworth, e hizo el curso de ranger en Fort Benning, [Escuela de las Américas, conocida como escuela de asesinos] así como administración internacional de recursos de defensa en la Escuela para Posgraduados de la Armada de Estados Unidos, en Monterey, California.
General Alejandro Saavedra Hernández
El cuarto hombre cercano a Cienfuegos que puede ser considerado es el general de división Alejandro Saavedra Hernández, jefe de Estado Mayor, cargo al que llegó desde la comandancia de la 35 Zona Militar, en Chilpancingo, y que ocupaba cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. De él dependía el entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería, en Iguala.
General Uribe Toledo Sibaja
Menos polémico y hasta hace algunos meses en la plana mayor del jefe del Ejército, es el general Uribe Toledo Sibaja, de 64 años y perteneciente al arma de Caballería, la misma del general Audomaro Martínez. Hasta enero pasado fue jefe de la Primera Región Militar, que comprende la Ciudad de México y el Estado de México.
También quedó tocado por la violencia en Michoacán. Como comandante de la 21 Zona Militar, en Morelia, vivió el surgimiento de los grupos de autodefensas a principios del gobierno de Peña Nieto. Agregado militar de México en Cuba de 2000 a 2002, tuvo la tarea de desarmar a las autodefensas de José Manuel Mireles.
La sucesión en la Marina también proyecta casos polémicos, como la desaparición de personas en Nuevo Laredo a manos de elementos de esa fuerza... (Proceso 2182)
Como se ve en la sucesión de la Secretaría de la Defensa Nacional, a través de “usos y costumbres” vislumbra a jefes militares de dudosa reputación, “Pájaros de Cuenta”: Delincuente con muchos antecedentes; persona con antecedentes no muy limpios. (Enciclopedia Universal)
¡Nada personal, no señalo, no acuso, describo y advierto! Así las cosas, en entregas anteriores, decía que ante la grave situación que padecemos: el colapso institucional y una crisis humanitaria inimaginable, es necesario apelar a una PLANEACIÓN ESTRATÉGICA NACIONAL, que incluya la reestructuración del Estado, la creación de nuevos mecanismos para llegar al poder, el fortalecimiento del orden institucional, y romper los rituales y parámetros que simbolizan a un Estado despótico/autoritario. Uno de esos parámetros es la sucesión de los altos mandos en la Secretaria de la Defensa Nacional/Marina, a través de “usos y costumbres”.
El objetivo, Restablecer la potestad del Estado en el uso de la violencia legítima dentro de un Estado de derecho; Desmilitarizar a la sociedad y los espacios públicos exclusivos del ámbito civil: la primacía del poder civil sobre el poder militar en todos los ámbitos de la política; y El empoderamiento de los ciudadanos en sus derechos humanos, entre varios, la defensa de la patria, el resguardo de la tranquilidad y el orden interno. (Fr. III Art. 31 Const.)
Pues bien, en el mismo sentido en que el Estado Mayor Presidencial, justifica su existencia, atribuciones, funciones y operación, el nombramiento de los divisionarios encargados de conducir la Secretaría de la Defensa Nacional/Marina, MANIFIESTO COMO EXCLUSIVO, INTOCADO E INCÓLUME, se apoya únicamente en la legislación militar, concebida, gestionada e impuesta con primacía de los militares sobre el ámbito civil. “Ellos son el poder absoluto. Tienen el derecho de quitar la vida”. (SM. Sin Embargo, 27/08/18)
Veamos la Legislación Militar. ARTÍCULOS 1243, 1248 y 1249.- Del mando general. Se menciona a la Secretaria y Secretario de Guerra. Francisco I. Madero. Ordenanza General del Ejército. Decreto 409. 17/12/1910.
ARTÍCULO 10.- El Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea corresponde al Secretario de la Defensa Nacional, en sus faltas temporales al subsecretario y los de éste al oficial mayor de la defensa nacional, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 5° de esta ley. Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Luis Echeverría Álvarez. 18/12/1975.
Desde 1821 hasta 1975, la ley no ordena, señala, o sanciona, que el Secretario de Defensa, sea un general del ejército.
Artículo 16.- El Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea lo ejercerá el Secretario de la Defensa Nacional, el cual será un General de División del Ejército, hijo de padres mexicanos; y que, con objeto de establecer distinción respecto del resto de militares del mismo grado, se le denominará solamente General. Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. VIGENTE. José López Portillo. 13/09/1977.- Miguel de la Madrid Hurtado. 09/12/1986.- Enrique Peña Nieto. Última reforma 21/06/18.
A partir de la ley orgánica de 1977, con López Portillo, se señala que la Secretaría de la Defensa Nacional, será presidida por un General de División del Ejército. El alto mando, “se saca debajo de la manga”, esta disposición y además, NO DICE QUE EL DIVISIONARIO ESTÉ EN EL ACTIVO, RETIRO, RESERVA O LICENCIA.
Estas normativas, han mantenido a divisionarios en Activo, realizando funciones que no tienen relación directa con la actividad militar, como lo es el cargo de una función política-administrativa en una secretaría de estado: la Secretaria de la Defensa Nacional; por lo que históricamente la clase política nacional, en colusión con el Congreso y la SCJN, ha violentado el artículo 129 Constitucional que a la letra dice: En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar… ¡Cómo se quiere tener seguridad violando la Constitución!
Es decir, la clase política nacional, por acción u omisión, por falta de conocimiento o legitimidad, por complacencia o temor, niega la civilidad del Estado: la primacía del poder civil sobre el poder militar para el gobierno y la solución de los asuntos de orden público.
Además, una situación grave que gravita en la Seguridad Nacional, destaca del Manual de Operaciones en Campaña (MOC), y esto lo saben y entienden perfectamente los militares, “También se aclara que la expresión Secretaría de la Defensa Nacional, tiene en nuestra organización dos significados: Uno, el de organismo político-administrativo del Poder Ejecutivo, cuyas funciones específicas las dicta la Ley de Secretarías de Estado (LOAPF), y otro el de Cuartel General Superior de la Institución Ejército, concepto derivado de los ordenamientos de la Ley Orgánica (militar) vigente y de su funcionamiento respecto a la institución”. Párrafo 51.
“La Secretaría de la Defensa Nacional, para desarrollar sus funciones en calidad de Cuartel General Superior del Ejército, cuenta entre sus elementos con un Estado Mayor, una Inspección General, Direcciones de las armas…” Párrafo 52 (Manual de Operaciones en Campaña, S-2, EMDN, 1969)
Pues bien, en una situación de conflicto o de guerra la Secretaría de la Defensa Nacional, se convierte en Cuartel General del Ejército, ¿y la Defensa Nacional?, queda acéfala. ¡Quién se hará cargo de concebir, organizar y dirigir, la defensa nacional!
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, (LOAPF)
Artículo 14.- Al frente de cada Secretaría habrá un Secretario de Estado, quien para el despacho de los asuntos de su competencia, se auxiliará por los Subsecretarios, Oficial Mayor, Directores, Subdirectores, Jefes y Subjefes de Departamento, oficina, sección y mesa, y por los demás funcionarios que establezca el reglamento interior respectivo y otras disposiciones legales. Vigente (15/06/18)
La LOAPF, no previene que el Secretario de Defensa sea un militar. Cómo ya se apuntó, se establece ad hoc, en los reglamentos internos elaborados por el propio alto mando militar.
Así las cosas, la Secretaría de la Defensa Nacional, contemplada en el artículo 29 de la LOAPF, es una cartera de carácter político-administrativo, de donde se desprende que los currículos militares son incompatibles para que pueda ser desempeñada esa función/civil. La cognición de los militares no alcanza para comprender el funcionamiento del Estado, del gobierno, del orden institucional y cómo se articulan y forman las políticas públicas para la atención de la ciudadanía.
Finalmente. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos previene en su artículo 90.- La Administración Pública Federal será centralizada y paraestatal conforme a la Ley Orgánica que expida el Congreso, que distribuirá los negocios del orden administrativo de la Federación que estarán a cargo de las Secretarías de Estado y definirá las bases generales de creación de las entidades paraestatales y la intervención del Ejecutivo Federal en su operación. Por su parte, el artículo 91.- Sanciona para ser secretario del Despacho se requiere: ser ciudadano mexicano por nacimiento, estar en ejercicio de sus derechos y tener treinta años cumplidos. No establece que sea un militar.
De lo anteriormente descrito, en un Estado democrático, la administración, conducción y control de las fuerzas armadas es una responsabilidad netamente ejecutiva, cuyo desempeño se conforma a través de la función secretarial, de orden civil, para mediar y equilibrar entre el poder civil y el poder militar: la imprudencia de los civiles para disponer del Ejército, y la avaricia de los militares para ejercer el presupuesto y los desbordes que pueda tener sobre la sociedad. La civilidad del Estado, es un bien protegido, en el actual artículo 129 ya descrito, el que ha estado en desacato históricamente desde 1821.
¡El mandato en las urnas es cambio de régimen! ¡Tope en lo que tope, pésele a quien le pese! “Usos y costumbres”, regresión o transición.
Glosario.- Ejército Mexicano. Burocratizado. Generales: Ejército 481; Fuerza Aérea 60. Total: 541, representan el 0.18 de un efectivo de 300 mil. Cada general comanda a 555 soldados. Último dato conocido. (SEDENA Unidad de Enlace. Acceso a la Información. Ofs. 0000-646 y 0000-553. Folio 0000700016212/16312. 09702/2012/Contralínea 289) El Ejército Chino, el más grande del mundo cuenta con 191 generales, representan el 0.007, de un efectivo de 2 millones 300 mil. Cada general comanda 12,041 soldados. Situación que llevaría a una restructuración total del Ejército Mexicano. ¿Qué tipo de Ejército necesita México? “Ejército y Sociedad en México: Reforma de las Fuerzas Armadas”. Gallardo. Tesis Doctoral. UNAM 2007.
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