El esquema de Afores se deteriora rápido por crisis en México, urge revisarlo: analistas

02/11/2015 - 9:02 am

Con la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 1997 los trabajadores se vieron obligados a contratar administradoras de fondos para el retiro, pero esa medida no ha sido suficiente para satisfacer sus necesidades cuando deben sostenerse de sus pensiones, alertaron analistas.

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El trabajador aporta a su fondo de retiro el 1.125 por ciento sobre el salario base de cotización: Consar. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).– Contar con un fondo de ahorro para el retiro es importante para tener la garantía de un soporte económico cuando se deja de percibir un sueldo fijo, además fomenta la cultura del ahorro, comentaron especialistas en Afores y pensiones.

De acuerdo la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), “las Afores [Administradoras de Fondos para el Retiro] son entidades financieras dedicadas de manera exclusiva y profesional a administrar las cuentas individuales de ahorro para el retiro de los trabajadores, las cuales deben contar con la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y están sujetas a la regulación de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar)”.

“Tener una Afore es importante para la mayoría de los mexicanos porque se espera que las pensiones al momento de la jubilación sean efectivas, pero realmente son insuficientes para mantener el gasto que tiene la gente actualmente”, comentó a SinEmbargo, Humberto Valencia Herrera, profesor de finanzas del Instituto Tecnológico de Monterrey.

Datos de la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), detallan que el 59.5 por ciento de la población de 15 años y más es económicamente activa; es decir, que está ocupada o busca estarlo, mientras que el 40.5 por ciento se dedica al hogar, estudia, está jubilado o pensionado, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades.

Asimismo, el Inegi dio a conocer que en promedio las mujeres viven 77.8 años, mientras que los hombres 73.1 años. Con base en estas cifras, las instituciones han lanzado una serie de alternativas para que las personas cuenten con el capital necesario para hacer frente a la vejez.

 “Las personas deben comenzar ahorrar desde jóvenes porque la realidad es que la juventud no tiene preocupación sobre su retiro sino hasta los 40 años, pero lo ideal es ahorrar desde siempre”, dijo el experto en finanzas.

De acuerdo con el Estudio Sobre los sistemas de pensiones en México, realizado por la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico (OCDE), México se encuentra entre los tres países que ofrecen la menor protección de seguridad social en la vejez para aquellos individuos que no están cubiertos por el sistema de pensiones contributivas.

Hasta 1997, el sistema de pensiones en este país era regulado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), pero en julio de ese año el Gobierno federal dispuso el Sistema de Capitalización Individual, en el que los trabajadores quedaron obligados a realizar aportaciones en entidades financieras, debido a la falta de capital y porque generaba grandes pérdidas para las finanzas públicas. Sin embargo para algunos analistas, este esquema no fue el más adecuado.

Al respecto, Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que “desde que se dio la reforma señalamos que iban a ser malas y bajas, y la recomendación para los trabajadores desde entonces fue trabajar más y aumentar su ahorro”.

“La modificación de 1997 solamente fue una solución mediana, son parchecitos que el gobierno está dando. Los trabajadores debemos exigir y organizarnos, que no es mediante soluciones parciales que el Estado ofrezca”, agregó la economista.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) explica que en las Afores cada empleado tiene una cuenta individual y única “en dicha cuenta, a lo largo de la vida laboral de cada trabajador se acumulan los recursos, cuotas y aportaciones, que realiza periódicamente el patrón, el gobierno y el propio trabajador”, detalla el organismo.

Dichas aportaciones se calculan con base en el salario base de cotización, hasta un tope máximo de 23 salarios mínimos y cada Afore se divide en las siguientes subcuentas.

Retiro, Vejez y Cesantía: la aportación a esta subcuenta es obligatoria y la realizan:

  • El patrón: bimestralmente aporta 2 por ciento del salario base de cotización para el retiro y 3.15 por ciento del salario base para cesantía en edad avanzada y vejez.
  • El Gobierno federal: su aportación se realiza bajo el concepto de cuota social y otorga el 0.225 por ciento del salario base por cesantía, edad avanzada y vejez, este monto se hace de manera bimestral, además de una cantidad equivalente al 5.5 por ciento del salario mínimo general.
  • El trabajador: aporta el 1.125 por ciento sobre el salario base de cotización cada dos meses.

Lo anterior significa que cada mes los empleados deberían contar con un fondo de entre 8 y 8.5 por ciento de su salario.

Un trabajador puede tener derecho a su saldo acumulado después de haber cumplido 65 años, según lo establece la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro.

Vivienda: en este caso, el empleador es quien realiza aportaciones de manera bimestral equivalentes al 5 por ciento del salario del trabajador y los recursos son destinados al Infonavit a través del Fondo Nacional de la Vivienda.

Aportaciones voluntarias: se trata de un depósito que realiza un empleado y dependerá de la administración que tenga sobre sus ingresos “entre los beneficios de depositar voluntariamente fondos adicionales a los que se aportan de manera obligatoria se encuentra lograr mayores rendimientos, beneficios fiscales, posibilidad de retirar los recursos en el momento que se requiera”, explica la Profeco.

Aportaciones adicionales o complementarias: su objetivo es incrementar el monto de la pensión. Estas aportaciones las puede realizar cada trabajador o el patrón en cualquier momento, y se podrá disponer de ellas al momento del retiro.

Todo el dinero generado por estas aportaciones es invertido por las Afores en Sociedades de Inversión Especializadas para el Retiro (Siefores), con el objetivo de generar rendimientos.

De acuerdo con la Procuraduría “la edad de cada trabajador determina el instrumento en el que el dinero será invertido”.

Existen Siefores Básicas (instrumentos mediante los cuales invierten las afores) y si dividen en: SB1, en las cuales se invierten los ahorros de las personas cercanas al retiro, es decir de 60 años o más; SB2 (personas entre 46 y 59 años); SB3 (Personas entre 37 y 45 años); SB4 (Personas de 36 años y menores). La diferencia principal entre cada uno de estos instrumentos es el rendimiento”, dice Profeco.

El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) es un sistema que brinda beneficios y servicios a los trabajadores que cotizan IMSS al ISSSTE así como a los trabajadores independientes. Actualmente el SAR está integrado por más de 50 millones de cuentas para el retiro que tienen recursos por más de 2.1 billones de pesos, según detalla el organismo.

¿QUÉ SISTEMA ELEGIR?

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Al elegir una cuenta de ahorro se debe tomar en cuenta los riesgos e incentivos  fiscales que ofrece la institución: especialista. Foto: Shutterstock

Actualmente existen diversas formas de invertir en un fondo para el retiro: el sistema que ofrece el IMSS y el ISSSTE, afores particulares o cuentas bancarias que tienen como fin particular capturar recursos para cuando llegue el momento de vivir de ese ahorro que se realizó durante toda la vida.

“Depende de las condiciones de las personas porque cambian las características de riesgo o de rendimientos que se pueden alcanzar de un plan a otro”, comentó Valencia Herrera.

El especialista en finanzas agregó que sin importar el esquema que alguien decida, siempre se debe contar con un fondo extra de ahorro; es decir, si una persona cuenta con la afore que le ofrece la institución donde labora, es conveniente tener una propia, sea desde un banco o con algún otro tipo de institución “puede ser que a una persona le convenga un fondo complementario con su afore, con un banco o con una casa de bolsa”, detalló el académico.

En cuanto a los sistemas donde se ofrece que el trabajador aporte cantidades menores a cien pesos, por citar un ejemplo, la economista de la UNAM opinó que “es conveniente tener esos diez ‘pesitos’ ahorrados cada día, pero cuando ya se haya juntado unos 3 mil es mejor meterlo a una cuenta que tenga vinculación con un ahorro a futuro” .

Ambos expertos coincidieron en que antes de inscribirse en un esquema de ahorro es importante poner atención en: los rendimientos, las comisiones y los servicios que ofrecen las instituciones, pero lo más importante es considerar cuáles son las garantías que están ofreciendo para que sea una inversión segura.

“Si se hace con un banco es posible que tenga beneficios de seguros de depósito que ofrecen las instituciones de tal manera que de haber un problema con la institución no se perdería todo el dinero”, dijo el especialista en finanzas.

Para los fondos de retiro hay que poner atención en que están regulados por la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas, comentó el experto

¿QUÉ SE NECESITA?

Para poder ingresar a una afore, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro cuenta con el portal www.e-sar.com.mx, donde sólo se detalla que se requieren los siguientes datos:

  • Nombre del solicitante
  • Afore en la que deseas registrar tu cuenta individual.
  • Teléfono de contacto, ya sea número fijo y/o celular.
  • Domicilio particular y/o domicilio laboral.
  • Correo electrónico, en su caso.
  • Horario de contacto.

Humberto Valencia explicó que algunas de las cuentas de ahorro tienen incentivos fiscales “es decir que no cobran los impuestos hasta el momento en que la persona se retire, aquí se firma un contrato de apertura y se piden los requisitos normales de una nueva cuenta”.

Dijo que la diferencia de tener una cuenta de pensión contra una cuenta de ahorro “normal” es que “los impuestos que se van ganando se cobran hasta el momento del retiro y las aportaciones muchas veces son deducibles hasta cierto monto”.

PANORAMA DE AFORES

De acuerdo con el estudio de la OCDE , a finales del año pasado, “el sistema dispone de activos avalando las pensiones por un valor aproximado del 14.1 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que sitúa a México, en sólo 17 años, en el rango medio de los países que integran la organización

El documento explica que los fondos de pensiones privados que manejan los ahorros de los trabajadores que financiarán su jubilación, han obtenido rendimientos del 12.53 por ciento como media anual desde su implantación (un 6.2 por ciento en términos reales).

En ese sentido, el documento explica que en este país deben mejorarse: el proceso transitorio del sistema “antiguo” al “nuevo”, el nivel de cotizaciones, el sistema de protección social a la vejez y la fragmentación del sistema.

Al respecto al sistema de ahorro para el retiro y pensiones que maneja el Gobierno federal actualmente, la investigadora de la UNAM comentó que “hay construir esquemas acordes a la realidad nacional y este país ha copiado las modas del momento”.

“Cambiamos de un sistema de beneficio definido a uno de capitalización individual de administración privada y cuando 23 países a nivel mundial hacen una reforma de esta naturaleza y 12 ellos reducen al de beneficio definido, nos están encendiendo los focos rojos”.

Asimismo, la OCDE señala que el sistema de cuentas individuales, al momento del retiro, se pueden retirar sumas importantes de recursos en una sola exhibición en lugar de ser utilizados como parte del financiamiento de la pensión, lo cual afecta negativamente a la suficiencia de ingresos de jubilación y aumenta el pasivo pensionario público.

Por lo anterior, la economista comentó que “lo indicado es solicitar colectivamente como trabajadores que se haga una revisión a fondo del modelo de sistema de pensiones porque ofreció mejores pensiones en un contexto de bajo crecimiento y bajos salarios”.

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