Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- Una joven llamada Nayeli Castro Sánchez salió de su casa ubicada en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado viernes 28 de noviembre del 2014, para comprar pañales para su hija recién nacida… pero ya no regresó.
El diario El Mañana informa que más de un mes después, su madre, Emma Sánchez Virgen (quien la buscó de forma desesperada), encontró a su hija a través de una publicación de Facebook, para llevarse la sorpresa de que se encontraba en coma, internada en el Hospital General de aquella ciudad fronteriza.
Castro Sánchez fue atropellada al salir de la casa en donde vivía con su abuela, quien cuidaba a su niña recién nacida. Sin embargo, transcurrieron 36 días sin saber de ella, pese a los esfuerzos de la familia y en especial de la madre, quien dejó su trabajo en Xalapa, Veracruz, para mudarse a Nuevo Laredo y buscar a su hija.
De acuerdo con el rotativo local, un día la señora vio a Nayeli en una foto de Facebook. La joven había sido atropellada y entró en un prolongado coma del que despertó en enero del 2015 en una cama del citado nosocomio.
El diario indica en su nota que la familia de la joven atropellada pide el apoyo de la comunidad principalmente para comprar pañales, sábanas, guantes y gasas para los cuidados de Nayeli, mediante depósito en la cuenta Oxxo 5512380463473120 a nombre de Esperanza Virgen Araiza.
“Cuando me enteré renuncié a mi empleo en Xalapa y me vine a Nuevo Laredo para buscar a mi hija. Nayeli se desapareció el 28 de noviembre y la encontré hasta el 3 de enero por medio del Face en el Hospital General”, dijo la madre a El Mañana.
Los médicos le informaron a la familia, que Nayeli había sido atropellada, que había entrado y salido de coma, pero aún permanecía en estado de shock. La madre se mantuvo al lado de su hija en el hospital hasta el 16 de enero, cuando la dieron de alta, aunque con diagnósticos poco favorables.
“Me dijeron que todo dependía de ella, que su mente tenía que mover su cuerpo. Pero pues no se pudo, ahorita ella no se quiere mover, no se puede mover, haz de cuenta que es un maniquí, está toda tiesa”, expresó Sánchez Virgen.
Relató que aunque al principio la joven estaba consciente, con el pasar de los días Nayeli “desvaría cada vez más”.
“La verdad sí ha sido difícil sobrellevar la casa porque tengo un niño en escuela, mi madre que es hipertensa, mi nieta (hija de Nayeli) tiene 2 años y aparte tengo cuidar a Nayeli, limpiarla, bañarla, darle de comer, curarla”, comentó al rotativo local, al borde de las lágrimas.
El Mañana dice que “por si fuera poca la desgracia por la que esta familia atraviesa”, la hija de Nayeli le fue diagnosticada como sordomuda y un mal congénito del pie, del cual se verá afectada de por vida sino se le realizan unos estudios que cuestan 15 mil pesos, dinero con el que la mujer no cuenta.