Opinión en video
Opinión en video
28-04-2024 - 12:05 am
"La mecánica del debate, necesariamente fragmentado en pequeñas cápsulas entre tres candidatos empeñados en el intercambio de golpes y en “la venta” de sus propios atributos, no es el mejor lugar para saber realmente cómo gobernarían".
Salvo que usted crea que un debate puede cambiar masivamente la intención de voto de la población, la razón para ver el segundo encuentro entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez sería la curiosidad o, de plano, el morbo. En teoría un ciudadano responsable diría que es importante seguirlo porque es la oportunidad de conocer las propuestas de las candidatas sobre economía, desigualdad social y medio ambiente, temas a tratar en esta ocasión. Pero no podemos ser ingenuos. La mecánica del debate, necesariamente fragmentado en pequeñas cápsulas entre tres candidatos empeñados en el intercambio de golpes y en “la venta” de sus propios atributos, no es el mejor lugar para saber realmente cómo gobernarían respecto a estos temas. Lo que expresarán al respecto será una lista de promesas y buenas intenciones destinadas a llamar la atención.
Pero esto no quiere decir que no sea un espectáculo interesante. Primero, porque los candidatos están convencidos de que se juegan algo importante, lo cual termina sometiéndolos a una enorme presión. Sus equipos se devanan los sesos para dar con frases triunfadoras, golpes devastadores sobre sus rivales, defensas imbatibles, gambitos y enroques, dignos de una estrategia ajedrecista. Luego practican el tono y el gesto que les haga lucir lo más presidenciable posible. La coreografía de sus movimientos es definida en conciliábulo para encontrar la manera más ágil de presentar láminas, evitar colocarlas de cabeza y no perderse debajo de la mesa en búsqueda de la enésima prueba de la noche. Sus atuendos, peinados y accesorios son materia de debate en los cuartos de guerra con la seriedad que le otorgaría una novia a su vestido de boda.
En lo que respecta a Claudia, habría dos temas a seguir, para efectos del morbo político. Uno, la manera en que reaccionará a la supuesta molestia de Palacio Nacional. Existe la percepción de que Andrés Manuel López Obrador habría preferido una mayor defensa de los logros de la 4T de parte de su candidata, ante preguntas críticas que, implícitamente, cuestionaban al sexenio en curso. En el Primer Debate, Sheinbaum prefirió validar su experiencia y logros como Jefa de Gobierno en la Ciudad de México para argumentar su potencial como Presidenta. Una actitud correcta para quien está buscando los votos del auditorio, pero no necesariamente la mejor desde la perspectiva del Presidente, quien dedica buena parte de sus afanes a construir la noción de haber encabezado un sexenio que será parteaguas en la historia nacional. Y en cierta forma el tabasqueño tiene razón; Sheinbaum será Presidenta porque es una buena candidata y posee méritos propios, pero sobre todo porque es la abanderada de un movimiento político que goza de una aprobación superior al 60 por ciento, resultado de estos cinco años de Gobierno. Podemos estar seguros de que esta noche ese será el énfasis, a diferencia de la edición anterior.
Otro tema a seguir con respecto a Sheinbaum será su actitud hacia Xóchitl Gálvez. Resultó una sorpresa que en el Primer Debate haya realizado tantas alusiones personales a su rival. Por lo general, quienes llevan mucha delantera en las encuestas prefieren ignorar a quien corre por detrás para no darle mayor protagonismo “subiéndolos al ring”. Xóchitl estaba obligada, obviamente, a intentar sacar de equilibrio a Sheinbaum: un exabrupto o un desliz capaz de hacerse viral o el llamado golpe noqueador que da paso al escándalo. Pero según las normas no escritas de la política, quien encabeza la carrera en teoría sólo debe ver a la meta, lucir presidenciable y no voltear hacia atrás. Sin embargo, Claudia prefirió defenderse atacando. Es cierto que resultó vencedora según los analistas del Primer Debate, aunque no sé si eso contribuyó en algo. El caso es que siempre es un riesgo enzarzarse en un tira a tira con un rival cuando hay tanto en disputa. El equipo que gana 2 a 0 suele preferir que la pelota se juegue en la media cancha y no en ida y vuelta entre las dos porterías. ¿Mantendrá la estrategia del ataque o será más prudente?
Por lo que respecta a Xóchitl, la curiosidad proviene de los cambios que ha prometido para este Segundo Debate. “Seré yo misma” ha dicho, lo cual no deja en claro a sus seguidores si eso es motivo para entusiasmarse o para preocuparse. Asegura que en esta ocasión no hará caso de los asesores que la instruyeron de qué decir o cómo vestirse. El problema es que salvo el huipil acostumbrado es difícil saber de qué habla cuando hace alusión a una Xóchitl en estado puro. ¿La Senadora del espectáculo importunando a colegas metida en una botarga de dinosaurio? ¿La experta en computación y empresaria de consultoras de edificios inteligentes? ¿La candidata de los programas sociales que intenta rebasar a Claudia por la izquierda para preocupación del PAN que la regentea? El problema con Xóchitl es que se ha enfundado en tantas facetas que cuesta trabajo entender cual es la verdadera. Dudo que la veamos esta noche, pero vale la pena ver cuál de todas estas escogerá desplegar en esta ocasión.
De lo que no hay duda es que Xóchitl volverá a intentar a toda costa la denuncia que haga la diferencia, la etiqueta devastadora que logre instalarse en la imagen de Sheinbaum, el insulto que haga trastabillar de fea manera a la hasta ahora imbatible candidata de Morena. Lo de la “dama de hielo” o la “falta de corazón” no funcionó; los supuestos papeles de Panamá de una tía tampoco. La pregunta es ¿qué soltará ahora para conseguir el famoso nocaut que sus asesores le están pidiendo?
Y, por último, está Jorge Álvarez Máynez, el candidato de MC, sin ninguna posibilidad de competir, pero cuyo potencial de crecimiento puede hacer aumentar o disminuir ligeramente la distancia entre las contendientes. En realidad, la única intriga respecto a su comparecencia esta noche es si mantendrá la sonrisa congelada durante dos horas o tomará algún descanso. Hagan sus apuestas.
@jorgezepedap
LEER
VER MENOS
28-04-2024 - 12:04 am
"¿Cómo podemos lograr que los funcionarios responsables de la contratación pública sean éticos?"
LEER
VER MENOS
28-04-2024 - 12:03 am
"No es extraño una campaña así en México, un país que el día ayer, según el registro nacional oficial, contabilizaba 116 mil casos de personas que están siendo buscadas por su familias".
Como un recurso extraordinario para llamar la atención de los miles de candidatos que buscan uno de los más de 20 mil puestos de representación popular que están en disputa en las elecciones del próximo 2 de junio, cientos de familias organizadas que buscan a sus hijos ausentes han lanzado la campaña “Te cambio mi voto por mi hijo desaparecido” en distintos puntos del país. A veces se cambia hija por hijo, o por esposo o hermana, etcétera, dependiendo del caso.
No es extraño una campaña así en México, un país que el día ayer, según el registro nacional oficial, contabilizaba 116 mil casos de personas que están siendo buscadas por su familias. No es extraño en un estado como Jalisco con más de 15 mil personas desaparecidas. En esta entidad la campaña la han impulsado colectivos como Luz de Esperanza. Este colectivo se ha distinguido por pegar semana a semana, miles de fichas de búsqueda con los datos de sus hijos desaparecidos: nombre completo, edad, señas particulares (cabello, tez, complexión, vestimenta), se le vio por última vez, fecha, lugar…
Ahora además de esos datos, algunas familias han añadido la siguiente consigna: “Te cambio mi voto por mi esposo desaparecido”. Es el caso de Gabriela Valdivia Madrigal quien busca a su esposo José Luis Guzmán Rodríguez, desaparecido, hace un año y un mes, el 25 de marzo de 2023, en Zapopan. Luego de una jornada de pega de cédulas de búsqueda el domingo 7 de abril en el Parque Rojo, de Guadalajara.
Ahí, Gabriela Valdivia dijo: “Yo ahora que están haciendo sus promesas de campaña, como siempre lo hacen, yo eso les diría que cambio mi voto, el de toda mi familia, por las personas que estamos buscando día con día, porque esta lucha es día con día”. Y luego recuerda como es una jornada diaria esperando saber de sus seres desaparecidos: “Desde que nos levantamos, estamos esperanzados en saber algo de ellos, hasta la noche que no hubo respuestas, nos dormimos con la esperanza de que el día de mañana pudiéramos tener alguna noticia de ellos, y por eso les digo, que se enfoquen en este problema que en Jalisco está desbordado”, dijo. (https://cutt.ly/2w6MWPuZ).
En esa misma jornada, el fundador del colectivo Luz de Esperanza, Héctor Flores, explicó: “Realizamos nuestra pega de cédulas como cada fin de semana. Ahora cambiamos las cédulas, les pusimos la leyenda ‘te cambio mi voto por mi familiar desaparecido’, esto, para tratar de crear conciencia en la clase política, en los candidatos, quien sean quien vaya a ser el próximo Gobernador o Gobernadora, presidentes municipales, etcétera, de la necesidad de una gran parte del pueblo de Jalisco de que el estado se haga responsable en el tema de las desapariciones y podamos avanzar ¿no?”, dijo.
Esta demanda de darle el voto a los candidatos a cambio de su hijo desaparecido, recorre todo el país. Hace una semana en Chiapas, la colectiva Madres en Resistencia lanzaron la consigna “Te cambio mi voto por mi desaparecido”, por las calles de Tuxtla Gutiérrez para exigir a los candidatos al gobierno de esa entidad que pongan atención al problema de desaparecidos. Según el registro nacional, Chiapas contaba, hasta el día de ayer, mil 182 personas desaparecidas.
En Baja California Sur, colectivos de familiares también lanzaron la campaña “Te cambio mi voto por mi hijo desaparecido” promovida por María Luisa Duran, madre de Everardo Alfonso Gastélum, desaparecido el 14 de marzo de 2019. “La campaña consiste en elaborar la ficha del familiar desaparecido con el fin de motivar a las autoridades, medios de comunicación y población en general para encontrar a las personas desaparecidas”, según nota de El Sudcaliforniano (23 abril 2024).
No es la primera vez que este lema irrumpe en las campañas electorales. En las elecciones de 2021, familias que buscan a sus desaparecidos de varios estados como Sonora, Nuevo León, Veracruz y Jalisco aprovecharon las elecciones para manifestar su exigencia de buscar a sus seres ausentes. En dicha elección varios familiares utilizaron, incluso, las boletas electorales como medio para mandar el mensaje a la clase política. Por ejemplo, Baruc Sánchez escribió “Te cambio mi voto por mi hermana desaparecida”, en referencia a su hermana Wendy Sánchez, desaparecida en enero de 2021 mientras viajaba de San Pancho, Nayarit, a Guadalajara, Jalisco. Tres años después llegamos a otra elección, pero lamentablemente con una crisis por desaparición de personas más grave.
A pesar de la magnitud de la crisis por desaparición de personas, hasta ahora ninguna de las dos candidatas ni el candidato a la Presidencia de la República han presentado un plan o programa especial para afrontar esta grave crisis. Esto a pesar de que al arranque de su campaña en Lagos de Moreno, el pasado 4 de marzo, al abanderado de Movimiento Ciudadano Jorge Álvarez Máynez, fue recibido por familiares de esa localidad con una cartulina con ese lema: “Te cambio mi voto por mi hermano desaparecido”.
Es urgente que en lo que resta de la campaña los candidatos y los partidos que lo apoyan respondan a este clamor de miles de familias y presenten un proyecto específico en el que se comprometen a detener las desapariciones y a buscar en vida a los miles de desaparecidos que existen ahora en el país. No debería haber otra prioridad en el país que buscar a los ausentes. Con voto o sin voto.
LEER
VER MENOS
28-04-2024 - 12:02 am
Alma es una cronista que se ha enfrentado a múltiples situaciones de riesgo, pero en todas ellas, y más allá del miedo, se ha tomado tiempo para la investigación, ha convivido con la gente, se ha emocionado con y por ella, por esos otros desconocidos, que se han vuelto siempre parte de la propia vida.
La lectura es “un espacio de silencio en un mundo muy ruidoso. Un espacio para entender realmente, lentamente, un mundo tan difícil. La lectura es una manera de tener esperanza”.
Quise empezar mi colaboración de hoy con esta frase de Alma Guillermoprieto (Ciudad de México, 27 de mayo de 1949) para cerrar con ella esta semana en que celebramos el Día del Libro, y a la vez para rendirle homenaje a una escritora que es ya un mito para quienes nos dedicamos a las letras. En especial para quienes creemos que uno de los géneros literarios más interesantes en el momento actual es la crónica. Sobre todo la crónica escrita por mujeres, por lo menos en México. Nombres como Daniela Rea, Marcela Turati, Blanche Petrich, Elia Baltazar, o Paula Mónaco, entre otros, hablan de algunas de las maravillosas herederas del trabajo de Alma.
¿Qué hay en las crónicas de Alma que han dejado (y que dejan cotidianamente) una huella tan fuerte en nuestras letras, en nuestra lengua?
Hay esa mirada en la que la cabeza y la piel son inseparables. La realidad le pasa a Alma por el cuerpo, por la voz, por la lengua, y esa realidad encarnada se vuelve relato que fluye; cuento, historia, compromiso, empatía; suma de ética y estética como reto y placer del texto.
Desde la Nicaragua sandinista al Perú de Fujimori y Vargas Llosa, desde la violencia en El Salvador a la lucha libre de las cholitas bolivianas, de Eva Perón a la fuerza de las mujeres zapatistas, de Marta Graham a la danza en la revolución cubana, de la brillantez de Mary Wolstoncraft al ritmo inigualable de Celia Cruz, del mundo de los pepenadores a las escolas do samba, no hay aspecto de América Latina que no haya encontrado un sitio en la pluma privilegiada de Alma.
Borges decía que escribir poesía es ejercitar una magia menor. ¿Qué pones tú, Alma, en el caldero de esa magia para escribir tus maravillosas crónicas?, le pregunté hace algunos meses en una hermosa charla que tuvimos Guadalupe Alonso y yo con ella, en la Casa Universitaria del Libro de la UNAM.[1]
“Algunos escriben como si estuvieran construyendo un motor -nos respondió-, pero otros escribimos como si estuviéramos preparando una bebida que seduzca. A mí me importa muchísimo seducir a los lectores. Que al escribir primero divierta, de ser posible; segundo, interese; tercero, conmueva; cuarto, enoje, pero sobre todas esas cosas que si tú me estás leyendo, sientas que estás conmigo en el lugar en el que estoy. Y apesta ese sitio, y hace un calor espantoso, y no soporto realmente al tipo con el que tengo que estar hablando porque es un tipo que trafica con seres humanos, pero yo quiero que tú huelas esa peste y veas al tipo y escuches las estupideces que dice. Ésa es mi manera de estar presente en las situaciones a las que yo acudo: viendo, oliendo, escuchando, paladeando, para que cada uno de ustedes pueda estar ahí conmigo. (…) Involucro los sentidos y mis propias emociones en ese caldero. Yo no hago periodismo. La objetividad fría no me es mi interés: hago reportería. Trato de que todo lo que digo sea exacto, que sea comprobable, pero que el viaje que invito a hacer en ese texto sea emocional.”
Alma soñaba con ser bailarina de danza contemporánea. Por ello se mudó muy joven con su madre a Nueva York para continuar su formación con la gran Marta Graham, primero, y luego con Merce Cunningham. De hecho, fue él quien le hizo una propuesta que le cambiaría la vida: ir a Cuba a sumarse como profesora a las Escuelas Nacionales de Arte. Era el año 1969 y, como ella misma lo cuenta en su libro La Habana en un espejo, ese viaje “trastornó mi vida por completo”. A éste siguieron muchos más, alimentados siempre por su pasión por América Latina, que le han permitido sumergirse en los dolores y los sueños de nuestro continente.
Como lo relata en su crónica “La llamada sandinista”[2], una experiencia determinante en su vocación periodística fue haber estado a bordo de un avión de Braniff rumbo a Chile, el 11 de marzo de 1973, día del brutal golpe de Estado contra Salvador Allende. Mientras ella lloró al enterarse, el resto de los pasajeros celebraban con champaña. Por supuesto no pudieron aterrizar en Santiago y ella regresó a México. Allí, cinco años después, “instalada en la desidia y la decepción”, vio por televisión la llegada del sandinismo al poder. “Se trataba apenas del inicio de una gran gesta –o por lo menos, eso deseábamos ardientemente los que soñábamos con revoluciones y despertamos de nuevo a la ilusión ese día”. Hoy ya conocemos el modo terrible en que terminó esa gesta.
El editor del Latin American Newsletter, donde Alma recortaba noticias que mandaban a Londres una vez a la semana, le pidió que fuera a cubrir lo que estaba sucediendo en el país centroamericano. Así, y porque el colega que debía cubrir esa zona del mundo no estaba en la redacción ese día, se inició en el periodismo.
“Lo importante era que yo (¡yo!) me encontraba a años luz de mi casa y de mi vida tranquila, metida en una entrevista con un personaje clandestino, en un país tropical en el que se cocinaba una revolución. Y lo verdaderamente importante era que, en esas circunstancias, no me perseguían ni el miedo a la vida, ni a los demás: fatalmente tímida desde siempre, acababa de descubrir el alivio. Un cuaderno de apuntes y un bolígrafo eran el mejor escondite.”
Ve entonces al primer muerto de su vida, después serán cientos. “Quizás demasiados.”
Alma es una cronista que se ha enfrentado a múltiples situaciones de riesgo, pero en todas ellas, y más allá del miedo, se ha tomado tiempo para la investigación, ha convivido con la gente, se ha emocionado con y por ella, por esos otros desconocidos, que se han vuelto siempre parte de la propia vida. Su gran tema ha sido nuestro continente, tanto explicado para el lector angloparlante (desde joven escribió para el New York Times, el Washington Post y The Guardian, entre otros medios), como para los lectores latinoamericanos.
“En realidad -ha dicho- la persona que escribe crónicas es una suerte de traductor del mundo o de la realidad. Todos vemos los elementos sueltos, pero no les damos una lectura conjunta, articulada.”
Dejo para comentar en una nota futura su conmovedor proyecto 72 migrantes, sobre la masacre de San Fernando Tamaulipas. Un altar virtual en honor a las víctimas, en el que participaron 72 escritores y 72 fotógrafos, y que se transformó en libro gracias a la Editorial Almadía.
Por su trabajo delicado y dedicado, comprometido, profundo, ha recibido múltiples reconocimientos, uno de los más importante, sin duda, ha sido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2018. En la ceremonia, ante lo reyes de España, con un vestido morado que aludía al mismo tiempo al color de las luchas feministas y a la República Española, hizo una celebración del oficio de reportera; un oficio compartido con tantos otros. Su discurso partió de la primera persona pero, como siempre lo ha hecho, para abarcar a todos los demás, porque “en estos tiempo de división, juntos somos más”.
“Un mundo en el que las grandes potencias se involucran en las decisiones de países más pequeños, se trafica con niños; a los migrantes que llegan desesperados a nuestras fronteras se les vuelve a lanzar de una patada al mar o al desierto, es un mundo en el que hacemos falta para que quede constancia de estos horrores.(…) “¿Cómo se enterarían ustedes de estos y todos los demás hechos y retos que ocurren fuera de su entorno inmediato sin nosotros, los reporteros?”
Después de recordar a su amigo Javier Valdés y a todos los periodistas asesinados por contar esos horrores, les recordó a los más jóvenes que, sin embargo, “Ningún otro oficio como este les va a regalar un mundo, un universo, la realidad entera; trágica, abochornante, terca, chistosísima, horrenda, mágica. El regalo de la realidad real, inmensa y maravillosa.”[3]
“¿Qué nos justifica luchar tanto si no es para llegar a un futuro mejor?”, se pregunta con frecuencia. Pero Alma Guillermoprieto sabe la respuesta: necesitamos siempre una utopía, algo con qué soñar. Ella nos acompaña, desde sus letras, en estos sueños.
Retomando la frase del inicio, podríamos decir que la lectura de Alma Guillermoprieto “es una manera de tener esperanza”.
Algunos de sus títulos son:
–Samba (1990)
–El año en que no fuimos felices (1998)
–Al pie de un volcán te escribo (1995)
–Las guerras en Colombia: Tres ensayos (1999)
–Looking for History: Dispatches from Latin America (2001)
–La Habana en un espejo (2005)
–72 migrantes, 2011.
–Los Placeres y los días (2015).
–¿Será que soy feminista? (2020).9
[1] Esa charla puede verse en https://youtu.be/WhIC_LnCze8
[2] https://cronicasperiodisticas.wordpress.com/2009/11/09/la-llamada-sandinista/
[3] Discurso de recepción del Premio Princesa de Asturias
https://youtu.be/Ezx442ZQ2Vc?si=WR02LH1ilU1IPKvA
LEER
VER MENOS
27-04-2024 - 12:05 am
Las estrategias de las corporaciones alcoholeras en México han sido múltiples, tanto para penetrar a través de publicidad, promoción, precios y alta disponibilidad como, a través de su captura del Estado evitando que en el país sea establecida una política nacional sobre consumo de alcohol.
¿Se imagina a una corporación cervecera preparando comentaristas indígenas para transmitir en sus lenguas los partidos de futbol de la Copa Mundial de 2022, a través de estaciones de radio regionales, para así poder publicitar su bebida alcohólica directamente a estas poblaciones que ya sufren de un consumo problemático de alcohol? No sólo debe imaginárselo, eso ha ocurrido en nuestro país. Pero pongámonos en contexto.
Las grandes corporaciones del alcohol no sólo han convertido a los Estadios de Futbol en cantinas en nuestro país, no sólo han asociado este deporte, el más seguido por los mexicanos con el consumo de cerveza, se ha utilizado la atracción de este deporte para, incluso, penetrar, de manera especializada en las comunidades indígenas, sin importar los impactos que el alcohol ha tenido y tiene en las comunidades indígenas.
La cerveza Corona, fundada en México en 1926, ahora propiedad de la empresa belga Anheuser-Busch InBev, utilizó la Copa Mundial de 2022 para lanzar una campaña dirigida a las comunidades indígenas con el fin de incrementar sus ventas en esta población.
Si el alcohol es la droga con mayores impactos sociales en la población mexicana en general, ligada a la descomposición familiar, a la violencia contra las mujeres, a la violencia intrafamiliar y comunitaria, entre la población indígena sus daños son mucho mayores. Y, sin duda, esto tiene que ver con las prácticas comerciales, la publicidad y la penetración de estas corporaciones, penetración que provoca una altísima disponibilidad, presencia, sin ningún tipo de regulaciones, sin políticas.
En pláticas públicas, ante auditorios concurridos, hemos pedido que levante la mano quien tiene algún familiar, de primero o segundo grado, con consumo problemático de alcohol que ha afectado a sus parientes. La mayor parte de los asistentes levanta la mano. Eso nos da idea de la penetración y daño de estas bebidas.
Volvamos a Corona que aprovechó la Copa Mundial de Futbol 2022 para aumentar su penetración en las comunidades indígenas, siendo que casi un millón de personas en México que no podían seguir a la selección nacional por el hecho de que las señales de televisión e internet son deficientes en las zonas rurales, porque existen 68 lenguas nativas y porque las transmisiones en radio en esas regiones se realizan, principalmente, en español.
Si la violencia a las mujeres, en general en el país, se asocia en más de un 20% al consumo de alcohol por parte del agresor, en las comunidades indígenas llega hasta más del 70%, como se ha llegado a registrar en las comunidades Raramuris. Como lo hemos mencionado anteriormente, el crecimiento de feligreses en las iglesias evangélicas y pentecostales en poblaciones indígenas ha tenido una de sus principales razones en el interés de las mujeres de llevar a sus familias a ellas por los votos que tienen contra el consumo de alcohol, intentando así lograr que sus parejas dejen de consumir y con ello dejen de violentarlas y sean más responsables con la manutención de sus familias.
El interés de Corona, hay que decir, de la trasnacional AB InBev, por penetrar aún más en las poblaciones indígenas la llevó a realizar toda una estrategia para transmitir, a través de las estaciones de radio regionales, los partidos de eliminación al mundial y el partido entre Polonia y México en Qatar en diversas lenguas indígenas: náhuatl, mixe, maya, chatino, mixteco y zapoteco.
Corona lo cuenta así: “Capacitamos a una nueva generación de presentadores deportivos nativos y les permitimos contar la historia de los últimos partidos de clasificación de México para la Copa del Mundo 2022… Nuestra idea era crear un nuevo tipo de transmisión deportiva, en las principales lenguas indígenas”. Como siempre, este tipo de estrategias son maquilladas de responsabilidad social y no de mercadeo de sus productos, de esa manera Corona explicó su objetivo: “Lo más importante es que logramos unir a los indígenas mexicanos con su pasión por el fútbol”. ¿Era, realmente, ese el interés de Corona?
Las transmisiones en lenguas indígenas en diversas regiones del país, a través de radiodifusoras regionales, como explica la cervecera belga AB InBev, propietaria de Corona, señaló que amplificaba su mensaje “utilizando medios pagos, como promociones y menciones antes, durante y después de los juegos”.
Entre los logros de la campaña citados por la corporación estuvo que “15 millones de personas escucharon los partidos en su propio idioma por primera vez”, no subraya que logró exponer a esa misma población a anuncios de Corona antes, durante y después de los partidos. ¿No era ese su objetivo exponer a la población indígena a su publicidad? ¿No era llegar a esa población vulnerada donde se reconocen los estragos del consumo de alcohol?
En otra parte de la información de Corona sobre esta campaña deja ver lo que claramente era su objetivo: aumentaron sus ventas 21 por ciento durante los partidos.
La asociación de la cerveza con el futbol, es perversa y genera muchos daños. Desde los estadios como cantinas, convertidos en grandes catedrales cerveceras – como el Estadio Corona, así se llama, en La Laguna – los logos de estas bebidas en las propias camisetas de los equipos, hasta sus estrategias publicitarias durante las transmisiones. Todo ello normaliza el consumo de alcohol en eventos, fundamentalmente, familiares. Ligar el deporte al consumo de alcohol no estaría muy lejos de ligar el deporte a fumar. La liga de Coca-Cola con el futbol también es muestra de esta irracionalidad y de la captura del deporte por empresas cuyos productos no son saludables.
Las estrategias de las corporaciones alcoholeras en México han sido múltiples, tanto para penetrar a través de publicidad, promoción, precios y alta disponibilidad como, a través de su captura del Estado evitando que en el país sea establecida una política nacional sobre consumo de alcohol. Esta industria tiene un fuerte cabildeo y puertas giratorias que han sido muy efectivas para proteger sus intereses y evitar cualquier regulación.
Desgraciadamente, no vemos entre las candidatas y candidatos ninguna mención al daño que provoca el alcohol en la sociedad mexicana, tampoco menciones sobre el impacto del tabaco y nada sobre la comida chatarra y las bebidas azucaradas. Estos productos, en su conjunto, son los principales determinantes comerciales de la enfermedad, es decir, son la principal causa de enfermedad y muerte. Cada uno de estos productos, por si solos, es responsable de más muertes que el crimen organizado. Existen políticas muy exitosas para bajar el consumo de estos productos sin establecer ninguna prohibición, solo aplicando regulaciones.
Ya es tiempo de que quienes buscan puestos de elección popular se manifiesten al respecto, ¿o tienen miedo de enfrentar los intereses de estas corporaciones?
LEER
VER MENOS
27-04-2024 - 12:04 am
Tal vez en la exhibición curada por Santamarina podamos encontrar algunas aproximaciones, siempre irónicas y ambiguas. Y ese es el arte de Tin Larín, jamás dar por hecho nada, no existen las respuestas absolutas.
Cada uno puede tener su opinión sobre el Tin Larín. Habrá quien reconozca sus méritos o quien minimice sus aportes. Da igual. En lo que todos deben coincidir es en que, cuando se habla de cambio en el arte contemporáneo mexicano, es una omisión imperdonable no traer a cuento a Guillermo Santamarina, mejor conocido como Tin Larín. En estos días, con su exposición ¿Hecho consumado? se apodera del otrora ostentoso “hogar” de los presidentes. Cargado de historias de corrupción y privilegios, hoy abierto para ser visitado por quien quiera, Los Pinos se transforma en espacio de emergencia artística. Tomar y apropiarse los sitios y convertirlos en un relato personal ha sido la manera de funcionar del ya legendario curador.
La historia del arte de nuestro país, a partir de los ochenta, es mucho más interesante cuando se toma como protagonista a Guillermo. Ya sea como artista con ideas y acciones por demás originales; elaborando nociones complejas dentro de casi todos los foros de especialistas (poniendo en jaque a uno que otro pedante); organizando las primeras ferias de arte contemporáneo; involucrado como curador dentro de instituciones vanguardistas como El Eco, Ex Santa Teresa, Carrillo Gil, Centro morelense de las artes o MUAC; como el gran divulgador que es, dando clases a nuevas generaciones con una generosidad inusual en el medio; renovando su lenguaje en prácticas performáticas que son registro fiel de sus ideas o estableciendo nuevos paradigmas, y con esto me refiero a su más reciente exposición en Le Laboratoire: Fetiches de la condición apolar, de lo mejor y que salva la infestada de frivolidad semana del arte. Y con miedo a que se me escapen un montón de cosas, no puedo dejar a un lado la que debe ser su modalidad favorita y en la que nadie sabe lo que él, me refiero al arte sonoro y la música, deleitándonos con sus exploraciones que quedan como playlists publicadas con el título Tinlarinitis en Facebook.
No resulta fácil definir a Guillermo sin considerarlo una institución o más bien hay que decir que ha hecho de la institución lo que se le ha pegado la gana. Y este es precisamente su valor, haberse escapado de los títulos rimbombantes, de las poses de eruditos que usan los puestos públicos para enarbolar su ego y utilizan un lenguaje rebuscado para ocultar el lastre que les ocasiona la burocracia institucional llamada hueso del sexenio. Aún dentro de las instituciones, Santamarina huye bien librado de las cortes que se van pasando el poder de mano en mano, en los “me leés, te leo” del sistema. Así se mantiene porque es su naturaleza, libre, espontánea, divertida, profunda, sagaz, sarcástica. En una palabra, brillante.
Eternamente fugado de los sistemas, evasor de las clasificaciones, Tin Larín no se detiene. Y no puede evitarlo, su oficio combativo e irreverente reta a la institución, la seduce, la crece, la cambia y luego, se va. El desafío de Guillermo revela conocimiento y respeto profundo por su contrincante; de una ironía que escapa a muchos, pero que siempre deja algo a nuevas formas de aprendizaje y reflexión.
Descubrir su impronta en las instalaciones (sitio-específico), elaborada con un tejido fino, sensible, inteligente en la exhibición ¿Hecho consumado?, no solo es un paso adelante en la noción de curaduría conceptual de la que fue pionero, hoy abaratada por la cantidad de improvisados, además Guillermo juega con ella, la renueva y le inyecta ideas.
Los Pinos simboliza la toma colectiva por edicto presidencial. En una época en la que las jacarandas florecen como en ningún sitio, las rejas se abren para dar acceso a un mundo que fue prohibido para todos nosotros durante décadas. Penetrarlo hace pensar en ciertas escenas de películas: el pueblo entrando a Versalles después de ver las cabezas de los reyes absolutos rodar por el cadalso; o Bertolucci en El último emperador delante de la Ciudad prohibida. También nos invita a evocar las noticias, aquella entrada de los revolucionarios a la casa de Gadafi o el allanamiento del palacio de Ceausescu en Rumanía.
La Casa Miguel Alemán provoca una sensación de ansiedad, en ella reverberan las voces mezquinas de sus gobernantes; de las familias y los abusos cometidos, de la corrupción de un Estado Mayor Presidencial que vivió para cumplir los caprichos de los mirreyes y las niñas bien que pasaban seis años viviendo como potentados a costillas del pueblo. Pareciera que eso ha quedado en el pasado, pero ¿es un hecho consumado?
Tal vez en la exhibición curada por Santamarina podamos encontrar algunas aproximaciones, siempre irónicas y ambiguas. Y ese es el arte de Tin Larín, jamás dar por hecho nada, no existen las respuestas absolutas. Preguntar y dejar que las ideas se tejan en una compleja red; casi como si ejecutara una danza muy en su estilo performático, muy en su lenguaje lleno de referentes necesarios y de una que otra anécdota vivida. Por ejemplo, de cómo ha visto crecer a quienes fueron los artistas emergentes que respaldó con sus ideas y en sus históricas exhibiciones. Y estamos hablando de ya consagrados como Gabriel Orozco y Damián Ortega o, quienes participan en esta exposición, como Daniel Guzmán y Eduardo Abaroa.
A través de ellos y de las siguientes generaciones, Guillermo nos va adentrando a las nuevas voces, al giro que el arte ha tomado por una necesidad de consciencia política y del planeta. En la exposición abundan archivos, documentales, registros, instalaciones. Guillermo navega sin problema en estos lenguajes.
Con su generosa curaduría, Santamarina narra las hazañas de los artistas a los visitantes, desde los sabios del sistema hasta uno que otro despistado que recorre los pasillos. Todos sacan algo de esta visita.
Las nuevas arqueologías que se ven reflejadas en la obra de Adriana Salazar y su Museo animista del Lago de Texcoco o en El desalojo; en una bellísima instalación de Arturo Hernández Alcázar, Tierra perdida, que denuncia los abusos de la industria minera; o dentro del closet presidencial la ocurrente pieza de Balam Bartolomé, Pisa y corre, prótesis encarnada en un bat de beisbol que emula la pierna perdida del dictador Santana y que, dice la leyenda, terminara siendo usada para batear pelotas. Increíble la presencia del también ya parte de nuestra historia Daniel Guzmán con su serie “El hombre que debiera haber muerto, pero resucitó a otra vida”.
Casi al final del recorrido, una pieza que todos los mexicanos deberíamos ver. Sarcástica e increíble por su valor artístico, la magnífica apropiación de Gabriel Garcilazo a un códice náhuatl del siglo XVI, sirve para narrar el pacto de García Luna y el Cártel de Sinaloa durante la guerra contra el narco de Felipe Calderón, titulada El lienzo de Felipe. Y del mismo artista, una apropiación del Códice Mendoza con el título Códice FMI, que nos cuenta el proceso de consolidación del estado neoliberal, un imperdible por su caricaturización brillante. Sobre la alfombra, de Gina Arizpe, un tejido elaborado con las camisetas de los migrantes en el que despuntan los materiales que podrían identificar a cada uno de ellos. No se puede dejar fuera la pieza ya emblemática de Ilan Liberman y que estremece tan solo de pensarla: Niño perdido, cien dibujos en miniatura, réplicas de las fotografías de niñas y niños desaparecidos publicadas y que el artista nos obliga a observar a través de una lupa.
Quizá la parte más divertida sea el absurdo ascenso de las escaleras expresidenciales con un candil que no tiene desperdicio por lo kitsch que resulta. La genialidad de Santamarina, colocar la extensa Cenefa, del colectivo Tercerunquinto, formada con frases utilizadas por los partidos durante sus campañas. Una gozada leer las promesas de los candidatos para seducir a los votantes, como ustedes comprenderán. Estas piezas y otras del mismo nivel y calidad, en un discurso muy a lo Santamarina.
¿Hecho consumado? permite asomarnos a los errores, a las metáforas, a las desgracias, a las vergüenzas de nuestra historia de una forma poética, sin resentimiento, con la posibilidad de ver el asco que podemos ser como sociedad y el milagro del artista que sabe leer quiénes somos. Gracias Tin Larín. @Suscrowley
LEER
VER MENOS
27-04-2024 - 12:04 am
"La única forma de sanear rápido y profundo al poder judicial es con una mayoría indiscutible, imponente, debemos superar el 70% de los votos en el Congreso de la Unión".
En una república, el poder del estado está dividido en tres grandes funciones, la presidencia de la república, los legisladores y los jueces.
Para poder desarrollar un proyecto de nación es indispensable que los tres coincidan en dicho proyecto en lo general y sean independientes en lo particular.
Los problemas y dificultades que enfrentamos quienes tratamos de construir una nación solidaria y de bienestar para todos, son resultado de la incompletitud en La toma del poder, ingenuamente se creyó que era suficiente con ganar la presidencia de la república, y la mayoría del Congreso de La Unión. Triunfos estos que dependían fundamentalmente del voto popular y dimos por hecho que ganando las elecciones a los adversarios políticos, ideológicos e históricos, estábamos tomando el poder. Por eso los festejos de 2018 fueron tan emotivos.
Ciertamente que para AMLO era difícil dar un golpe para cambiar a todo el poder judicial durante los primeros tres años, pues primero tenía que consolidar la estructura de gobierno y una sólida mayoría en el congreso.
Las dificultades para consolidar una dirección política fuerte y reconocida en Morena, ocasionaron que en las elecciones de mitad de camino, se perdiera la mayoría calificada de dos terceras partes del Congreso de La Unión y con ello se fue la oportunidad de sanear el poder judicial y asumir una verdadera toma del poder para el nuevo proyecto de nación
Esos son los grandes inconvenientes de los procesos pacíficos de transformación histórica de un país.
Y activando el mundo de mis utopías juveniles, A mediados de los 70s formaba parte de un grupo político que trabajábamos en Ciudad Juárez, para impulsar una cada vez más cercana Revolución Proletaria, teníamos una percepción tomada de los libros y análisis políticos que se habían hecho en los tiempos de Marx, Engels y durante las revoluciones Rusa y Mexicana de 1917, sazonada con la información emocionante de La hazaña cubana que destituyó a Batista e inició un proceso socialista en América.
Nos reuníamos cada semana en un local del doctor Roberto Vázquez Muñoz, un verdadero héroe ciudadano en esta frontera, planeábamos y organizábamos La lucha de sindical y obrera en las maquiladoras, y otras empresas.
Además, parte del tiempo de reflexión lo dedicábamos a discutir cómo debía ser la toma del poder por el proletariado, la expropiación a los expropiadores, la construcción del estado proletario y el proceso a largo plazo para la destrucción total de la sociedad de clases sociales. Y la construcción de una nueva y lejana sociedad de igualdad total. Comunista.
Las experiencias históricas que nos servían de referencia y que eran los elementos de análisis de la situación concreta, eran revoluciones sociales, donde el asalto violento al poder por un nuevo sector social, con una vanguardia consciente y organizada empezó a destruir lo que debiera destruir de la vieja sociedad, transformar lo recuperable y construir nuevas instituciones y nuevas formas de gobierno.
El presupuesto era un evento revolucionario y la toma violenta del poder, por lo que la inercia revolucionaria limpiaría las estructuras del estado.
En las charlas ensoñadoras de cómo serían los primeros meses después del asalto al poder, era singularmente placentero imaginarnos cómo se irían deteniendo y procesando los funcionarios que habían sido derrotados por la revolución.
Muchos de nosotros que habíamos lidiado con la parcialidad y la corrupción de los tribunales establecíamos como prioridad la sustitución de todos los jueces por nuevos tribunales en donde incluso en primera instancia fueran las comunidades directamente afectadas por los delitos o las violaciones a la ley, los que hicieran justicia en tribunales populares.
Pero en el México actual se está construyendo un Estado de derecho, honrado, de bienestar y solidario, que tal vez sea el inicio, de los primeros pasos, de los prolegómenos, de los preliminares del socialismo.
Y se llegó al poder pacíficamente, no es posible fusilar a los jueces, pero si es indispensable tomar esa función del poder. Necesitamos hacerlo por el sendero constitucional, por la vía pacífica mediante el uso del voto, por lo que en el próximo proceso electoral no podemos tener incertidumbres, no podemos tener reservas políticas o intelectuales con relación a los candidatos que se someten a la elección, si no logramos la fuerza suficiente para liquidar la contrarreforma del PRIAN con Peña Nieto y las que hiciera la pandilla de la época negra del neoliberalismo, seguiríamos ganando las elecciones pero no tomando el poder del Estado.
La única forma de sanear rápido y profundo al poder judicial es con una mayoría indiscutible, imponente, debemos superar el 70% de los votos en el Congreso de la Unión, porque solo así la alianza del poder ejecutivo y legislativo pueden transformar la sociedad mexicana.
Por eso hago un llamado a compañeros progresistas para qué terminen con sus discusiones bizantinas, sus reservas ideológicas, políticas o moralinas y se pongan a trabajar con todo para ganar cada quien en su territorio, la elección de presidenta de la república, las elecciones de diputados locales y federales, y municipales, no se aceptan dudas el voto es todo Morena.
LEER
VER MENOS
27-04-2024 - 12:03 am
"El escorpión pregunta: ¿quién y por qué querría gobernar la Ciudad de México?"
El sino del escorpión fue vivir en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México) durante más de 65 largos años, antes de tomar la decisión de abandonar la mega urbe y buscarse la vida en otro lado. El alacrán tiene una relación de amor-odio con la ciudad, tal como la tenía Efraín Huerta y la describió en su poema “Declaración de odio”: “¡Los días en la ciudad! Los días pesadísimos / como una cabeza cercenada con los ojos abiertos. // Estos días como frutas podridas. // Días enturbiados por salvajes mentiras”. Pero Huerta escribió también una “Declaración de amor”: “Ciudad que llevas dentro / mi corazón, mi pena… // Ciudad que lloras, mía, / maternal, dolorosa, / bella como camelia / y triste como lágrima”.
Cuando el escorpión nació, gobernaba la ciudad Ernesto P. Uruchurtu, llamado El Regente de Hierro por su mano dura e intolerante. Se mantuvo al mando de la capital más de una década, durante los sexenios de los presidentes Ruiz Cortínez y Adolfo López Mateos. Bajo la presidencia de Díaz Ordaz, regenteó la ciudad Alfonso Corona del Rosal, y con Echeverría llegó Alfonso Martínez Domínguez, de nefasta memoria, pues tuvo que dejar el cargo al asumirse responsable del “halconazo” de 1971. La ciudad siguió así gobernada por “ilustres” priistas: Octavio Sentíes (1971-1976), el político rico Carlos Hank González (1976-1982), Ramón Aguirre Velázquez (1982-1988), un regente inútil y disminuido durante el sismo del 85; Manuel Camacho Solís, el regente de Salinas de 1988 y hasta 1993, cuando se distanció del ejecutivo al no ser nominado como candidato a la Presidencia. Manuel Aguilera Gómez pasó efímeramente por el cargo hasta que Zedillo designó a Óscar Espinosa Villarreal (1994-1997), también de triste memoria al ser acusado y aprehendido por corrupción mientras huía por Nicaragua.
Fue entonces, en 1997, cuando la Ciudad de México logró la “mayoría de edad” electoral, y pudo elegir por primera vez a su gobernante, Cuauhtémoc Cárdenas. También de forma efímera, éste fue sustituido por Rosario Robles cuando “El Ingeniero” lanzó su candidatura a la presidencia en 1999 y perdió. No obstante, la izquierda, entonces perredista, volvió a ganar la Ciudad con Andrés Manuel López Obrador (2000-2005). Alejando Encinas lo sustituyó un año, mientras López Obrador desarrollaba su campaña presidencial y perdía por claro fraude en 2006. De cualquier forma, la ciudad se mantuvo en manos de la izquierda con Marcelo Ebrard (2006-2012), antes de que ocurriera ese raro accidente político denominado Miguel Mancera, quien gobernaría la ciudad de forma poco transparente y dudosa en nombre del PRD de 2012 a 2018. Lo demás es de sobra conocido, Claudia Sheinbaum gobernó la ciudad hasta lanzar su campaña presidencial y Martí Batres la sustituye hasta ahora en el cargo.
Muchos años de gobiernos “de izquierda”, perredista y morenista, ha atestiguado ya el venenoso y, no obstante, en 2021 la coalición derechista del PAN-PRI-PRD obtuvo más votos y ganó nueve de las 16 alcaldías, dejando sólo siete para Morena. De igual forma, esa coalición ganó 13 distritos de las disputaciones federales, mientras Morena y el PT se adjudicaron 11 distritos. Desde 1997, siempre habían sido ganadoras los candidatos de la izquierda en la Ciudad de México, hasta el pasado 2021.
Cuatro factores, escribe la analista Violeta Vázquez Rojas en su columna de Milenio, han sido suficientes para infundir ánimo en la oposición y zozobra en el obradorismo: a) los resultados de 2021, b) la concentración de sectores ‘desencantados’ con la 4T, c) la ventaja muy relativa de Morena sobre la oposición, y d) el viraje anti-izquierdista de las grandes ciudades capitales de América Latina, y aunque la analista no ve en estos factores la fuerza suficiente para derrotar a la candidata de Morena, Clara Brugada, en la elección por el gobierno de la Ciudad de México, lo cierto es que la moneda podría estar aún en el aire si la oposición no hubiera escogido al peor candidato, Santiago Taboada, inescapablemente enredado en una trama de corrupción inmobiliaria innegable.
Con todo, tal como lo hizo en su columna de la semana pasada, el escorpión pregunta: ¿quién y por qué querría gobernar la Ciudad de México?, monstruo de mil cabezas, tumultuoso y violento, sobrepoblado y en crisis, al pie de un volcán activo, sobre un lago y en una zona telúrica. ¿Tiene remedio la crisis de transporte público y movilidad? ¿Alguien evitará las disputas ante la escasez inminente de agua? ¿Es viable tan mayúscula concentración humana, comercial, industrial y urbana, y, sobre todo, es vivible? Por lo pronto, la ventaja de Clara Brugada sobre Santiago Taboada ronda los 13 puntos.
El arácnido vuelve a su refugio junto al mar, no sin antes invocar de nueva cuenta a Efraín Huerta, porque en esta ciudad: “Uno pierde los días, la fuerza y el amor a la patria, / el cálido amor a la mujer cálidamente amada / la voluntad de vivir, el sueño y el derecho a la ternura…”
@Aladelagarza
LEER
VER MENOS
27-04-2024 - 12:02 am
En la lógica de las encuestas, nada afecta, pareciera que los resultados antes de provenir del sentir ciudadano son producto de una estrategia de propaganda que busca instalar en el inconsciente colectivo lo irremediable del triunfo de Morena y aliados, y la fatalidad de la derrota de la oposición.
Estos días abundan las encuestas de intención de voto con una constante: el triunfo de Morena y sus aliados es irreversible. Nada parece influir en ese resultado cantado: No influirán los más de 180 mil homicidios dolosos y el más del 95 por ciento de impunidad, la crisis profunda del sistema de salud o de educación, el rechazo del Presidente de reunirse con los padres de los ya 42 de Ayotzinapa o las madres con hijos de desaparecidos, el enriquecimiento a la Nahle, la corrupción en Segalmex y las obras emblemáticas de este Gobierno, las Afores, las reformas a la Ley de Amparo…
En la lógica de las encuestas, nada afecta, pareciera que los resultados antes de provenir del sentir ciudadano son producto de una estrategia de propaganda que busca instalar en el inconsciente colectivo lo irremediable del triunfo de Morena y aliados, y la fatalidad de la derrota de la oposición.
Me pregunto, ¿qué podría sustentar que los ocho millones de votos perdidos por Morena y sus aliados en 2021, estarán de regreso el 2 de junio, garantizando el triunfo amplio de Claudia Sheinbaum y la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, y poner en marcha el llamado Plan C? Que, recordemos, significaría el segundo piso del pretendido cambio de régimen del Presidente López Obrador.
O en sentido contrario, qué pudo haber sucedido para pensar que la oposición toda junta -incluido MC- habiendo obtenido más votos que Morena y sus aliados en 2021, ¿no conservará o superará los más de 23 millones votos obtenidos en esa elección intermedia?
A bote pronto se podrá decir que toda elección es diferente a la anterior menospreciando las tendencias pautadas por la elección anterior y el cruce con los estudios demoscópicos más confiables en materia de ciclos electorales.
Quien escribe sostiene la hipótesis que la intención de voto no ha cambiado mucho, que se ha solidificado, y la oposición toda seguirá teniendo la preferencia de la mayoría de la gente, salvo que haya una caída de la participación por la intervención del crimen organizado.
Si la gente sale a votar va a reeditarse lo sucedido en 2021, los votos acumulados por la triada PAN-PRI-PRD podrían no ser superiores a los de Morena-PT-Verde, porque los que necesita para superar los tendrá Movimiento Ciudadano, es decir, ese seis o siete por ciento que trae de intención de voto el candidato Álvarez Máynez.
Si esta hipótesis, se cumple, tendremos que el primer efecto será que el llamado Plan C será el derrotado porque la coalición Juntos Hacemos historia difícilmente obtendría la mayoría calificada por más esfuerzos que están haciendo por intentar ir en candidaturas comunes en la elección de diputados federales y con candidatos propios, en la elección de senadores, buscando de esta forma, no sólo obtener la fórmula de mayoría, sino la de primera minoría en los estados donde van de esa manera.
O sea, el resultado probable, es un Gobierno sin mayoría en ambas cámaras, lo que desde el punto de vista democrático es el ideal -según el politólogo catalán Josep Colomer- porque un escenario de ese tipo obligaría a la titular del Poder Ejecutivo a negociar con la oposición los presupuestos generales, como también, la vigencia de las instituciones de nuestra democracia.
Pero algo más. Un escenario de Gobierno sin mayoría, o un Gobierno dividido, cae, lo han dicho varios analistas, como anillo al dedo a Claudia Sheinbaum, porque la ausencia de mayoría absoluta o calificada sería el fracaso de López Obrador porque debilitaría el chantaje que ejerce sobre su candidata presidencial.
Y es que Claudia en un escenario fragmentado de este tipo estaría obligada a voltear a ver, no a su tutor político, sino hacia la oposición, que tendría los votos que necesita para sus políticas. Claro, en el supuesto caso, que ella gane la elección presidencial.
Ahora bien, si observamos la nueva publicidad oficialista que está circulando en los medios de comunicación Claudia Sheinbaum en el segundo debate “saldrá a defender los logros del Gobierno de López Obrador” cuando el cálculo político invitaría a la prudencia y a tomar una distancia razonable de Palacio Nacional.
Sheinbaum, en esta nueva publicidad, está dirigiéndose a los leales del obradorismo, los inamovibles, cuando debería dirigirse a los votantes indecisos, a los electores switchers, que serán quienes definirán el resultado en la elección presidencial.
Y eso, seguramente, ya lo vio el cuarto de guerra de Xóchitl Gálvez para ir por ellos con una postura más independiente y, hasta crítica, hacia los partidos que la postulan como candidata presidencial.
Por eso, este segundo debate, reviste un interés especial, porque Claudia Sheinbaum llegará con la presión de AMLO y eso, podría hacerla retroceder, porque estaría enfocada a satisfacer el ego del residente de Palacio Nacional. No a ampliar su base de votantes; y, Xóchitl Gálvez, llegará, seguramente, más suelta, con la lección aprendida, sólo con la presión razonable de las encuestas buenas en contra, pero, sabe, que al estar abajo en la mayoría de las encuestas todo es ganancia y es probable, que su estrategia sea más confrontativa e hincará la uña en la llaga de los incumplidos, las mentiras y burlas o los desaires del Presidente López Obrador.
Ahora bien, es probable que en el debate del próximo domingo aumente la audiencia que tuvo el primero pues, de acuerdo con el INE, sólo alcanzó 13.7 millones de los casi 100 millones de personas con credencial para votar, o sea, en términos absolutos, esta participación ciudadana fue baja, lo que habla de que la mayoría de los ciudadanos todavía están en otra frecuencia y lo político electoral no es su primera preocupación.
Y por eso muy probable que segmentos de indecisos y pragmáticos switchers se acerquen al televisor o a las redes, para escuchar y empezar a proyectar la dirección de su voto o de sus votos.
En definitiva, la sombra de los resultados de las elecciones de 2021, hoy, más que nunca, se hacen presentes, porque no está claro qué es lo que llevaría a un ciudadano a votar distinto a lo que votó en aquellas elecciones intermedias. Las que emparejaron el piso electoral de los dos bloques partidarios cuando hay elementos en uno y otro sentido, que pueden definir el resultado en esta contienda histórica. A mi entender, hay más agravantes que logros para presumir. Al tiempo.
LEER
VER MENOS
26-04-2024 - 12:05 am
"No existe algún indicio estadístico o de otra naturaleza, para imaginar que Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz tuviera oportunidad de ganar la Presidencia de la República".
Aunque en política nada está escrito por anticipado, hay herramientas que sí permiten calcular un resultado. La distancia que existe entre la candidata de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, y la abanderada de la alianza Fuerza y Corazón por México, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, en el preámbulo del segundo debate entre aspirantes a la Presidencia de la República y a un mes de que terminen las campañas rumbo a los comicios del domingo 2 de junio del 2024, permite escriturar la crónica de una derrota largamente anunciada.
La única duda es cuál será la diferencia entre Claudia y Xóchitl, pero también si el tercer candidato en discordia, Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, logra acercarse estadísticamente a Xóchitl para poner en riesgo su segundo lugar en la contienda, lo que sin duda repercutiría en un golpe brutal para PAN, PRI y PRD, que quedarían prácticamente marginados del poder real en las cámaras de diputados y senadores. Y por supuesto, este hipotético escenario aumentaría, sustancialmente, las posibilidades de que Morena, PT y PVEM logren la mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso de la Unión, para profundizar las reformas constitucionales que consoliden el proyecto de la Cuarta Tranformación.
En las ponderaciones que hasta el mes de abril han llevado a cabo tres plataformas agregadoras de encuestas, la distancia entre Claudia y Xóchitl es tan amplia, que resulta imposible suponer que la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD pudiera siquiera inquietar a la abanderada de Morena, PT y PVEM. Así lo reflejan las ponderaciones que hasta la fecha han hecho el Barómetro Electoral Bloomberg; la plataforma agregadora de encuesta Oraculus y el Obsevatorio Electoral 2024 del Colegio de Especialistas en Demoscopía y Encuestas.
En el debate de este domingo 28 de abril de 2024 los temas que abordarán las candidatas y el candidato, serán referidos a crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo, pobreza y desigualdad; cambio climático y desarrollo sustentable. El domingo 19 de mayo del 2024 será el tercero y último debate con los temas Política social; inseguridad y crimen organizado; migración y política exterior; democracia, pluralismo y división de poderes.
Según las ponderaciones del Barómetro Electoral Bloomberg, desde noviembre del 2023 a abril del 2024, Claudia Sheinbaum Pardo perdió, en promedio, el 3.9% por ciento del respaldo electoral, pero se mantiene como puntera, con mucha ventaja en las encuestas rumbo a la elección presidencial del domingo 2 de junio del 2024; en tanto que en el mismo periodo Bertha Xóchitl Gálvez ganó 6.3% por ciento de apoyo. Claudia ha perdido, en promedio poco más de medio punto cada 30 días y Xóchitl ha ganado un punto por mes. En estas circunstancias es prácticamente imposible que en poco más de 30 días que restan de campaña Xóchitl pueda acercarse a Claudia. La candidata de Sigamos Haciendo Historia cierra abril con 60.2 por ciento de las preferencias electorales, contra el 31.6 por ciento de la aspirante de Fuerza y Corazón por México, en tanto que el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez registra 8.1 por ciento.
Este martes 23 de abril del 2024, Bloomberg, la agencia informativa especializada en asuntos financieros y de negocios, con sede en la ciudad de Nueva York publicó: “La candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, está reforzando su ventaja en la contienda para convertirse en la próxima presidenta de México. Tres nuevas encuestas añadidas al Barómetro Electoral Bloomberg la sitúan 28.6 puntos por delante del principal rival de la oposición, Xóchitl Gálvez”.
El Barómetro Electoral de Bloomberg es una plataforma agregadora de encuestas basada en criterios que incluyen la precisión histórica y la metodología de los estudios demoscópicos. Bloomberg utiliza como insumos para sacar sus promedios, las encuestas de Votia, Grupo Reforma, Covarrubias y Asociados, De las Heras-Demotecnia, Consulta Mitofsky, Buendía y Márquez, El Financiero, Mendoza Blanco y Asociados, ISA, Campañas y elecciones, Enkoll, FactoMétrica, poligramas, SIMO y Áltica.
Por su parte, la plataforma agregadora de encuesta Oraculus, en su actualización hasta el jueves 25 abril del 2024, concluye que, entre noviembre del 2023 y abril del 2024, Claudia Sheinbaum Pardo perdió 3 por ciento de respaldo. En promedio, medio punto porcentual por mes. Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, por su parte, ganó 5 por ciento en el mismo periodo. En promedio, menos de un punto porcentual por mes. A ese ritmo, en los 33 días que restan de campañas para los comicios del domingo 2 de junio del 2024, es estadísticamente imposible que la candidata de Fuerza y Corazón por México pudiera acercarse a la aspirante de Sigamos Haciendo Historia. En el promedio que Oraculus registra en el mes de abril, Claudia tiene 58 por ciento de las preferencias; por 34 por ciento de Xóchitl y 8 por ciento de Jorge.
El Observatorio Electoral 2024 del Colegio de Especialista en Demoscopía y Encuestas, incluye 44 estudios demoscópicos publicados entre noviembre del 2023 y abril del 2024. En su promedio ponderado hasta este jueves 24 de abril del 2024, atribuye a Claudia Sheinbaum Pardo un 60.7 por ciento en las preferencias electorales, contra el 32.7 para Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y 6.6 por ciento para Jorge Álvarez Máynez.
Entre marzo y abril del 2024, el mejor registro de Xóchitl fue de un 37.8 por ciento de respaldo, en la encuesta de GEA-ISA, en tanto que en el mismo periodo, Claudia marcó como máximo 66 por ciento de las preferencias, en el ejercicio demoscópico de la consultora De las Heras-Demotecnia.
El Colegio de Especialistas en Demoscopía y Encuestas utiliza como referencias los estudios de algunas consultoras como Berumen, Parametría, Buendía y Márquez, Enkoll, Covarrubias y Asociados, Grupo Reforma, De las Heras-Demotecnia, Consulta Mitofsky y Mendoza Blanco y Asociados, entre otras.
Cuando falta un mes para que terminen las campañas y 36 días para los comicios del domingo 2 de junio del 2024, no existe algún indicio estadístico o de otra naturaleza, para imaginar que Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz tuviera oportunidad de ganar la Presidencia de la República.
LEER
VER MENOS
Opinión en video
Opinión en video