Ciudad de México, 2 de feb (SinEmbargo).-El bloqueo de la bancada priista y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a la propuesta del PAN para llamar a comparecer a la Cámara de Diputados a los consejeros electorales del Instituto Federal Electoral (IFE) por el caso Monex , sembró más dudas sobre la transparencia del Instituto y “calentó” los ánimos ya encendidos entre los perredistas y los blanquiazules.
El PRI logró salvar a los consejeros electorales de comparecer por el caso Monex por la mañana del jueves. Por la tarde, la explosión en la Torre de Pemex terminó por sacar de la agenda nacional, otra vez, el tema del presunto financiamiento ilegal en la campaña de Enrique Peña Nieto. Pero los partidos de oposición no lo olvidan.
Al margen del temor de los dirigentes nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano Grijalva, y del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero Muñoz, de un Partido Revolucionario Institucional (PRI) que copta a las instituciones, especialistas afirman que existe una crisis de credibilidad de los organismos autónomos, por culpa del PRI y del resto de los partidos políticos.
Las fuerzas políticas que hoy impugnan la decisión del Consejo General del IFE de exonerar al PRI por la investigación de un probable financiamiento paralelo en la campaña de su candidato y a la Unidad de Fiscalización del órgano electoral por dictaminar que la coalición que postuló a Andrés Manuel López Obrador rebasó el tope de gastos, son las mismas que postularon y avalaron las candidaturas, no sólo de los consejeros del IFE, sino también del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a través del Congreso de la Unión.
Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública, del Tecnológico de Monterrey, dijo que las instituciones están coptadas, atrapadas por los partidos políticos y con su credibilidad en entre dicho.
“El problema surge porque la designación sigue estando politizada. Los consejeros no son químicamente puros, están vinculados a una línea política por el apoyo que los partidos les dieron para que llegaran a estas instituciones”, dijo.
Uno de los casos más evidentes es el de Leonardo Valdés Zurita, presidente del Consejo General del IFE, quien desde su designación por el pleno de la Cámara de Diputados en 2008 generó revuelo, pues la gran mayoría votó por él y sólo 43 legisladores del PRD votaron en contra.
Una de las razones principales que argumentaron estos diputados perredistas fue que Valdés Zurita, cuando era consejero del Distrito Federal, votó en contra de la candidatura de López Obrador a la jefatura de gobierno en el 2000 y porque en esta misma campaña se opuso a que se sancionara a Santiago Creel por excederse en gastos.
A Valdés Zurita también se le vincula como asesor de Felipe Calderón cuando fue coordinador del Grupo Parlamentario del PAN y como amigo de Jorge Alcocer, quien es cercano al coordinador de la bancada priista en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones.
El presidente del Consejo del IFE reconoció en agosto de 2012 la falta de credibilidad del órgano electoral, cuando antes las críticas de sus seguidores en Twitter por las elecciones del 2 de julio y la falta de fiscalización y vigilancia de la campaña del entonces candidato a la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, escribió:
“En 21 años en el IFE conseguimos reconocimiento mundial, pero aún no erradicamos la desconfianza, reto inherente a la educación cívica”.
Salvador Mora, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que el debilitamiento del órgano electoral inició desde la salida de José Woldenberg y su consejo electoral.
“El IFE recibe embates y golpeteos desde José Woldenberg (quien además fue propuesto por el PRI) recordemos también el caso de Luis Carlos Ugalde”, el ex presidente del Consejo del IFE que fue destituido junto con sus consejeros por el papel que jugó el instituto durante las elecciones de 2006, donde se presumió fraude electoral.
Para el investigador son los mismos partidos políticos los que violentan las reglas del juego electoral, los que disfrazan gastos de campaña, los que presentan su contabilidad impecable o con errores ante la Unidad de Fiscalización, los que al final del día, debilitan al IFE y otros órganos autónomos, como el caso del IFAI.
Otro instituto en entre dicho, pues el pasado 28 de enero Miguel Barbosa, coordinador de bancada del PRD en el Senado de la Repúblico, pidió la renuncia de sus comisionados, antes de someterlos a un proceso de remoción.
La asignación de Gerardo Laveaga Rendón como presidente del IFAI en sustitución de Jacqueline Peschard Mariscal, después de tres meses como comisionado dentro del organismo, generó incomodidad y suspicacias.
A Laveaga se le conoce por ser cercano al ex presidente panista Felipe Calderón Hinojosa y por, según documentó Proceso, resolver casos de manera favorable al gobierno de Calderón.
El semanario publicó que el ahora presidente del IFAI influyó en otros comisionados para resolver el recurso RDA 0096/2012 y que permitió que la Procuraduría General de la República (PGR) mantuviera en opacidad los nombres de agentes del Ministerio Público Federal especializados en crimen organizado.
Estos ejemplos, retratan la forma en la que dirigen a los organismos autónomos los consejeros, comisionados y presidentes que desde su origen, se les vincula como simpatizantes de algún partido político o amigos de funcionarios públicos.
Camerino Eleazar Márquez, representante ante el IFE por el PRD, reconoció que los partidos políticos siempre se están “cabildeando” los nombres de los candidatos que llegan a la Cámara de Diputados para ocupar estas posiciones.
“Yo no diría que todos los Consejeros del IFE tienen algún vínculo o militancia con algún partido, pero sí los hay, sólo hay meterse a analizar su trayectoria y ahí salen”, subrayó.
INSTITUCIONES QUE SE RINDEN AL PRI
En la emisión del jueves pasado del programa radiofónico de Carmen Aristegui, Jesús Zambrano Grijalva y Gustavo Madero Muñoz, plantearon que el riesgo para México es que el PRI copte a las instituciones del Estado como sucedió al IFE y el IFAI.
El dirigente perredista dijo que actualmente el tema de las resoluciones ha “enrarecido el ambiente político”.
Mientras que Madero señaló que debido al tratamiento del caso Monex el ambiente es muy “adverso”.
El especialista Luis Manuel Pérez Juárez, opinó que es posible que el PRI, un partido con amplia experiencia en el gobierno, no necesite presionar directamente a las instituciones autónomas.
“Sin duda a veces no es necesario presionar a los organismos sino que hay instituciones que por ellas mismas quieren ayudar para parecer útiles al sistema… hay cierta tendencia a favorecer posturas que no sean perjudiciales al gobierno”, anotó.
El investigador sugirió que los partidos políticos siempre encuentran “un camino para violar las relaciones con esas instituciones. Yo creo que ahora un candado máximo que se debe poner es considerar que los partidos no participen en la conformación y decisión de los consejeros, comisionados y presidentes, quién podría ser, instancias menos sospechosas”, finalizó.