Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).- El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. criticó que en el mensaje del Presidente Enrique Peña Nieto con motivo de su Tercer Informe de Gobierno “no se reconoció que México atraviesa una severa crisis de derechos humanos”.
Destacó además que las 26 mil personas desaparecidas en México “no merecieron un espacio” en el mensaje del Presidente, ni tampoco los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Alertó además que en su decálogo no propuso enfrentar a los funcionarios que tienen vínculos con el crimen organizado.
“Es cierto señor Peña Nieto, ‘México se mueve hacia adelante…’ Pero al ritmo de la impunidad y de las graves violaciones a los derechos humanos”, dijo la organización.
En un comunicado emitido esta tarde, la organización evidenció que en el Informe de Enrique Peña Nieto no se habló de la “severa crisis de derechos humanos: desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, tortura, corrupción, entre otras”.
Destacó que en el texto del Informe, sin mencionarse la palabra “desaparecidos” se señala que en el tercer año de Gobierno se brindó apoyo a “mil 397 familiares de personas extraviadas, sustraídas o ausentes”.
En el mismo sentido dijo que “a pesar de las matanzas de Tlatlaya, Apatzingán, Ecuadureo y Calera, que generaron un escándalo mundial en su momento, Peña Nieto presumió que las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) disminuyeron 64 por ciento”.
En una serie de imágenes que el Centro PorDH difundió hoy, reclama “lo que no dijo Peña Nieto".
“Más de 26 000 personas desaparecidas no merecieron un espacio en el mensaje de Peña Nieto”, destacó la organización.
En una segunda imagen se puede leer: “Los 43 normalistas también fueron desaparecidos del mensaje de Peña Nieto”.
“En 2015, la ONU señaló que en México la tortura es generalizada; Peña Nieto ni siquiera lo mencionó”, agregó.
“Peña Nieto no habló sobre los vínculos entre funcionario y delincuencia organizada. Su decálogo no propone enfrentarlos”, se consignó en otra imagen.
Peña Nieto reconoció esta tarde desde Palacio Nacional, luego de que ayer se entregara el Tercer Informe de Gobierno al Congreso de la Unión, que su gobierno vive una crisis de credibilidad y que, por distintos eventos –entre ellos los cuestionamientos por corrupción o conflicto de interés–, hay indignación y molestia social.
El mandatario aseguró que la violencia ha bajado. Dio distintas cifras. El Jefe del Ejecutivo federal destacó que en su administración se han aprobado 90 reformas, “de las cuales 13 son transformadoras”. Habló sobre la disminución de los índices de violencia. Aseguró que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes se ha reducido. Destacó la estrategia nacional antisecuestro y, como nunca antes en un informe, habló de atacar a las estructuras criminales y de la captura de los principales capos de la droga.
Durante tres años, el Gobierno federal quiso eliminar del discurso público cualquier mención sobre la violencia que vive México. Sin embargo, no pudo sostenerse en ello debido a la gran cantidad de casos que, como Tlatlaya, Apatzingán, Ostula, Iguala y otros, tuvieron resonancia a nivel internacional.
El American Enterprise Institute, cuya misión declarada es “defender los principios y mejorar las instituciones de la libertad americana y el gobierno capitalista democrático, la empresa privada, la libertad individual y la responsabilidad, las políticas de defensa [...] la responsabilidad política [...]“, dice en su estudio que la fuga del narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, de una prisión de máxima seguridad en julio de 2015, es una prueba dramática de la corruptibilidad crónica del gobierno, y representa el corazón de la crisis de seguridad de México.