Ciudad de México, 3 agosto (SinEmbargo).- La reciente conferencia de prensa del futbolista Carlos Vela, donde se refirió a su negativa a integrar la selección mexicana a causa, entre otras cosas, de sus conocidos desencuentros con el entrenador “Chepo” de la Torre, originó las iras y las burlas en las redes sociales, donde los usuarios se mostraron molestos por el repentino acento castizo de que hizo gala el delantero.
“¡Jolines! El acento español de Carlos Vela es más de lo que puedo soportar. (Tomando en cuenta que él NO es español)”, “¡Qué naco acento español trae Carlos Vela, por favorrrr!”, “Con sintaxis cantinflesca y acento español, Vela ha tratado de explicar sus razones” (León Krauze en Milenio), “¿Por qué Carlos Vela habla como español?” (La pregunta del día en Yahoo), fueron algunas de las linduras que se pudieron leer en la red en estos días.
Lo cierto es que el actual jugador de la Real Sociedad no es el primero ni seguramente será el último que adopte las zetas y las jotas marcadas en honor a la que antiguamente era llamada la Madre Patria.
Pionero en la materia fue sin duda el pentapichichi Hugo Sánchez, quien hasta la fecha es considerado con sorna “el mexicano más español que existe, después de Rocío Durcal”, ejemplificando lo irritante que resulta esta afectación que la mayoría de las veces tiende a destacar una diferencia artificial, por qué no un rechazo vergonzante al propio origen.
No se trata en este caso de que la fidelidad a la tierra natal tenga que expresarse necesariamente al estilo Cuauhtémoc Blanco, célebre por llorar con nostalgia cuando fuera contratado por el Valladolid español, sino de mostrarse lo más relajado al respecto, entendiendo que el acento, la pronunciación, constituyen -casi como las huellas digitales- señas de identidad irremplazables.
Así, hay personas que tienen más facilidad que otras para adoptar el acento que no le corresponde y hay otros que, en una actitud también irritante, se aferran a su pronunciación de origen como a un tesoro que no quisieran compartir.
CASHI SHIN QUERER
Recientemente, fue la cantante mexicana Ximena Sariñana quien dio la nota al cantar con Miguel Bosé un tema que formó parte del disco PapiTwo, del artista español y en donde la mexicana usó un tono, cómo decirlo, castizo, que derivó en un hashtag muy popular y humorístico en Twitter.
Ximena, que dice “cashi shin querer” en la canción, provocó la hilaridad y despertó el ingenio a menudo dormido de los internautas, quienes replicaron frases como “she murió cashi shin querer. Eshperamos la pronta reshingashion de shu familia. Musha shuerte!!!” “Shi, me caso, pero cashi shin querer”, “La encuentran muerta en el baño, resbaló cashi shin querer”, entre otras.
“Cuando lo escucho digo: – no manches, me da mucha risa y qué padre que se hizo un hashtag de todo. Estoy muy agradecida con Miguel por la oportunidad. Desde que empecé mi carrera él me apoyó, lo quiero mucho y fue muy padre trabajar con él”, dijo Ximena, con modestia.
PAULINA RUBIO, COMO LA LOLA FLORES
A menudo los usuarios de las redes sociales, implacables y referenciales en nuestro modo de descifrar la pasión mediática que nos consume en estos tiempos, se preguntan con ironía por qué Paulina Rubio “reniega de sus orígenes toltecas” y habla como si hubiera nacido en España.
Hay que decir que no es justo hacer leña del árbol caído; estas dos últimas semanas han sido severas para la chica dorada, primero por sus costumbres públicas y urinarias que causaron las burlas y las críticas en Facebook y Twitter, ahora porque fue acusada de gorda al aparecer en una portada de revista con algunos kilos de más.
“Como decía mi abuelita: lo gordo se quita, lo estúpido no”, salió Susana Dosamantes a defender a su hija, quien en la web obtuvo el título nada grato de “nacocienta” que habla como madrileña, aunque nació en la ciudad de México.
Para ser justos, tampoco en España, donde es imitada por muchos cómicos televisivos, entienden demasiado su peculiar acento y no serían precisamente los españoles los que se sentirían identificados al escuchar hablar a “Pau”.
RAFA MÁRQUEZ, ANTES Y DESPUÉS DE JAYDY MITCHELL
¿Por qué Rafa Márquez habla como si el dentista le hubiera puesto anestesia?, fue la pregunta humorística que circuló por la red hace unos años, expresando la molestia que aún perdura a causa del afectado acento castizo del que hace gala el defensor mexicano, ex integrante de la selección nacional.
Su forma artificial de pronunciar se ha hecho más radical luego de que el futbolista formara pareja sentimental con la modelo Jaydy Mitchell, también mexicana, ex esposa del cantante Alejandro Sanz.
EL ACENTO CONFUSO DE WILLIAM LEVY
El cubano William Levy no sólo se refiere a su trabajo como si realmente fuera un actor profesional y de talento (en el mundo imaginario de la televisión vernácula, Ximena Navarrete es actriz y Mauricio Clark, periodista), sino que en los últimos tiempos lo hace con un acento entre cubano de Miami y español de LadyPolanco que ha causado penurias en la producción de La tempestad.
Según un cable de la agencia dpa, “de acuerdo con fuentes del interior del proyecto, el actor cubano regresó de Estados Unidos hablando un español casi inentendible, obligando a replantear el guion para que se note lo menos posible su marcado acento caribeño mezclado con gringo”.
“El sorprendente nuevo acento de William está siendo un verdadero “dolor de cabeza” para todo el equipo, quien además estaría especialmente molesto con la falta de preparación del reparto, que costó meses encontrar”, agrega.
Esos son problemas, joder.