Este evento fue fundado en 1980 como una iniciativa de las librerías locales, las cuales tenían como objetivo promover la lectura como instrumento de desarrollo para la sociedad. En esta edición, en su primer fin de semana (del 25 al 27 de mayo), el evento atrajo a unas 52 mil personas.
Tijuana, México, 3 de junio (EFE).- La Feria del Libro de Tijuana finalizó hoy en el noroeste de México tras cumplir su objetivo de "extender" el encuentro para acercar la lectura a todos los públicos.
En la que es su 36 edición, el evento literario ha acogido 120 presentaciones de libros, en las que se ha intentado hacer un balance entre autores reconocidos a nivel nacional y regional, así como entre los diferentes géneros, destaca a Efe la programadora de la Feria, Ivonne Arballo.
Entre estas presentaciones estuvieron las de Alberto Ruy Sánchez (con su libro Los sueños de la serpiente), Élmer Mendoza (con Asesinato en el Parque Sinaloa), y Sofía Segovia (con Peregrinos).
En el terreno de la no ficción, la autora Diana del Ángel habló con los lectores de Procesos de la noche -acerca del asesinato de uno de los estudiantes de Ayotzinapa, Julio César Mondragón-, y Eduardo Limón lo hizo sobre Hojas verdes, un conjunto de reflexiones sobre la legalización de la marihuana en México.
Una de las peculiaridades de esta feria es el llamado programa "extramuros", que ha aglutinado 36 actividades (ocho más que el pasado año) con el título Quien lee, puede.
Estas tienen como objetivo "llevar la lectura a aquellas personas de la ciudad que no pueden asistir a la feria", ya sea porque están lejos del Centro Cultural Tijuana -sede del evento- o por otros motivos, dijo la programadora.
Como parte de estas acciones, el autor Daniel Salinas charló de literatura con los internos del penal de Tijuana, y Joel Flores hizo lo propio con jóvenes del Centro de Tratamiento para Adolescentes.
Esta edición de la feria estuvo dedicada al escritor mexicano Juan José Arreola (1918-2001), para celebrar el centenario de su nacimiento.
Una de las actividades con las que se recordó al artífice del Confabulario fue el conversatorio que llevaron a cabo la escritora Beatriz Espejo, el académico Felipe Garrido y el músico Alonso Arreola (nieto del autor).
Entre los galardones que se entregaron durante la feria destaca el Premio Nacional de Poesía Tijuana, que recibió el autor Balam Rodrigo.
Además, el traductor y académico estadounidense Gustavo Segade (Nueva York, 1936) recibió un homenaje por su contribución en el desarrollo y difusión de la literatura fronteriza.
Durante las diez jornadas por las que se extendió esta fiesta de las letras también hubo espacio para los talleres, que fueron impartidos por figuras como el músico y autor Alain Derbez o el director de la editorial Era, Marcelo Uribe.
De acuerdo con cifras previas, en su primer fin de semana (del 25 al 27 de mayo), el evento atrajo a unas 52 mil personas.
La Feria del Libro de Tijuana, que se desarrolla en el estado de Baja California, fue fundada en 1980 como una iniciativa de las librerías locales, las cuales tenían como objetivo promover la lectura como instrumento de desarrollo para la sociedad.