La llegada de industrias a San Luis Potosí ha generado incertidumbre entre los académicos pues el estado no tiene un sitio donde confinarlos. Coincidieron en que no hay manera de establecer un control total sobre las empresas y los residuos peligrosos debido a varios factores, uno de ellos porque la Semarnat está limitada en personal y presupuesto para cubrir el trabajo de supervisión. Según indicadores oficiales, la industria química es la principal generadora en cuanto a residuos peligrosos, seguida de la minera través de las fundidoras y posteriormente la industria automotriz y la de servicios mercantiles.
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Por Sergio Marín
Ciudad de México, 2 de abril (SinEmbargo/Pulso).- San Luis Potosí experimenta una bonanza industrial por la llegada de cientos de empresas que definitivamente generan un impacto positivo para la economía, pero su presencia también esconde una arista negativa que entraña un gran riesgo: las deficiencias del estado en materia de manejo de residuos industriales.
Entre estas, señalan académicos y representantes de empresas industriales, está la ausencia de un confinamiento adecuado para las miles de toneladas de residuos peligrosos que generan estas nuevas empresas, pero también está el desconocimiento, producto de la inacción de las autoridades industriales, sobre el volumen de los desechos generados, la desactualización de cifras y la ineficaz aplicación de sanciones a las empresas infractoras.
Y en el lado de las industrias, se reconoce el desconocimiento de las empresas que pudieran estar generando desperdicios contaminantes y se reconocen, aunque mínimamente, la existencia de compañías que no respetan los reglamentos.
La conclusión es que a San Luis le urge generar infraestructura y normatividad que permita controlar este aspecto colateral, y negativo del “boom” industrial.
EL RIESGO DE LA BONANZA
Desde el 2009 y hasta agosto del año pasado, las inversiones generadas por la llegada de empresas a la entidad ya habían alcanzado 90 mil 651.5 millones de pesos, para la instalación de mil 377 nuevas empresas y 97 ampliaciones.
Empero esta inercia de crecimiento conlleva en contraparte una problemática adicional que también va en aumento, como es la generación de los residuos industriales y los riesgos que representa para la salud.
Según la delegación estatal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en San Luis Potosí, hasta el 2015, existían más de 2 mil 155 industrias que generaron en ese periodo 22 mil 558.60 toneladas de desechos peligrosos, lo que hasta ese entonces daba un promedio de generación de 10.41toneladas por empresa, de acuerdo al Padrón de Empresas Generadoras de Residuos Industriales Peligrosos, ocupando la entidad el lugar número 14 en este renglón.
Sin embargo ni la Semarnat ni la Profepa en San Luis Potosí, han querido clarificar la actualización de estas cifras, a pesar de las solicitudes generadas por este medio desde hace un par de semanas, con el fin de precisar el aumento así como la cantidad de sanciones que por el mal manejo de estas sustancias se han dado a nivel estado.
Al mismo tiempo las leyes ambientales y en particular la Norma 052 de la Semarnat, obligan a las industrias generadoras de residuos, a darle el uso o destino adecuado mediante empresas especializadas autorizadas para su tratamiento o transporte a la zona de confinamiento.
Aunque la Semarnat es la instancia obligada en mantener un registro del padrón de empresas especialistas en el manejo de estos residuos, tampoco ha dado esta información, sin embargo especialistas consideran que no todas se sujetan al control o lo evaden reportando un menor volumen para que sea una instancia estatal como la Segam y no la federal, la que supervise el tratamiento de las sustancias.
“Lamentablemente sí hay empresas que no dan un manejo adecuado y empresas recolectoras que una vez que recuperan los materiales, no los llevan al destino adecuado o a las empresas que los van estabilizar o confinar, y a veces son arrojados en terrenos baldíos siendo un foco importante de contaminación”, refiere Alfredo Ávila Galarza, investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP.
FUERA DE CONTROL
Según indicadores oficiales, la industria química es la principal generadora en cuanto a residuos peligrosos, seguida de la minera través de las fundidoras y posteriormente la industria automotriz y la de servicios mercantiles.
No hay manera de establecer un control total sobre las empresas y los residuos peligrosos, coinciden especialistas debido a varios factores, uno de ellos porque la Semarnat está limitada en personal y presupuesto para cubrir el trabajo de supervisión, “Las cuestiones ambientales no tiene tanta prominencia en la agenda nacional y el presupuesto es bajo”, refiere Violeta Méndezcarlo Silva, Especialista en Derechos Humanos y Medio Ambiente.
En este sentido, casi al cierre del año anterior la Profepa aplicó 20 sanciones, por un monto de 1 millón 600 mil pesos por el incumplimiento de empresas en el manejo de residuos peligrosos, la dependencia aseguró que las empresas continúan siendo omisas al momento de la disposición final de los residuos.
A pesar de estas sanciones, la falta de capacidad operativa para la supervisión de estas empresas, deja huecos en los que es difícil establecer con certeza si la mancha urbana está realmente exenta de riesgos ambientales como filtraciónes al subsuelo o a la calidad del aire, ante ello, la especialista Violeta Méndezcarlo señala que el problema principal radica en las empresas nacionales. “La mayor parte de las grandes transnacionales cumplen requisitos por el sistema que manejan en otros países donde se les imponen la legislación nacional o internacional y reproducen esos modelos, sin embargo hay empresas nacionales que llevan mucho tiempo operando, a lo mejor hasta 30 o 40 años que todavía no se sujetan a los reglamentos para el manejo de residuos peligrosos” indicó.
El sector empresarial, reconoce también cl compromiso de aplicar un mayor control sobre el manejo de residuos peligrosos. “No tenemos la certeza de que todas las empresas estén involucradas en estos temas, no hay censo exacto de aquellas que están desechando residuos peligrosos. Nosotros como Cámara, hemos pugnado por un confinamiento de desechos” señala Raúl Martínez Jiménez, Presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Peor aún, el hecho de no contar con un confinamiento estatal, aumenta el riesgo en el manejo de los residuos peligrosos, debido a que todo el tonelaje que se genera y que no pueda ser sujeto a un tratamiento, debe ir al Estado e Nuevo León cuyo traslado puede representar riesgos de accidentes con fatales consecuencias ambientales y costos económicos importantes por sitios que deben ser remediados.
El reporte del período 2008-2011, sobre sitios contaminados por emergencias ambientales según responsables involucrados, daba cuenta de que el 73 por ciento de los casos correspondían a los transportistas.
UNA NECESIDAD
Especialistas y empresarios coinciden en la necesidad de impulsar un confinamiento de residuos peligrosos, pero las formas en que se genera la información, provoca el desconocimiento no sólo de aquellos quienes tendrán de frente, un proyecto de esta naturaleza, lo que provoca la oposición, mientras que las instancias gubernamentales desconocen la generación de nuevas tecnologías para el manejo y control de estas sustancias a un menor riesgo.
“Hay la tecnología para ello yo estoy a favor de instalarla y se dé un adecuado manejo de acuerdo al normatividad. En países desarrollados como Francia, hay un incinerador de residuos en plena área urbana desde hace muchos años y considero que no hay el conocimiento suficiente de muchos actores para el uso de esas tecnologías y para el tratamiento de estos residuos que resuelven”.