Las últimas encuestas daban diferencias hasta de un 4 por ciento entre el candidato del gobierno, Lenín Moreno, y el opositor y millonario de derecha, Guillermo Lasso.
QUITO, 2 de abril (AP).- La decisiva jornada electoral en que los ecuatorianos elegirán un nuevo mandatario entre un postulante oficialista de izquierda y un ex banquero de derecha, transcurre el domingo con relativa normalidad, en medio de la expectativa de los votantes debido a encuestas previas que daban mínimas diferencias entre uno y otro.
El candidato del gobierno, Lenín Moreno, ha propuesto continuar las políticas del régimen identificado con el socialismo del siglo 21 y que pregonan la preminencia del ser humano sobre el capital, mientras que el opositor y millonario de derecha, Guillermo Lasso, ha señalado la necesidad de impulsar el emprendimiento y el empleo como mecanismos para generar y distribuir riqueza.
Las últimas encuestas daban diferencias hasta de un 4 por ciento entre uno y otro postulante.
El analista y catedrático de la Universidad Católica de Guayaquil, Xavier Arosemena, en diálogo con The Associated Press, dijo esperar que "sea la democracia la que triunfe, que haya respeto a los resultados y la decisión de los ciudadanos, no importa el resultado, pero espero que todo transcurra en paz, estamos cansados de tanta violencia (verbal)".
Se refiere al estilo confrontador del mandatario saliente Rafael Correa, con más de 10 años en el poder, que se ha enfrentado y ha atacado a diversos sectores que no han estado de acuerdo con sus políticas, y a las últimas semanas de campaña en que incluso Lasso fue agredido físicamente por una turba de simpatizantes de la otra tienda política.
Lasso, tras sufragar en Guayaquil, afirmó que votó "por el cambio, porque Ecuador recupere su libertad ... hoy comienza una nueva etapa en Ecuador, la etapa del cambio que será el segundo grito de independencia que se escuchará en toda América Latina", al tiempo de añadir que "este es un día crucial, no es una elección cualquiera".
Tras ejercer su derecho al voto, Correa destacó que las elecciones ecuatorianas son "muy importantes para ver si continúa esa tendencia (en la región de dar un giro a la derecha) o retoma fuerza la tendencia progresista".
Se refiere al giro conservador que ha experimentado la región con el triunfo presidencial de Mauricio Macri, en Argentina; la destitución de Dilma Rousseff, en Brasil y el abultado triunfo parlamentario de la oposición venezolana, entre otros.
Consultado acerca de la transición con el nuevo gobierno, Correa dijo que "va a ser una transición pacífica informada sin sobresaltos y con la mayoría de los problemas resueltos".
La votante Ofelia Sangucho, de 26 años, opinó que "es necesario que sigamos con el proyecto del presidente Correa, él ha dado educación gratuita, uniformes, salud para los más necesitados, es una pena que se vaya del gobierno".
Pero otros votantes expresaron descontento.
En un recinto electoral del norte quiteño, Samuel Constante, de 62 años, aseguró que "lo único que quiero es que este país cambie, ya no podemos seguir de la misma manera, sin trabajo, endeudados y sin libertades. Ya no soportamos que la gente esté sin trabajo y comiéndose la camisa (con hambre)".
El domingo, un total de 12.8 millones de ecuatorianos han sido convocados nuevamente a las urnas, luego de que el 19 de febrero en una primera ronda quedaran finalistas Moreno y Lasso.
La jornada empezó a las 7 de la mañana (12:00 GMT) y debe terminará a las 5 de la tarde (20:00 GMT), tres horas después de lo cual se prevé la entrega de los primeros resultados.
El nuevo mandatario que será electo en esta jornada debe asumir el poder el 24 de mayo de este año.