El resumen ejecutivo de la encuesta realizada por Consulta Mitofsky es el siguiente:
ECONOMÍA: 82% de los mexicanos opinan que la economía hoy es “peor que hace un año”, dato preocupante pero el mejor que se ha obtenido al final de los últimos cuatro años. La expectativa también es mala ya que casi tres de cada cuatro mexicanos consideran que el próximo año será aún peor que este.
POLITICA: La percepción de la situación política, sufre un ligero deterioro, ya que 76% consideran que hoy vivimos en peores momentos a los de 2010.
INSEGURIDAD: Con respecto a la inseguridad, más de ocho de cada 10 personas (81%) consideran que ha empeorado y solamente 16% dice que hemos mejorado. Medida la problemática desde finales del último año del siglo pasado hasta el de 2011, hoy la “inseguridad” es con mucho la más grande preocupación percibida en esos 12 años.
APROBACIÓN PRESIDENCIAL: El presidente Calderón al terminar su quinto año de gobierno logra la aprobación de 54% de sus gobernados, este porcentaje es el más alto que obtiene durante todo 2011, pero no alcanza los porcentajes de sus primeros cuatro años.
Al promediar cada año, su evaluación en los tres primeros años se mantuvo arriba de 60%; el cuarto año en 54% y aún faltando diciembre su promedio en 2011 es de 51 por ciento.
La desaprobación de 45% muestra el nivel de división de opiniones que hay en el país, ya que prácticamente durante todo 2011 podemos decir que una mitad lo aprueba y otra lo desaprueba.
Su caída en la aprobación en 2011 respecto a años anteriores se puede explicar con la polarización política que genera la cercanía con la elección, así vemos como la identidad partidista está definiendo mucho de la evaluación presidencial: los panistas no regatean su acuerdo (87%) y los no panistas simplemente en su mayoría lo desaprueban.
El norte del país es donde mejor se le califica con 62%. En cambio en el centro del país apenas llega a 45 por ciento.
En el quinto año de gobierno de las cuatro presidencias recientes las evaluaciones han ido disminuyendo: Salinas logró 81%; Zedillo 64%; Fox 59% y ahora Calderón 51 por ciento. Mientras Salinas y Zedillo alcanzaban en su quinto año sus mayores niveles de aprobación promedio anual, Calderón llega en su nivel más bajo y Fox subía pero no alcanzaba los números de su primer año.
La evaluación de 54% para el Presidente es casi 10 puntos superior a la que alcanzan los cuerpos legislativos, ya que los diputados sólo son aprobados por 41% y los senadores por 40 por ciento.
ÁREAS DE GOBIERNO: En lo que respecta a la aprobación específica para 14 áreas de gobierno, todas crecen o se mantienen igual a lo largo de 2011, manteniéndose como la mejor evaluada “atención a la salud” por encima de “combate a la inseguridad” no obstante ser esta última la que más crece con 6 puntos.
De los 14 rubros de trabajo medidos tres son evaluados bien por más de 40%, tres por arriba de 30% de ciudadanos reconociéndolos y ocho de esos 14 por debajo de 30%, destacando en los últimos lugares los esfuerzos por “disminuir de la inflación” y “disminuir de la corrupción”.

ATRIBUTOS: Los atributos personales que le asignan al presidente Calderón bajan todos, destacando las disminuciones de nueve puntos para “liderazgo” y “experiencia”. El atributo que se sigue considerando más presente en el primer mandatario es la “tolerancia” y el que menos se considera tiene es la “preocupación por los pobres”.
Respecto a la credibilidad que logra al anunciar alguna medida, en noviembre logra un pequeño incremento respecto a agosto al subir de 39% a 42 por ciento.
Solamente 27% de los mexicanos consideran que el Presidente tiene las riendas del país, porcentaje menor en tres puntos al de agosto pasado; en el otro extremo, dos de cada 3 ciudadanos consideran que las cosas en el país están saliéndose del control presidencial.
RUMBO DEL PAÍS: 61% piensa que el país no va por el rumbo correcto, lo que es una evaluación no sólo al Presidente sino a toda la clase gobernante y a la sociedad en su conjunto; y en ese sentido sólo 28% considera que vamos por el rumbo correcto.
La mitad de la población considera que el gobierno federal es responsable de rumbo que llevamos, ya sea correcto o equivocado.
